La caótica trayectoria del París Saint-Germain en esta edición de la Liga de Campeones le ha permitido mejorar en su juego y ahora está a un paso ganarla. Su técnico, el español Luis Enrique, ha construido a pulso y sin grandes estrellas, uno de los mejores equipos europeos en la actualidad que pone a soñar a miles de aficionados en París.
Tras el pitazo final en el Parque de los Príncipes se escucharon gritos de Ici c’est Paris, “aquí es París” en español, un grito de guerra para cualquier hincha parisino que se respete. El cantado este miércoles 7 de mayo tuvo un gusto especial por recordarle a todo Europa que el París Saint-Germain es uno de los mejores equipos del continente esta temporada al convertirse en finalista de la Liga de Campeones.
Por segunda vez el PSG firmó su pase a la final de la competencia, la primera fue hace cinco años. En ese entonces, el mundo estaba paralizado por la pandemia de coronavirus, y las semifinales se disputaron a puerta cerrada en Lisboa en partido único. El rival fue el Leipzig, en el que puede haber sido el mejor partido del PSG en esa temporada con un contundente 3-0 gracias a Marquinhos, Di María y Bernat. Destacar el juego de Neymar y de Mbappé bajo las órdenes del técnico alemán Thomas Tuchel.
Cinco años después, con menos estrellas en la cancha, por lo menos de renombre, y con un juego altamente colectivo a la imagen de su entrenador Luis Enrique, los de la capital francesa sueñan con su primera orejona.
Esta vez los aficionados parisinos sí festejaron como se debe el paso a la final, sin restricciones de tipo sanitario, todos mezclados en la calle en la que no se distinguían rostros, solo gestos de felicidad. Y un deseo común, ganar la final frente al Inter de Milán, el 31 de mayo en el estadio Allianz Arena de Munich, Alemania.
Luis Enrique, el artífice del “nuevo” PSG
El técnico español siempre estuvo convencido de la capacidad de su equipo para llegar a estas instancias en la Champions. Bastante criticado durante los primeros partidos, especialmente por los cambios recurrentes en las alineaciones que en ocasiones dejaban mal parado al equipo, se fue ganando el respeto de los aficionados, y sobre todo, el de los jugadores que entendieron que pasar de vez en cuando por el banco también puede ser sinónimo de confianza. “Fui el entrenador más criticado en Europa porque rotaba mucho. En Roma, en el Barça, en la selección, en París. Cuantos más jugadores podamos incorporar, mejores seremos. Cuando no juegan no significa que no tenga confianza. Sigo siendo un entrenador que tiene confianza en estos jugadores", decía Luis Enrique el viernes 18 de abril, en rueda de prensa antes del encuentro con Le Havre en la Ligue 1.
Y es que la gestión de efectivos en su equipo fue bastante comentada por los analistas en París, así como su idea de “guardar” el balón para abrir espacios que permitan crear acciones de gol o evitar el avance de los equipos hacia su área. Con la llegada de Luis Enrique en el verano de 2023, el PSG ha aprendido a jugar en equipo, tanto ofensiva como defensivamente.
Una forma de juego que funcionó si se tiene en cuenta que eliminó a tres equipos de la Premier Ligue en su camino hacia la final: Liverpool, Aston Vila y Arsenal.
Pero no hay que olvidar que estuvieron prácticamente eliminados de la Liga de Campeones en la fase de liguilla, en la que se esperaba que sólo doce de los 36 participantes pasaran el corte. Volvieron por fin a la senda del triunfo a principios del invierno, animados por la transfiguración de Ousmane Dembélé en falso número 9 (33 goles esta temporada).
Con el PSG, Luis Enrique va encarar su segunda final de Champions tras la ganada con el Barça en 2015. 10 años después su forma de leer los partidos no ha cambiado, por eso ha adaptado el juego al tipo de jugadores con los que dispone.
