Máximo Vega es una de las voces más destacadas de la narrativa dominicana contemporánea. Nacido en Santiago de los Caballeros en 1966, su trayectoria literaria abarca la novela, el cuento y el ensayo, con una obra que ha sido reconocida con múltiples premios y traducida a diversos idiomas. Desde su primera novela, Juguete de madera (1998), hasta su más reciente publicación, Palma Sola: una historia de amor, ha desarrollado un estilo particular en el que la identidad dominicana y la memoria histórica tienen un papel protagónico.
Además de su labor como escritor, ha sido un incansable gestor cultural. Como fundador del Taller de Narradores de Santiago, ha impulsado la formación de nuevos talentos en el ámbito de la narrativa. Su trabajo en el sector cultural no se limita a la literatura, sino que también ha incursionado en el ámbito audiovisual, con documentales sobre artistas dominicanos que han sido proyectados en festivales internacionales.
En esta entrevista, Máximo Vega nos ofrece una mirada íntima a su proceso creativo, su evolución como narrador y su visión sobre el panorama cultural dominicano. Asimismo, nos adelanta detalles sobre su próximo proyecto literario.
Máximo Vega nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, donde aún vive, en el año 1966. Ha publicado los libros: “Juguete de Madera” (novela-1998), “Ana y los Demás” (novela-2000), “El Final del Sueño” (cuentos-2006), “Al borde del edén” (novela-2009), “El libro de los últimos días” (ensayos-2011), “Era lunes ayer” (cuentos-2015), “La reacción Phillips” (cuentos-2019), además de una antología de cuentos del escritor dominicano René Rodríguez Soriano titulada “Jugar al sol” (2017), y una antología de cuentistas de su ciudad natal, Santiago de los Caballeros, llamada “El cuento contemporáneo de Santiago” (2005). Su obra ha sido traducida parcialmente a diversos idiomas. En el año 2000 el Taller Literario Virgilio Díaz Grullón de la extensión de Santiago de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (CURSA-UASD), lo reconoció como el Joven Intelectual del Año. Ha obtenido diversos premios en concursos de cuento y de ensayo, entre ellos el Concurso de Cuento de la Universidad Central del Este con su libro “El final del sueño”; el Premio de Novela Corta de FUNGLODE con su libro “El mar” (luego titulado “Al borde del edén”) en su primera convocatoria; el Primer Lugar del Concurso de Cuentos de la Alianza Cibaeña; el Primer Lugar del Concurso de Ensayos conmemorando el bicentenario del nacimiento de Víctor Hugo, convocado por la Embajada de Francia, traducido al francés, entre otros. Ha sido jurado de concursos de cuento, novela y ensayo nacionales e internacionales. En el 2015 el Departamento de Cultura del Banco Central de la República Dominicana publicó su libro “Era Lunes Ayer”, que recoge toda su producción cuentística hasta la fecha. También en el 2015 participó del libro “100 años de genocidio armenio: Un siglo de silencio”, junto a intelectuales latinoamericanos y europeos, que ha sido traducido a múltiples idiomas. En el 2020 participó con dos cuentos en la antología de cuentistas dominicanos traducidos al italiano “Domino e bambole in fondo al mare (Racconti dominicani)”, ha sido incluido en otras antologías dominicanas de cuento traducidas al italiano, y en una antología de ensayos sobre música dominicana publicada en español e italiano. Ha participado en múltiples antologías de cuentistas dominicanos y caribeños, así como sus cuentos han aparecido en libros de texto de universidades de México y Puerto Rico. En el año 2021 el Banco Central publicó su novela “La vida de las estrellas”.
En el 2022 participó de la antología de cuentistas contemporáneos “50 Escritores Dominicanos de Hoy”, de la Editorial 4 Ojos. Su último libro es una novela titulada “Palma Sola: una historia de amor”. Es fundador y creador del “Taller de Narradores de Santiago”, el primer taller literario del país dedicado a un solo género: la narrativa, que ha formado a una gran cantidad de narradores dominicanos. Ha impartido conferencias sobre Literatura en Cuba, los Estados Unidos, España y su propio país. Al mismo tiempo que escritor, es un conocido gestor cultural de la ciudad de Santiago y de su país, que ha sido Director Regional Norte de Cultura.
Dedicado también al trabajo audiovisual, sus videos, casi siempre documentales de artistas dominicanos, han sido proyectados en Cuba, en el Festival de Cine de Huesca, en España, y en su país.
