Exhibiendo una actitud menos hostil tras la perspectiva de acceder a los recursos minerales ucranianos, Trump recibe hoy a su homólogo ucraniano Zelensky en la Casa Blanca. Los temas que abordarán van mucho más allá del acuerdo que firmarán sobre los minerales estratégicos. El acercamiento Trump-Putin inquieta no solo a Kiev sino a los europeos.
En plena aceleración de las negociaciones de paz, y tras las señales de acercamiento de Washington con Moscú, el presidente Trump recibe al presidente ucraniano este viernes en Washington.
Ante la perspectiva de un acuerdo sobre los minerales, Trump retrocedió después de haber calificado a Zelensky de "dictador". "¿Yo dije eso?", se mostró sorprendido el presidente estadounidense. "No puedo creer que haya dicho eso. Siguiente pregunta", continuó, afirmando luego tener "mucho respeto" por Volodymyr Zelensky.
Un cambio de tono probablemente debido a este acuerdo sobre los minerales ventajoso para Estados Unidos, que permitiría el acceso de ese país a los recursos del subsuelo ucraniano, exigido por Donald Trump como compensación por la ayuda militar y financiera enviada en los últimos tres años. "Vamos a excavar, excavar, excavar", se alegró Trump la víspera.
Un acuerdo sobre los minerales ucranianos
Sin embargo, el acuerdo no corresponde a las exigencias iniciales del presidente estadounidense, quien quería la mención de un monto de 500 mil millones de dólares, cifra que desapareció del texto final. Establece un fondo de inversión común en metales, hidrocarburos e inversiones. El texto tampoco prevé garantías de seguridad puras y duras para Ucrania.
Se trata principalmente de una especie de "red de seguridad", según Donald Trump. "No creo que nadie busque problemas si estamos (en Ucrania) con muchos trabajadores", agregó el presidente estadounidense, para explotar los minerales.
Lo que está en juego con esta visita de Zelensky va mucho más allá del tesoro en recursos minerales que tiene el suelo ucraniano. Ucrania y Europa se han alarmado por el repentino acercamiento entre Trump y Putin, quienes hablaron largamente el 12 de febrero y lanzaron negociaciones para poner fin a la guerra de manera rápida.
El presidente estadounidense se mostró convencido de que Vladimir Putin "cumpliría su palabra" en caso de un alto el fuego, a pesar de las repetidas advertencias de Londres y París sobre la fragilidad de cualquier tregua que no esté acompañada de un sólido sistema de control y seguridad garantizado por Estados Unidos.
El acuerdo no debería 'premiar al agresor'
Donald Trump se niega a considerar a Moscú como responsable de la guerra y llegó a culpar a Kiev. Cerró por completo la puerta a una posible adhesión a la OTAN, esperada por Volodymyr Zelensky, invitándolo a "olvidar" esa perspectiva.
El jueves 27 de febrero, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca junto al primer ministro británico Keir Starmer, el presidente estadounidense elogió el coraje de sus tropas y consideró que, en caso de un acuerdo de paz, Kiev podría recuperar ciertos territorios: "intentaremos recuperar todo lo posible".
Ambos dirigentes insistieron en la urgencia de poner fin a las hostilidades en Ucrania, aunque no se pusieron de acuerdo sobre cómo asegurar una paz duradera. Donald Trump advirtió que una tregua debe encontrarse "pronto", o corremos el riesgo de no encontrar ninguna "en absoluto", mientras que Keir Starmer pidió evitar cualquier acuerdo que "premie al agresor".
El primer ministro británico reiteró que su país estaba dispuesto a "enviar soldados y aviones" a Ucrania para disuadir a Rusia de retomar los ataques una vez que se logre la paz, pero no obtuvo de su anfitrión la garantía de que Estados Unidos apoyaría tal esfuerzo brindando garantías de seguridad. "El acuerdo debe ser un acuerdo duradero", recordó después el Sr. Starmer en una entrevista con Fox News, insistiendo en la necesidad de garantizar su cumplimiento.
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