Los países de la Unión Europea apoyaron la reducción de un 90% de emisiones para 2040, según los valores de 1990. Pero ésta se hará a cambio de múltiples concesiones a los gobiernos más críticos, temerosos de que la lucha climática ponga en riesgo la competitividad del bloque. Con información de nuestra corresponsal en Bruselas, Esther Herrera.
La Unión Europea logra un acuerdo sobre su objetivo climático para 2040 antes de la COP30 después de una reunión maratoniana de casi 24 horas. Los ministros de Medio Ambiente llegaron a un acuerdo según el cual se ampliarán los créditos internacionales para compensar las emisiones. Es decir, se intentará compensar el exceso de emisiones contaminantes de un país europeo comprando a otro sus créditos, principalmente provenientes del sur global.
También ha habido concesiones al transporte por carretera, como reclamaba Alemania, y a Francia, que ha conseguido que se retrase el pago de la industria pesada por sus emisiones de CO₂.
Finalmente, la Unión Europea podrá llegar a la cumbre del Clima de Brasil con los deberes hechos, y con una ley del clima que apueste por la reducción de emisiones para 2035 y 2040.
El bloque europeo insiste en que apostará por la lucha climática, aunque ya no es la prioridad de hace 5 años, con cada vez más dificultades para ejercer el liderazgo que hasta ahora defendía.
Los países de la UE formalizaron una meta intermedia de reducción de emisiones para 2035, que deben presentar en las negociaciones climáticas de la ONU, fijada entre el 66,25% y el 72,5%.
La UE es el cuarto mayor emisor del mundo, sólo por detrás de China, Estados Unidos e India. Sin embargo, ya ha recortado sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 37% respecto a los niveles de 1990.
Para convencer a los miembros más escépticos, como Italia, se abordaron varias medidas de "flexibilidad".
Cuestionan impacto del 90% de reducción de emisiones
Los europeos podrán comprar un 5% adicional de créditos de carbono internacionales en una próxima revisión de la ley, además del porcentaje ya acordado. Este mecanismo ha sido muy criticado por organizaciones ecologistas.
Los 27 también apoyaron aplazar un año, de 2027 a 2028, la extensión del mercado del carbono en el transporte por carretera y los sistemas de climatización de los edificios, una demanda de Hungría y Polonia que enfrentó oposición de los países escandinavos.
Se aprobó una cláusula para revisar cada dos años la ley del clima, lo que permitiría ajustar el objetivo según las circunstancias.
"Este acuerdo, muy esperado, es mucho más débil de lo que deja entrever la cifra del 90%", criticó Sven Harmeling, de la red de ONG medioambientales CAN Europa.
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