En la página web de la Biblioteca Infantil y Juvenil de la República Dominicana se puede leer la siguiente declaración sobre el libro de cuentos “Era lunes ayer”:
“Este libro se inicia con dos obras maestras de la cuentística dominicana, los cuentos titulados “La Victoria” y “Hansel y Gretel”, que ya habían sido publicados en otros de sus libros (puesto que esta obra es una recopilación de sus cuentos editados). En estas dos obras, la caracterización que hace de sus personajes es pormenorizada e impactante.”
Gerson Adrián Cordero: ¿De qué manera considera que su trabajo como gestor cultural ha impactado en su desarrollo como narrador?
MV: Realmente no ha influido mucho. Una cosa es ser un gestor, otra un escritor. Habrá gestores que no son artistas, escritores que no son gestores. Son dos aspectos separados, pero que encuentran alguna comunión en el hecho de que ambos tienen que ver con la cultura.
GC: ¿Cuál es su visión sobre el panorama cultural actual en el ámbito nacional?
MV: La gestión cultural en nuestro país depende mucho de la ayuda estatal. Si el Estado no ayuda, o si no funciona el Ministerio de Cultura, entonces el ámbito cultural tiene un decaimiento muy notable, como sucede en estos momentos. En mi caso particular, la gestión que realizo se encuentra patrocinada por una institución internacional con apoyo de una fundación del país. Es decir, no depende del Estado. Y me parece vergonzoso que una institución internacional sea más consciente de la importancia que tiene la cultura en un país que no es el suyo, que el propio Estado dominicano.
GC: ¿Cómo describiría la evolución de su estilo narrativo a lo largo de su trayectoria?
MV: Si algo ha cambiado desde mi juventud, si algo ha evolucionado, es que cada vez me interesan más el lenguaje y los temas dominicanos. Antes era joven, por supuesto, mis influencias venían de otros ámbitos, pero a medida que pasa el tiempo mis temas son cada vez más locales. Aunque con mi estilo particular, porque estoy consciente de que tengo una forma particular de narrar y de que me atraen una serie de temas, aunque sean dominicanos, que me atraían también desde mi juventud.
GC: ¿Se encuentra trabajando en algún proyecto literario en la actualidad?
MV: Quiero escribir un libro de cuentos policíacos. Cuentos que transcurran en el país y en mi ciudad, Santiago, como la mayoría de mis libros. Literatura negra. En un libro de cuentos que escribí y en algunas antologías aparecen cuentos míos que son noirs. Incluso tengo un cuento que aparece en una antología que se titula Film noir. Este país está lleno de vicio, narcotráfico, corrupción política, periodística y policial, y un país así tiene un ambiente perfecto para esta clase de historias. Siempre me ha atraído la violencia en mis historias, y considero que de alguna manera mis cuentos tienen una finalidad primero artística, literaria, estética, pero luego moral. Quiero incluir historias que transcurran además durante los 12 años de Balaguer, que yo viví en mi niñez y, por lo tanto, llega a mí a través de la visión y los recuerdos de cuando era niño. Pero esa época también es perfecta, debido a su violencia y su autoritarismo, para las historias noirs, porque en esa época vivíamos en un régimen policial y militar, aunque a veces a la gente se le olvide.
GC: ¿Qué relevancia atribuye al contexto sociocultural en la construcción de sus historias?
MV: Lo que escribo sucede en la República Dominicana. A veces una República Dominicana que describo a través de la memoria, de mi lenguaje o de la forma particular en la que suelo contar las historias. Es decir, no es exactamente la República Dominicana real, pero no tiene que serlo. Por ejemplo, mi último libro, que trata sobre la masacre en el pueblo Palma Sola en San Juan de la Maguana, cuenta con una investigación muy detallada sobre los hechos reales que sucedieron en esa matanza, pero ya hay lectores que me han escrito diciéndome que eso no fue lo que pasó con exactitud en el pueblo, a pesar de los hechos contrastados, de la prensa de la época que se cita en la novela, de los personajes reales, etc. Lo que pasa es que es una novela, una obra de ficción, y todos los hechos reales están representados a través de mi lenguaje particular y mi propia visión de lo que pasó, además de una serie de personajes ficticios, inventados por mí. Y Palma Sola les parece un paisaje ficticio, casi de ensueño, porque eso es lo que es o lo que pretende ser: ficción. Es una Palma Sola imaginaria basada en el Palma Sola real. Aunque todo lo que se diga pretenda ser verdadero. Para mí es muy importante que se entienda que lo que escribo transcurre en la República Dominicana. Ese es mi contexto social, mi cultura, mi identidad, esa es mi realidad y es la realidad ficticia de lo que escribo.
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