En el último censo está la prueba. Muchos teneres resguardados solo por pestillos, candados y la esperanza de que la ponchera de aluminio al caer o un ladrido provoquen despertar a tiempo para con un grito espantar al ladrón.  Proteger con armas de fuego tu vida, la de tus familiares y la propiedad de tus bienes contra ladrones no es posible para los civiles que no son ricos, enchufados, funcionarios y miembros de las fuerzas armadas o la policía.

Desde que el Dr. Balaguer impuso por decreto la reforma arancelaria en 1990, fue posible para la población comprar electrodomésticos y automóviles a un ritmo mucho mayor que en el pasado.  Altos aranceles, cuotas y bregar con unos trámites aduaneros diseñados con la premisa de que el importador es un enemigo de la patria impedían la entrada de esos bienes que nos sorprendía encontrar en las casas de los primos que vivían en Nueva York.

Tenares en el censo del 2022 presenta una situación distinta a la de los años en que las divisas eran para entregar subsidiadas a la importación de materias primas y maquinarias a las industrias nacionales. En el modelo de “crecer hacia adentro”, tal como explicaba la teoría y abundantes ejemplos, el sector industrial era consumidor neto de divisas en magnitud tan escandalosa que se convertía en lastre para las actividades exportadoras, el comercio importador y las finanzas públicas.

En la provincia Hermanas Mirabal, donde se encuentra el municipio de Tenares, los porcentajes de hogares que tienen estufa, nevera, lavadora de ropa y televisor superan el 80%.  La lavadora de ropa, un electrodoméstico que antes de los años noventa era símbolo de riqueza, se empezó a estrenar en las casas después de la apertura comercial.

La tenencia de celulares ha dado un salto significativo, alcanzando el 88% de los hogares a nivel nacional.

En el censo del 1993, esa pregunta de “teneres en el hogar” no calificó para entrar en la boleta del censo. Se incorpora en el 2010 y ahí encontramos a la provincia Salcedo con un 47% de hogares con lavadoras.  En Tenares, que para ese año está la información como municipio, es de 43%.   Para todo el país, el valor es mayor, 54%.

El uso de lavadoras era ya tan importante a nivel nacional que el Banco Central, en las encuestas de bienes y servicios para medir la inflación, encontró que pasaba el umbral para estar en la canasta de todos los quintiles y todas las regiones en el año 2010.

Ahora miren qué situación interesante: en la encuesta del 2020, para el cambio de canasta, ocurre también lo mismo, pero la lavadora tiene ahora una menor ponderación en cada uno de los quintiles y en el dato por regiones. Esto ocurre al mismo tiempo que el censo del 2022 revela que ahora el 83% de los hogares a nivel nacional cuenta con una lavadora.

¿No vio ahí operando la magia de los mercados libres y competitivos de crear bienes de consumo masivo cada vez a menores precios y de mejor calidad cuando encuentran un respiro para operar?

En otros teneres, el avance entre los dos censos es también dramático. En automóvil privado pasa de 15% a 24% para todo el país; y para la provincia Hermanas Mirabal (antes Salcedo), de 13% a 25%.  En el caso de los motores, curioso que el Censo del 2010 no lo individualizara; la provincia tiene un 56% de hogares con motores, superando por mucho el promedio nacional de 33%.

Tampoco está individualizada la tenencia de teléfonos celulares en el del 2010 (se reporta combinada con el teléfono residencial) en una relación que sorprende: tan solo 34 de cada 100 hogares respondió tener uno o los dos. Sin embargo, los celulares están en la canasta básica para todas las regiones y todos los quintiles en ese año. En todo caso, el del 2022 revela un salto grande al pasar ahora a 88% hogares con celulares en ambos casos (nacional y Salcedo).

Tremendo estos avances en la cantidad de bienes de las familias, pero es lamentable que estemos igual que hace sesenta años sin la posibilidad de contar con armas de fuego para proteger nuestros hogares.

La imposibilidad de los civiles para proteger sus bienes con armas de fuego sigue siendo una deuda pendiente del sistema político.

El Dr. Balaguer encontró en 1966 una ley que despojó a los civiles de ese derecho natural a defender su vida y sus propiedades contra criminales o de estar prestos para enfrentar gobiernos que se volvieran tiránicos. Al partido que armó a civiles en la lucha para restaurar el gobierno del 1963 se le olvidó ese detalle del 1978 al 1986.

A su retorno no la tocó por diez años; a su edad no estaba para cosa tan revolucionaria, pero ¡oh sorpresa!, han sido los revolucionarios, liberadores y modernos los que han complicado cada vez más la tenencia y porte de armas a civiles con interés en adquirirla para su defensa.

No hace falta complemento para el patrullaje, llamada al cuartel o al 911: “Yo te garantizo la seguridad”, explica cada ministro de interior que sabe, al igual que todos los anteriores, que la frase es una promesa de poner el mejor esfuerzo sin obligación de contrapartidas para reparar daños a víctimas provocadas por criminales felices de esa posición fundamentalista contra la autodefensa de la clase política.

José Alfredo Guerrero

Economista

Economista con experiencia bancos privados, públicos, entidades reguladoras, asociaciones empresariales y centros investigación.

Ver más