Aplazar a enero de 2026 la firma del acuerdo comercial entre Europa y países de América Latina ha sido un revés para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pero también para Alemania y España, que lo apoyaban.
Francia e Italia expresaron su intención de bloquear, y lograron imponer su posición. Se decidió posponer la firma con el objetivo de obtener más garantías para proteger a los agricultores europeos.
Aunque von der Leyen confía en que el acuerdo se firmará en fin de cuentas, las divisiones dentro de la Unión Europea quedaron evidenciadas.
Los mismos problemas podrían repetirse en enero para Emmanuel Macron. El mandatario francés consideró al finalizarse cumbre, en la noche del jueves al viernes, que era "demasiado pronto" para declarar si podrá aceptar el acuerdo en enero, aunque no descartó la posibilidad. "Lo espero, porque significaría que hemos logrado avances históricos", afirmó.
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Un asunto político para Lula
El presidente brasileño esperaba firmar el tratado de libre comercio el sábado, durante la cumbre del Mercosur en la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu. Era como una última oportunidad para Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta semana, se mostró firme ante Macron, declarando: "espero que mi amigo Macron asuma su responsabilidad y nos traiga la buena noticia de que firmará este acuerdo, sin temer la competitividad del pueblo brasileño".
Pero tras una conversación telefónica con la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, el jueves 18 de diciembre, en la que ésta pidió un plazo, Lula acabó cediendo.
"Ella me explicó que no está en contra del acuerdo, pero que enfrenta dificultades políticas con los agricultores italianos, y que está segura de que podrá convencerlos de aceptar el acuerdo", explicó Lula.
Italia es uno de los países que se oponen al tratado, junto con Francia, Polonia y Hungría. El presidente brasileño espera que este plazo pueda inclinar el voto.
Tras 26 años de negociaciones, Lula convirtió la firma de este acuerdo en un asunto político: una manera de defender el multilateralismo frente a las barreras arancelarias estadounidenses.
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