Considero que los tres principales desafíos que hoy enfrenta la sociedad mexicana están íntimamente vinculados. Me refiero a los problemas ocasionados por la inseguridad generada por el narcotráfico, que a su vez se sostiene gracias a la desigualdad socioeconómica, falta de oportunidades para muchos jóvenes y a la corrupción. La intensa lucha contra los carteles que controlan y gestionan el narcotráfico se reporta diariamente en los medios de comunicación. El gobierno de los Estados Unidos que despliega una lucha sin cuartel contra el tráfico de drogas y contra la inmigración ilegal a ese país, ha reconocido los esfuerzos realizados por las autoridades civiles y militares mexicanas y los importantes resultados obtenidos.

Este primero de octubre la presidenta Claudia Sheinbaum cumplió el primer año del sexenio para el cual fue electa. Un análisis realizado por el diario ¨El Universal¨ publicado en su edición del día sobre las 227 ¨mañaneras¨ de la presidenta (sus ruedas de prensa diarias de lunes a viernes a las 7:00 am) celebradas durante los primeros 11 meses de su gestión revela que el énfasis estuvo en las mujeres, la seguridad, y las relaciones con Estados Unidos.

El narcotráfico existe en este país por su ubicación geográfica idónea para satisfacer la insaciable demanda que proviene de los Estados Unidos. La gran extensión territorial, su extensa frontera del Norte, sumados a la pobreza y falta de oportunidades en las zonas rurales aisladas han dado pie para que durante décadas los grupos organizados se extendieran, profundizaran y perfeccionaran los mecanismos de control del negocio de estupefacientes, construyendo una extensa red para fomentar, alimentar y mantener la corrupción.  Erradicar los carteles que controlan el tráfico de drogas y segmentos territoriales del país es una tarea que tomará años.

Actualmente los principales carteles activos son: el Cartel de Sinaloa, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel del Golfo, la Familia Michoacana, Los Zetas, el Cartel de Juárez y el Cartel de Tijuana. Manejan demasiado dinero; su presencia en los lugares que controlan es prácticamente omnipotente gracias al uso de modernísimas armas de todo tipo, especialmente de asalto (AR 15 o AK 47); y de tecnología de alta gama, tanto para las comunicaciones, transporte, vigilancia y ataque con drones similares a los que utilizan los militares mexicanos.  Cabe señalar que casi la totalidad del armamento utilizado proviene de los EE. UU. que según las estadísticas es el país del mundo donde existen más armas de fuego que personas (120.5 armas por cada 100 habitantes), donde comprar armas es relativamente fácil, al punto que en algunos estados es más difícil comprar bebidas alcohólicas, y donde no está tipificado como delito el transporte de armas.

En México, semanalmente caen abatidas decenas de personas de todos los bandos: víctimas civiles, delincuentes, y militares. Se estiman en decenas de miles los desaparecidos. En la agenda gubernamental es prioritario la captura de miembros de los carteles de droga, al punto que en agosto pasado se extraditaron hacia EE. UU. 26 presuntos delincuentes, que según Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, el operativo se realizó ¨en estricto apego a la Ley de Seguridad Nacional¨ y a solicitud del Departamento de Justicia de ese país, que de acuerdo con el funcionario ¨se comprometió a no solicitar la pena de muerte¨. Los principales capos que han sido extraditados se encuentran recluidos en prisiones de máxima seguridad, como la ADX Florence, en Colorado, la única de su tipo en el sistema penitenciario federal de Estados Unidos.

En la medida que caen presos o mueren los dirigentes de los carteles se intensifica la guerra de todos contra todos por el control y expansión territorial, lo cual incrementa la inseguridad ciudadana. No existe consenso ni cifra exacta sobre cuál es el porcentaje del territorio mexicano que controlan, pues es una situación cambiante y compleja. En muchas áreas el control es indirecto, logrado a través de la influencia sobre autoridades locales que son extorsionadas, muchas de las cuales terminan siendo víctimas fatales.

Como hemos señalado, las condiciones socioeconómicas que sostienen y dificultan la erradicación del narcotráfico en México están profundamente arraigadas en la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades económicas, y la corrupción. Según cifras oficiales, 38.5 millones (29.6% de la población) viven en condiciones de pobreza multidimensional, y 46 millones de personas (38% de la población) reciben ingresos debajo de la línea de pobreza. De éstos, 12 millones reciben ingresos inferiores a la línea de pobreza extrema, que son aquellas que disponen un ingreso tan bajo que aún si lo dedicasen por completo a la adquisición de alimentos, no podrían adquirir los necesarios para tener una vida sana.

