Fieles argentinos oran por Francisco en el barrio marginal donde dejó su huella

El papa pasó otra noche sin incidentes, informó el Vaticano el viernes, cuando se cumple una semana desde la hospitalización del pontífice, que sufre una neumonía bilateral. "La noche fue bien. Esta mañana, el papa Francisco se levantó y desayunó", señaló la Santa Sede. Mientras, sus fieles esperan una rápida recuperación. RFI conversó con algunos de ellos en Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en un centro urbano pobre de Buenos Aires que solía visitar el Papa.

La salud del Papa Francisco, de 88 años, atraviesa un momento delicado. Aunque según información oficial del Vaticano se ha mostrado una ligera mejoría, sigue hospitalizado desde el 14 de febrero por una bronquitis que evolucionó a una neumonía bilateral. La salud del Papa tiene en vilo a los fieles católicos en todo el mundo y en su Argentina natal. En la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en una de las villas más grandes de Buenos Aires, capital argentina, se celebró una misa especial por la salud del Papa.

En el barrio, donde el Pontífice dejó una huella profunda desde su tiempo como arzobispo, cuando lo visitaba, recorría sus calles y oficiaba misa, la comunidad se congregó para orar por su pronta recuperación.

Detrás del altar hay un gran Cristo. Y delante, como mirando a las decenas de feligreses, un retrato del Papa Francisco sonriente.

“Estamos haciendo tres días de oración y de misa, el tríodo le decimos, con otros curas de los barrios, por nuestro Papa Francisco que caminó y que queremos expresar la cercanía de amor desde la fe para, bueno, desear que se mejore y que nos siga guiando como buen pastor, como cuando él se hiciera un Papa y dijo que era una iglesia pobre para los pobres. Bueno, desde acá, saber que Francisco, te estamos acompañando”, cuenta el padre Jesús Carides, a cargo de la misa.

Ese acercamiento hacia los pobres es algo que tienen muy presente en este barrio.

Como Nancy Acuña, sacristán de la Iglesia, y habitante de la villa 21-24 desde hace más de 50 años. Ella acompañó a Bergoglio en sus visitas a esta parroquia.

“Siempre estaba a su lado, en la misa, y yo le vestía, le daba su bastoncito, le ayudaba en todo”, recuerda Acuña, que dice estar preocupada por la salud del Papa.

“Sufro mucho, cada minuto una oración, Padre Nuestro en todo momento, con nuestras amistades, rezamos casa por casa”, asegura.

Pero todos tienen confianza en que se va a recuperar, como dice uno de los fieles, Pánfilo Villalba.

“Él siempre se recuperó, ya estuvo enfermo y ahora se va a recuperar también. Así que esperemos que pronto”, confía.

El próximo lunes habrá una convocatoria masiva frente a una de las principales estaciones de tren de Buenos Aires, para que los fieles recen por la salud del papa argentino.