El Festival de Poesía Internacional de Poesía de la Provincia Duarte-2024 (Confluencia) fue celebrado el sábado 27 de julio, con especial dedicatoria al maestro y humanista Roberto Santos Hernández.

El festival fue coordinado por la Comunidad Literaria Taocuántica, y contó con la participación de decenas de poetas locales, nacionales e internacionales.

La actividad fue una fiesta de la espiritualidad creadora.

“La poesía es una mirada antigua, una verdad de vida”, afirma el ideal taocuántico; y altísima verdad poética fue este festival de poesía, el cual ha sido calificado como “Un festival sin fin".

Verdad de vida en gratitud fue el celebrar la vida en plenitud, forjadora de hombres sensibles y críticos, como ha sido la labor educativa de Roberto Santos Hernández.  Y de luz y  vida fue la semblanza a su labor, a cargo por la educadora y poeta, la Maestra Luz Selene Plata.

“Todo cuanto es, de luz esta hecho”, proclama un verso del poeta Ramón Antonio Jiménez, creador del ideal estético taocuántico y coofundador junto a los poetas Mikenia Varga, José Miguel Regalado, Noé Zayas, José Miguel García, Rosalina de la Cruz, Fraylin Esteban Pérez.

También son distinguidísimos miembros los también poetas Reina Lissette Ramírez, Jesús Castillo, Sonia Barrera, Félix García, Martha Villa, Waldy Astacio. Lorgio Nuńez, Elena Ramos, Gerardo Roa Ogando, Luisa Paulino, Valentín Amaro,  Francisco Guzmán, Juan Freddy Armando (este  servidor que se llama Yeyé), entre otros no menos entusiastas y activos cultores del ideal que nos convida: la Comunidad Literaria Taocuántica.

“Más  que una estética, es un estilo de vida”, estilo de vida en gratitud, describe el manifiesto del ideal taocuántico; y gratitud de vida fueron las palabras del maestro Roberto Santos Hernández.

Participantes en el festival.

“Hecha la luz…”, dice el texto sagrado; y: “ Hágase el verso”, escribe José Martí… Y, como de luz fueron las palabras del homenajeado, Roberto Santos Hernández, tras las cuales se dio pasó al inicio del Festival Poético.

Esplendor de las palabras, lluvia de claridades, honduras del espacio, poemas para todos los gustos y para todos los colores y sabores;  así el día se fue vistiendo con la luminosidad de la poesía y del poema.

Acontece, sucede, que cuando en un punto del espaciotiempo se concretizan el poema, la poesía y los poetas, lo imposible se hace posible, la ciudad irreal de Eliot  se vuelve real y la realidad se convierte en poesía; esto fue lo que ocurrió en el Festival Internacional de Poesía Confluencia, convocado por la comunidad Taocuántica.

Es que no basta con construir espacios en donde se permita la libertad de expresión, es necesarios crear espacios de soledad y silencios, de espiritualidad laica y creadora en donde se encuentre algo que decir, algo que escribir y algo que cantar como fue y es la propuesta de la Comunidad Literaria Taocuántica.

No puede haber una respuesta que no sea poética sobre la posición del hombre en el Universo, y más ahora en estos tiempos neblinosos y oscuros en los que piensan muchos que el arte occidental, y en especial la poesía, ha renunciado a la trascendencia, y que ya no se cree en lo divino; y peor aun, ya no se cree en el ser humano, ni en la poesía, ni en la belleza, ni en el mundo interior del hombre.

No, no es así: la poesía es y seguirá siendo un sendero para que transitamos hacia nuestro estado natural. La poesía es el punto en el cual converge la espiritualidad, el arte y la ciencia; el ideal taocuántico eso nos hace saber, y con ello damos un luminoso sentido a nuestro Ser. Entonces, Confluencia es abrevadero de luz, de amor en gratitud.

El conocer de que el poema es el testimonio de una expresión viva, saber que el orbe léxico de la taocuántica da cuenta del arte la ciencia y la espiritualidad como componentes sustantivos de la esencia de la creación postulada por el ideal taocuántico es la razón poética y de convicciones que nos convoca.

Así transcurrió el día y el tiempo se hizo niño; y se fue muriendo la tarde en un canto de pájaros rojos, blancos y azules; arcoiris sonoro fue y es el canto de los poetas que nos visitaron. Celebración de vida, fiesta de la poesía y del espíritu, fue este festival hecho de luz, confluencia del esplendor y de la belleza humana… Porque “de luz todo está hecho”, dice Jiménez en su poema, E=MC2 (Del Tao a la cuántica, Pág. 19).

Y sabemos que en anhelo esperan los asistentes el próximo festival, para volver a confluir en las energías de la auténtica poesía, de la que nos trajeron los hermanos poetas y de la que se llevaron, para hacer de esta fiesta del espíritu lo que nos. ¡Gracias a todos los que nos distinguieron con su participación! Les abrazamos en esta dicha de dejar de ser tú y yo, para ser definitivamente nosotros.

En julio de 2025 vuelve Confluencia, porque sólo la poesía nos puede salvar.