De acuerdo con la clasificación de pobreza multidimensional, 7 millones viven en condiciones de pobreza extrema, y no es que no se esté haciendo nada para erradicar la pobreza. En su Informe al finalizar su primer año, la presidenta Claudia Sheinbaum dio cuenta de que más de trece millones de personas habían salido de la pobreza en el último sexenio.

Los más pobres son los más vulnerables y los más proclives a ser reclutados, a las buenas o las malas por las bandas delincuenciales. A las buenas entran los que se deslumbran por el dinero rápido, porque no aparece otra fuente de empleo o nada mejor, por el poder que otorga poseer un arma, por la red de servicios sociales y protección que los carteles ofrecen a sus miembros, y porque también se ha mitificado la figura del narcotraficante a través de los narcos corridos y los signos exteriores de riqueza.  A las malas entran otros tantos, obligados y cooptados so pena de muerte de ellos o sus familiares.

El partido en el gobierno, MORENA, desde el sexenio anterior presidido por Manuel Andrés López Obrador ha gobernado con el objetivo de erradicar la corrupción, enquistada durante décadas.  Ha habido adelantos importantes, reconocidos hasta por las autoridades norteamericanas, pero el flagelo está presente. En las últimas semanas se han destapado varios escándalos vinculados al llamado ¨huachicol fiscal¨, en los cuales se encuentran involucrados altos funcionarios militares y civiles. Se refiere al esquema de contrabando que consiste en importar combustibles a México de manera ilegal para evadir impuestos. Ha sido un descubrimiento reciente, pues el ¨huachicol¨ tradicional se refiere al robo físico de combustible de los ductos de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX).

El combustible utilizado en el país es de origen mexicano, pero refinado en los EE. UU., por el cual su precio es igual o mayor que allá.

En el acto donde se encontraban más de 400 mil personas en el Zócalo el domingo 5 de este mes para celebrar el primer año de gobierno, la presidenta enfatizó que la honestidad es la regla y quien robe irá ante la justicia, asegurando que en la 4T no hay cabida para la corrupción. La 4T o Cuarta Transformación es el proyecto político impulsado por MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) que procura erradicar la corrupción, reducir la desigualdad y fortalecer la soberanía nacional, implementado a partir del pasado gobierno de López Obrador. Según dicho concepto, las cuatro transformaciones históricas, o momentos clave de la historia mexicana que promovieron cambios profundos en la vida pública son: primero, la Independencia (1810-1821); segundo, la Reforma (1858-1861); tercero, la Revolución Mexicana (1910-1917); y la Cuarta T, el proyecto político de MORENA, que ahora se encuentra en el ¨segundo piso¨, pues simboliza la idea de construir sobre los cimientos que se establecieron en el sexenio anterior.

¨No te rajes, Guanajuato. ¨ Concluimos con esta arenga del cantautor mexicano José Alfredo Jiménez, de su canción ¨La vida no vale nada¨, que invita a no darse por vencido, a mantener la entereza y la dignidad ante los desafíos, como confiamos ocurrirá con México.

Ada Wiscovitch

Economista

Ada Wiscovitch Carlo nació en Puerto Rico. Ha vivido en Santo Domingo, República Dominicana desde 1969. La Sra. Wiscovitch Carlo estudió Economía en la Universidad de Puerto Rico (magna cum laude). A lo largo de su carrera, ha trabajado para bancos comerciales privados locales e internacionales. También ha sido Directora Ejecutiva de la Fundación Dominicana de Desarrollo, una ONG de microcrédito. Además de ser miembro de la Junta Directiva de ECLOF, fue miembro de la Junta Directiva de BanReservas, un banco comercial propiedad del gobierno dominicano, y fue la Presidenta de su Comité de Auditoría. Actualmente también es miembro de la Junta Directiva de SERVIR’D, una ONG jesuita, y de la Fundación por la Música, una fundación que promueve la educación musical para estudiantes superdotados. Es la Presidenta del Patronato del Parque Nacional Manantiales del Cachón de la Rubia, una de las áreas protegidas más grandes de Santo Domingo.

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