El verbo “devenir” significa ‘convertirse en algo’, pero para expresar que algo nace o se deriva de otra cosa lo más adecuado es emplear verbos como “provenir”, “proceder” o “derivar”, explica Fundéu Guzmán Ariza.
En los medios de comunicación es cada vez más frecuente leer frases como “Los problemas del filme devienen de lo ambicioso del proyecto”, “La sentencia devino de un recurso de acción directa de inconstitucionalidad” o “A estos se suman los enlatados que devienen de las cadenas Televisa y Univisión”.
El “Diccionario de la lengua española” recoge el verbo “devenir” con el significado de ‘llegar a ser’ y ‘sobrevenir, suceder, acaecer’, pero ninguna de sus acepciones guarda relación con la idea de que algo tiene su origen en un lugar, persona o cosa que expresan verbos como “provenir”, “venir”, “proceder” o “derivar”.
Además de las diferencias en su significado, es importante señalar que “devenir” tiene una estructura sintáctica diferente.
Tal como recoge el “Diccionario panhispánico de dudas”, este verbo se construye con un complemento sin preposición (“La pujante villa devino capital del primer virreinato de la conquista y asiento de la Real Audiencia”) o con “en” (“El tratado comercial devino en simple trozo de papel”), mientras que “provenir”, “venir”, “proceder” y “derivar” se construyen con “de” cuando expresan esa idea de origen o procedencia (“El 85 % de las remesas proviene de los Estados Unidos”).
Así, en los primeros ejemplos lo adecuado habría sido escribir, por ejemplo, “Los problemas del filme provienen de lo ambicioso del proyecto”, “La sentencia derivó de un recurso de acción directa de inconstitucionalidad” y “A estos se suman los enlatados que vienen de las cadenas Televisa y Univisión”.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.
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