En Honduras, el próximo 30 de noviembre, se renovarán el Legislativo y la Presidencia. Por un lado, el oficialismo y los opositores se acusan mutuamente de preparar un fraude electoral, y por el otro, la Fiscalía le está quitando autonomía a los órganos electorales. Este ambiente, dice la misión de observación de la OEA, está desestabilizando el proceso electoral y el personal encargado corre peligro.
El frágil proceso electoral en Honduras se agravó a finales de octubre con la revelación de audios en los que la consejera del órgano electoral, Cossette López, y el diputado Tomás Zambrano, traman un supuesto fraude electoral.
Misión de observación de la OEA
Los opositores a su vez señalan a la candidata Rixi Moncada, del partido en el poder, de buscar un fraude electoral. En esta confusión, la Fiscalía se posicionó del lado de la presidenta Xiomara Castro, lo que preocupa a la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La misión será clave en este proceso electoral, considera Ana María Méndez-Dardón, directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA): “Es bueno que al menos la misión de observación electoral de la OEA ya esté en el país. Puede jugar un rol importante en que, si sigue a tan pocos días de las elecciones habiendo falta de consensos dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE), pueden instar a que ellos puedan ser como una especie de mediadores para desentrampar todas las cuestiones administrativas”.
“En última instancia, ¿utilizar el Consejo Permanente, como se hizo en el caso de Guatemala, no? Que al final fue lo que logró que hubiese una transición pacífica para la toma de posesión de Bernardo Arévalo”, agrega.
Amenazas al proceso
La misión de la OEA, que lidera el excanciller paraguayo Eladio Loizaga, llamó a la justicia hondureña a garantizar “la seguridad de todos los funcionarios electorales contra cualquier persecución derivada de sus funciones”, una acción que sería difícil de cumplir, estima Méndez-Dardón, por vicios al interior de las instituciones hondureñas.
“Hay entre siete y 10 denuncias activas en el Ministerio Público que tienen que ver con el proceso electoral. Unas son contra consejeras del Consejo Nacional Electoral, otras son contra incluso miembros de las Fuerzas Armadas. Entonces es delicado, digamos, que estas denuncias puedan avanzar y que en algún momento puedan incluso entorpecer el proceso”, explica.
“Otra amenaza es el mismo Congreso Nacional: la Comisión Permanente del Congreso Nacional tendría un rol activo, lo cual anula un poco ese rol rector y garante que tiene el CNE. Entonces, son muchas las amenazas, pero yo creo que sí hay herramientas diplomáticas, tanto técnicas, por medio de las misiones, pero también políticas, por medio de otros órganos multilaterales”, subraya asimismo.
Según las encuestas, hay un empate técnico entre tres candidatos: Rixi Moncada, del oficialismo, Salvador Nasralla, del Partido Liberal, y Nasry Asfura, del Partido Nacional.
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