Leer con un objetivo, con un propósito, implica unos procedimientos que permitan trasladar la información que está en las páginas a nuestro cerebro.
Se basa en una lectura activa. No es simple recreación.
Claro que podemos leer por recreación. Y si es así no requerimos seguir un procedimiento que nos garantice extraer y trasladar la información de las páginas al cerebro. Aquí, sin embargo, hablamos del proceso de transferir la información del libro al cerebro. Y eso requiere unos pasos que la garanticen.
Eso significa que vamos a realizar ciertas actividades con ese objetivo: mover la información de lugar, desde las páginas del libro a nuestro cerebro.
Algunas acciones que recomendamos a los que participan en nuestro Entrenamiento Práctico en Lectura Eficiente y Aprendizaje Acelerado, para alcanzar ese objetivo son estas diez:
- Abrir un mapa mental con el tema a dominar
- Leer en voz alta tras un concepto que resuma la información
- Tomar notas
- Hacer pausas para reflexionar
- Ir del tema a la estructura (a través de los subtítulos)
- Asociar los conceptos con imágenes
- Implementa lo que lees
- Enriquece tu dominio con otros autores
- Explora lo que hay en las redes
- Escribe o expón sobre el tema
Uno: Abrir un mapa mental con el tema a dominar
- Aunque basemos nuestra primera aproximación al tema en el capítulo de un libro, es el tema y no el capítulo lo que importa.
- Eso significa que luego exploraremos el mismo tema en otros libros, para enriquecer nuestro dominio del mismo.
- De ahí la utilidad de que empecemos por abrir un mapa mental.
Dos: Lee en voz alta tras un concepto que resuma la información
- Leer en voz alta obliga a reducir la velocidad y activa dos sentidos: la vista y el oído.
- Eso nos ayuda a analizar la información.
- Al escucharte, puedes prestar más atención a las palabras.
- El objetivo es encontrar un concepto, una palabra (o dos) que resuman la información.
Tres: Toma notas
- Escribir a mano ayuda a fijar la información en la mente.
- Las notas te permiten releerlas en lugar de todo el libro.
- Las notas se permiten conectar con lo que estás leyendo con la información que ya tienes, hacer inferencias y deducciones para ahondar tu entendimiento.
Cuatro: Haz pausas para reflexionar
- Divide el capítulo en partes (si ya no lo hizo el autor con sus subtítulos) y haz una pausa para reflexionar sobre lo leído.
- Esto te ayudará a comprenderlo mejor
Cinco: Ve del tema a la estructura a través de los subtítulos
- Luego de colocar el tema o concepto central en medio de tu mapa mental, convierte en conceptos claros los subtemas que el autor expone a través de los subtítulos.
- Luego, lee los párrafos que hay de un subtítulo al otro y resúmelo en una idea o concepto base (que siempre puedas condensarlo en una imagen) y esos conceptos colócalos alrededor del subtítulo al que correspondan.
Seis: Convierte los conceptos en imágenes
- Asocia los conceptos con imágenes sencillas y fáciles de recordar.
- Esto te ayudará a memorizar.
- Este paso se denomina *codificación en imágenes* y es altamente útil y provechoso. Recuerda que el cerebro piensa en imágenes, no en palabras.
- Al terminar, verifica de nuevo que tu neuroformato o mapa mental contiene toda la información clave contenida en el capítulo.
- Entonces, basado en tu mapa mental, escribe un resumen con tus propias palabras de lo que trata el capítulo, el punto de vista del autor, en qué se fundamenta y hazle las 10 preguntas de la comprensión, respondiéndotelas.
- Si hay preguntas para las que el capítulo no te da respuesta, resáltalas para buscar información adicional y profundizar sobre ellas.
Siete: Implementa lo que lees
- La lectura no da conocimiento, solo proporciona información.
- Ahora hay que convertir esa información en conocimiento y eso lo hacemos a través de la experiencia.
- Tenemos que llevar a la práctica lo que hemos leído y verificar su funciona o no, enriquecerla, modificarla, mejorarla, cambiarla o descartarla, según la realidad confirme, corrija o contradiga nuestros presupuestos.
- Recuerda, por igual, que si es algo sobre lo que no tenías conocimientos o destrezas previas, hay errores o torpezas que provienen de tu falta de experiencia que no se las puedes achacar a la información recibida. Sé humilde, curioso y abierto.
- Solo el conocimiento aplicado se queda grabado en la mente.
- Comprueba si te funciona.
Ocho: Enriquece tu dominio con otros autores
- Graba y guarda tu mapa mental del tema.
- Explora y lee a otros autores que tratan el mismo tema y enriquece tu mapa mental con sus aportes.
- Establece contrastes, conexiones, diferencias, peculiaridades, énfasis y preferencias que distingan a unos autores de otros, permitiéndote evaluar a qué dan mayor importancia.
- Verifica las diferencias epocales, geográficas o de otro tipo entre unos autores y otros y cómo eso puede influir en las distinciones que aportan.
Nueve: Explora lo que hay en las redes
- Además de libros, explora material existente en las redes.
- Revisa qué aparece en los distintos buscadores. Ve más allá de Google.
- Haz la pregunta a Chatgpt y otras aplicaciones de Inteligencia Artificial.
- Consulta con un experto o con varios.
Diez: Escribe o expón sobre el tema
- Organiza tus notas, hallazgos, reflexiones y escribe un artículo, un ensayo o da una charla sobre el tema.
- Mantén tu mapa mental vivo, siempre engordando, enriqueciéndose con nueva información.
- Puede que algunas ramas (subtemas) evolucionen y se conviertan en mapas mentales por derecho propio, por la cantidad, valor y variedad de la información que has ido recopilando.
- Si es así, de un artículo, ensayo o charla tu material habrá evolucionado hacia un libro.
- Disfruta la experiencia.
Aplica estos diez pasos y verás que realmente tendrás una comprensión profunda del tema.
* Director General del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura. Presidente del Centro PEN República Dominicana
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