“Este es un proyecto apasionante. Es el proyecto como entrenador. Crear un equipo y aunque se vayan los jugadores seguir pensando que con jugadores jóvenes podemos hacer nosotros esos cracks", aseguró el español al micrófono de Movistar+.
Y es que ahora parece muy lejana la época en la que el equipo con inversión catarí tenía más nombres que copas europeas, de hecho, hasta ahora no han logrado ninguna en 50 años de historia. Ni el tridente conformado por Neymar, Messi y Mbappé entre 2021 y 2023 pudo cumplir lo que cada año prometía el presidente del club, Nasser al-khelaïfi, ganar la Liga de Campeones.
Sin embargo, a pesar de los escollos del inicio de Champions y las dos derrotas en la liga francesa, el PSG está más cerca que nunca de ser coronado rey del viejo continente con un Gianluigi Donnarumma enorme protegiendo el arco, un William Pacho sólido en defensa, un Vitinha eficaz en la distribución de balones, un Dembélé que recuperó el camino del gol, por mencionar algunos jugadores, ya que el mérito de Luis Enrique es de identificar las calidades de cada uno, potenciarlas y ponerlas al servicio del juego colectivo. El mérito de los jugadores, los jóvenes y los más experimentados, ha sido de escucharlo, trabajar y dejarse guiar.
"Creo que este club se merece ganar la Champions por todo el esfuerzo que ha hecho y la afición se la merece mucho tiempo”, aseguró Luis Enrique. Los de París intentarán hacer historia, tal y como lo hizo su rival doméstico, el Olumpique de Marsella, único club francés en ganar la Liga de Campeones. Fue en 1993, en Múnich y contra el Milan.
Algunos incidentes durante la celebración por el paso a la final
A diferencia de 2020, los aficionados parisinos sí festejaron como se debe el paso a la final, sin restricciones de tipo sanitario, todos mezclados en la calle en la que no se distinguían rostros, solo gestos de felicidad. Un marea azul y roja llegó hasta los Campos Elíseos, avenida tradicionalmente utilizada por los franceses para festejar premios deportivos. No fue necesario crear grupo en redes sociales para citarse en el ese lugar, ya se sabía que finalizado el partido en el que el PSG le ganó 2-1 al Arsenal, era allí en donde se iban a reunir para cantar a la gloria del equipo. Por eso las autoridades previeron un amplio dispositivo de seguridad en las calles aledañas.
Un marea azul y roja llegó hasta los Campos Elíseos, avenida tradicionalmente utilizada por los franceses para festejar premios deportivos. No fue necesario crear grupo en redes sociales para citarse en el ese lugar, ya se sabía que finalizado el partido en el que el PSG le ganó 2-1 al Arsenal, era allí en donde se iban a reunir para cantar a la gloria del equipo. Por eso las autoridades previeron un amplio dispositivo de seguridad en las calles aledañas.
La mayoría de los aficionados deambularon alrededor de la llamada avenida más bonita del mundo, se abrazaron con desconocidos, repitieron Ici c’est Paris. Sin embargo, las escenas de júbilo fueron opacadas por unos cuantos que sin justificación alguna atacaron a los policías. La prefectura de la ciudad indicó que "se formaron varios grupos hostiles que cometieron daños materiales y se enfrentaron a las fuerzas del orden, lanzando numerosos proyectiles en su dirección" antes de ser dispersados hacia las 3h00 local (1h00 GMT).
La fiscalía de París indicó que 47 personas fueron detenidas, de ellas 44 continuaban detenidas este jueves.
En una calle perpendicular a los Campos Elíseos un "vehículo Mercedes, en circunstancias todavía por establecer" aporreó a varios peatones "hiriendo a tres”. Según la fiscalía, uno de ellos, menor de edad fue trasladado al hospital.
"El vehículo quedó inmovilizado por la densidad de aficionados. Dos individuos, el conductor y un pasajero, huyeron a pie, dejando el auto en medio de la ira de los
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