Resumen

En este artículo de la serie dedicada a la FILSD 2025, se propone una mirada renovada al niño como sujeto creador, no solo como lector o receptor de literatura, sino como autor de mundos, palabras y símbolos. Se defiende la escritura infantil como expresión poésica, estética y afectiva del alma en formación. Desde el Virgilioamaramorismo, se reivindica el derecho de los niños a imaginar, narrar y poesetizar desde su interioridad, reconociéndolos como poesetas naturales del amor, del asombro y de la ternura activa.

Introducción

Mucho se ha dicho sobre la importancia de formar lectores en la infancia. Pero, ¿y los escritores? ¿Y los niños que escriben cuentos, que inventan palabras, que transforman el mundo con crayones y sílabas? ¿Dónde está el lugar para la niñez como autora de su propia lengua poésica y simbólica?

Este artículo es una defensa amorosa del niño autor: de su capacidad creadora, de su imaginación fértil, de su escritura con alma. Y es, también, una invitación a mirar la escritura infantil no como ejercicio técnico, sino como acto de expresión profunda, como génesis simbólica de su humanidad en desarrollo.

Desarrollo

1-El niño como creador espontáneo de la lengua

La lengua infantil no es una versión incompleta del adulto, sino un sistema en sí mismo, con normas poésicas, sintácticas y semánticas propias. Desde edades tempranas, los niños crean sin censura, sin autocorrección paralizante, sin temor al error. Esta libertad, esta frescura, esta espontaneidad creativa, es uno de los tesoros más grandes de la infancia.

Llaman a las nubes “ovejas del cielo”.

Inventan héroes con zapatos mágicos.

Escriben cartas a los árboles.

Le ponen nombres nuevos al viento.

Esto no es juego solamente: es acto poésico en estado puro, es la vida expresándose con inocencia estética. Desde el Virgilioamaramorismo, se entiende esta capacidad como una forma de amar el mundo mediante la invención.

2-La escritura infantil como espejo del alma

La escritura infantil puede reflejar emociones, fantasías y miedos. Mar Benegas (2025), poeseta y experta en literatura para niños, lo explica así:

“Nombrar lo que pasa, escribir, dibujar, inventar un conjuro… eso es la poesía en su forma más pura.”.

Qué poderosa refracción del alma involuntaria surge en la libre escritura del niño: sus miedos, sus alegrías, su voz poética sin filtros de adulto.

Asimismo, la experiencia de la profesora Ana Molina (2025) confirma que “Cuando tú animas a un niño a escribir sobre su vida, inevitablemente surge la poesía”.  En este caso, un ejercicio escolar devino un libro de textos infantiles con valor literario auténtico.

3-Pedagogías que permiten o silencian

A pesar del valor intrínseco de la escritura infantil, muchas prácticas educativas presionan al niño hacia una escritura estándar, homogénea y despojada de creación propia.

Las pedagogías tradicionales priorizan la lectura y ejercitación formal. En cambio, enfoques constructivistas y Freinet estimulan el texto libre, la observación y la creación literaria comunitaria.

El niño autor existe, pero necesita espacios de validación. Necesita adultos que no corrijan todo, que no lo comparen, que no lo evalúen con criterios exclusivamente técnicos. Necesita mediadores que:

Escuchen con asombro.

Lean con respeto.

Respondan con afecto.

Permitan el error como belleza.

Una pedagogía poésica de la escritura no forma escritores perfectos, sino seres humanos sensibles, expresivos y amorosos.

4-El valor literario de la escritura infantil

La escritura de los niños no es menor. Tiene una potencia lírica, una sinceridad desarmante, una capacidad de síntesis que a menudo desborda la literatura adulta. Poesetas como Gabriela Mistral, Gianni Rodari y María Elena Walsh supieron reconocer este valor y, en muchos casos, dialogaron con él como fuente de inspiración.

Desde el Virgilioamaramorismo, se entiende que todo niño que escribe es ya un poeseta del amor en estado de emergencia. Su palabra no necesita ornamento: necesita ser leída con el corazón despierto.

5-Crear, imaginar y escribir con alma: una poésica de la infancia

Crear no es un lujo. Imaginar no es una pérdida de tiempo. Escribir no es solo preparar para exámenes. Es formar el alma desde dentro, nombrar el mundo desde la ternura, construir un yo simbólico y relacional.

En la infancia, el acto de escribir debe ser un acto de amor por lo que no se puede decir aún con la boca, pero sí con el alma.

Proyectos escolares, talleres, bibliotecas y ferias como la FILSD 2025 deberían incluir espacios donde los niños no solo escuchen autores, sino también sean reconocidos como tales.

Conclusión

El niño autor ya existe. Habita en cada libreta olvidada, en cada historia que no fue escuchada, en cada poema o poesa garabateado con lápiz. Nuestro deber, como adultos, es leerlo con ternura, validarlo con respeto y acompañarlo con alma.

Desde el Virgilioamaramorismo, escribir es un verbo que se conjuga con amor. Que la FILSD 2025 sea escenario no solo para leer a los niños, sino para leer desde ellos, y con ellos, el amor como texto central de la humanidad naciente.

Referencias bibliográficas

Benegas, M. (2025, 8 de junio). Mar Benegas, poeta: “Encapsulamos a la infancia…”. El País.

Freinet, É. (1977). La escuela Freinet. [Ediciones originales de las técnicas]. Wikipedia.

Molina, A. (2025, 7 de julio). Ana Molina, profesora: “Cuando tú animas a un niño a escribir…”. Cadena SER.

Nemirovsky, M. (S.A.). Biografía. Wikipedia.

Virgilio Hernández Pichardo

Educador, promotor cultural y escritor

Virgilio Hernández Pichardo. Es educador, promotor cultural y escritor. Doctor en Humanidades, en Estudios Sociales y Culturales del Caribe. Maestrías en Educación, Mención Planificación Educativa y en Lingüística Aplicada. Especialidades en Promoción de la lectura y la Literatura Infantil y en Lingüística Aplicada. Licenciado en educación, Mención Letras Modernas y Maestro Normal Primario. En el área cultural miembro fundador de los talleres literarios: “Líttera” de la Alianza Cibaeña. “2001” de la UTESA y “Letras Unidas” de Santiago. Ha sido expositor de trabajos en varias instituciones de Santiago y en Ferias del Libro. En el plano escritural ha escrito y publicado artículos y ensayos sobre el idioma español y literarios. Así como libros de poemas para niños y adultos. Ha desarrollado una propuesta teórica, práctica, espiritual, poética, educativa, antropológica, filosófica, lingüística, idiomática, literaria y cultural, llamada, Virgilioamaramorismo.

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