Los integrantes del Jurado de Premiación de la trigésimo primera Bienal Nacional de Artes Visuales 2025 afirmaron este martes que la decisión e interpretación de material perecedero que ha hecho el Ministerio de Cultura como parte de la resolución que anula el premio otorgado a la propuesta Lo que no se saca de raíz, vuelve a crecer, del artista Jorge David Pérez Valerio (Karmadavis), ha dejado sin efecto la totalidad de su laudo.
En una carta dirigida al ministro Roberto Ángel Salcedo, el jurado manifestó su “profundo pesar ante la decisión del Ministerio de Cultura de adoptar una acepción conceptual que, desafortunadamente, afecta toda la interpretación técnica especializada con la que el equipo de jurado realizó su labor y, por tanto, desautoriza los demás premios y menciones otorgadas”, calificando la medida como una violación a los principios de transparencia, independencia técnica y debido proceso garantizados por la legislación dominicana.
Rechazó además la interpretación adoptada por el Ministerio sobre el concepto de material perecedero, señalando que contradice los estándares internacionales del ICOM (International Council of Museums) y otros organismos y que carece de pertinencia en el ámbito de la conservación museográfica.
El Ministerio de Cultura, en su Resolución No. 18-2025, decidió ignorar las interpretaciones del término “perecedero” vigentes en el ámbito legal y comercial dominicano, así como las definiciones aplicadas en el campo museográfico y de conservación profesional, para acoger en su lugar la definición del diccionario de la Real Academia Española (“poco durable, que ha de perecer o acabarse”).
"Esta definición —de carácter lingüístico y no técnico— carece de pertinencia en los contextos jurídico, económico y museológico, y su aplicación a la práctica del arte contemporáneo resulta improcedente, pues amplía arbitrariamente el concepto hasta abarcar materiales orgánicos estables, como la madera, el papel o los pigmentos naturales, presentes en la mayoría de las obras exhibidas", señalaron los miembros del jurado a través de la carta enviada al titular de Cultura.
Asimismo, el jurado subrayó que no fueron informados formal ni informalmente sobre el proceso de impugnación, el recurso jerárquico ni la solicitud de intervención al artista mediante un acto de alguacil, lo que califican como una grave falta de transparencia institucional.
“Reiteramos que celebramos las opiniones, los debates y las discusiones encontradas que puedan surgir sobre si una obra merece o no un premio —esa es, precisamente, una de las funciones del arte y de las decisiones de un jurado—. Sin embargo, esa diversidad de opiniones no puede ser utilizada como justificación para vulnerar la institucionalidad ni para socavar la independencia técnica de los cuerpos colegiados”.
Los jurados enfatizan que su decisión no busca confrontación, sino preservar la legitimidad de los procesos institucionales que garantizan la autonomía del arte y la credibilidad de la Bienal como instrumento de política cultural pública.
“La independencia técnica del jurado no es un privilegio; es una garantía de que el arte pueda seguir siendo un espacio de libertad, pensamiento y crítica social”, afirmaron.
Concluyeron señalando que la medida ministerial sienta un precedente preocupante para el ecosistema artístico dominicano, al debilitar la confianza pública en las instituciones culturales y poner en riesgo la integridad histórica de la Bienal Nacional como el principal evento del arte dominicano.
Asimismo, advirtieron que establece un precedente aún más grave en el marco del Estado dominicano, al contratar equipos técnicos especializados garantizándoles independencia en su ejercicio, para luego desconocer esa misma independencia cuando sus resultados no coinciden con los intereses administrativos o políticos de turno.
"El respeto a la autonomía profesional y técnica —añade el jurado— es una condición indispensable para la credibilidad y continuidad de todo el quehacer político".
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