El cine dominicano está de luto. La madrugada de este sábado falleció René Fortunato, uno de los más grandes documentalistas de la historia audiovisual del país. Su partida se produce en un momento particularmente simbólico: su más reciente y última producción, “El triunfo de la democracia”, se encuentra actualmente en cartelera, proyectándose en salas de cine como un testamento cinematográfico que reafirma su compromiso con la historia, la verdad y la identidad dominicana.

Un último acto de memoria: “El triunfo de la democracia”

René Fortunato presentó su último documental en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, ante un auditorio completamente lleno. Con emoción, el cineasta expresó que esta obra representa el cumplimiento de una vieja deuda con el público que ha seguido su carrera durante más de tres décadas.

“El triunfo de la democracia” reconstruye los acontecimientos que marcaron el final del régimen de Joaquín Balaguer, los comicios de 1978, el ascenso del Partido Revolucionario Dominicano, la campaña racista contra José Francisco Peña Gómez, y la violencia política del periodo. En palabras de Fortunato, esta producción da continuidad a su anterior documental, “La violencia del poder” (2003), donde retrató los primeros ocho años de los doce que conformaron el gobierno de Balaguer entre 1966 y 1978.

Con imágenes de archivo y sonidos originales de la época, la cinta documenta con crudeza y profundidad eventos como el asesinato del periodista Orlando Martínez, las protestas callejeras, los conciertos de “7 días con el pueblo”, y el intento de golpe de Estado del 17 de mayo de 1978. La narrativa culmina con el testimonio contundente de Peña Gómez, quien defendió su negritud y su dominicanidad frente al racismo de la época:

“Tengo negra la piel, pero tengo la luz en la conciencia para desentrañar la verdad que me ocultan las sombras.”

Un legado de conciencia, identidad y resistencia

Desde sus inicios, René Fortunato apostó por un cine de compromiso histórico y social. Con obras como “Abril: La trinchera del honor”, “Balaguer: La herencia del tirano”, y “La isla dividida”, se posicionó como el gran narrador visual de la historia dominicana contemporánea.

Su objetivo fue siempre claro: educar, provocar reflexión y contribuir a una conciencia colectiva crítica. Su cine fue herramienta, archivo, denuncia y también tributo. En cada fotograma, Fortunato trató de devolverle al pueblo dominicano su historia, muchas veces distorsionada u ocultada.

Cuando estrenaba su documental “Tras las huellas de Palau”, Fortunato ya dejaba ver su visión clara de lo que debía ser el cine dominicano:

“Nosotros los dominicanos debemos cada día fortalecer nuestra identidad, y una forma de hacerlo es importantizando las acciones meritorias de nuestros antepasados.”

Más que cineasta: testigo y cronista del país

Su obra no se limitó al cine. También fue periodista, investigador y docente. Dedicó su vida a rescatar momentos olvidados de la historia dominicana, ofreciendo al país no solo películas, sino documentos históricos de alto valor educativo y cultural.

Pese a las limitaciones presupuestarias, René Fortunato logró construir una filmografía sólida, rigurosa y valiente, impulsado por la pasión, la coherencia y el deseo genuino de aportar al desarrollo cultural del país.Un adiós con pantalla en alto

René Fortunato falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro Médico CEDIMAT, tras meses luchando contra un cáncer. Tenía 66 años.

Su muerte deja un vacío inmenso en el cine dominicano, pero su obra —que seguirá proyectándose y enseñándose por generaciones— se convierte en su mejor epitafio.

Los detalles de sus exequias serán anunciados próximamente por sus familiares.

El país pierde a un patriota visual.

Pero René Fortunato, el cineasta que inmortalizó la memoria nacional, seguirá hablando desde la pantalla.

Marc Mejía

Crítico de cine

Marc Mejia, crítico de cine y gestor desde Cinemaforum, de creación de nuevos públicos educados en cine. Con más de 20 años de experiencia en la difusión de la industria cinematográfica a nivel local e internacional, Marc ha consolidado su reputación no solo como crítico de cine, sino también como un profundo conocedor y cineasta activo en la escena local. Su pasión por el cine fue influenciada desde su infancia por su padre, Pericles Mejía . Editor de www.cinemadominicano.com, portal creado por su padre en 2004.

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