La interceptación y posterior confiscación de un buque petrolero venezolano en el Caribe fue justificada por el FBI y la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, por haber sido utilizado supuestamente para transportar petróleo a Irán y estar implicado en “una red ilícita que apoya a organizaciones terroristas”.
Medios estadounidenses además revelan que el barco era de propiedad de un multimillonario ruso con participación de un conglomerado de empresas de Nigeria.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó este jueves como acto de "piratería naval criminal" el decomiso del buque.
Leer tambiénCaracas denuncia un "robo" tras incautación por EEUU de un petrolero frente a Venezuela
"Secuestraron a los tripulantes, se robaron el barco y han inaugurado una nueva era, la era de la piratería naval criminal en el Caribe", dijo Maduro este jueves en un acto en Caracas.
De acuerdo con Maduro, el buque transportaba 1,9 millones de barriles de crudo venezolano. Registros previos del sitio de seguimiento de buques MarineTraffic daban cuenta de 1,1 millones.
Más sanciones
Por otro lado, Estados Unidos sancionó a cuatro individuos y seis entidades, e identificó otros seis buques, por apoyar al que califican un régimen corrupto e ilegítimo de Maduro, un líder de la organización terrorista extranjera (FTO) cartel de los Soles.
El Departamento del Tesoro anunció nuevas medidas en su contra, así como contra Franqui Francisco Flores de Freitas y su primo Efraín Antonio Campos Flores -sobrinos de Cilia Flores, la esposa de Maduro-, condenados en 2017 en Nueva York, y liberados posteriormente por el presidente demócrata Joe Biden, a cambio de siete presos estadounidenses en Venezuela.
El Departamento del Tesoro retomó ahora el caso y anunció nuevas sanciones en su contra, así como contra otro sobrino, Carlos Erik Malpica Flores, y contra seis navieras que transportan crudo venezolano.
Preocupación por creciente presión estadounidense en el Caribe
Según el medio local Globo, el presidente brasilero, Luis Ignacio Lula Da Silva habló con Nicolás Maduro expresándole su preocupación por la creciente presencia militar estadounidense en el Caribe.
Además, se conoció también que, durante la charla, que duró 40 minutos el 2 de diciembre, Lula le habría ofrecido con Donald Trump para ser mediador en las negociaciones entre EEUU y Venezuela, pero no ha recibido respuesta por parte de Trump, con habló hace unas semanas.
"Le dije: 'Trump, no queremos guerra en América Latina'", refirió Lula en un evento oficial en Minas Gerais (sureste). Según el relato del mandatario brasileño, Trump le respondió: "Pero yo tengo más armas, más barcos, más bombas". "Y le dije: 'Yo creo más en el poder de la palabra que en el poder de las armas'", destacó Lula.
Colombia, dispuesta a dar asilo a Maduro
Por su parte, Colombia no descarta dar asilo al presidente venezolano Nicolás Maduro si este acuerda dejar el poder en medio de la presión de Estados Unidos, aseguró el jueves la canciller colombiana.
El presidente colombiano, el izquierdista Gustavo Petro, pide una transición democrática en Caracas, en medio de las tensiones entre Maduro y el mandatario estadounidense Donald Trump.
La canciller de Colombia, Rosa Villavicencio, manifestó que su país podría otorgarle asilo al presidente venezolano en caso de que llegue a un acuerdo con Washington.
Si esa salida implica que él deba vivir en otro país o pedir la protección, pues Colombia no tendría por qué decirle que no", dijo la diplomática en una entrevista con Caracol Radio.
Compartir esta nota