En concurrencia con otras provincias visionarias que como Peravia, San Cristóbal, Espaillat, Sánchez Ramírez, La Altagracia, y La Romana, construyen y aplican sus propuestas de desarrollo estratégico, Santiago continua la implantación de su agenda público-privada de progreso. Avanzamos, pero colaboramos con varios territorios para mejorar, aplicar y perfeccionar las enseñanzas-aprendidas en el Cibao.
Sin embargo, no todo lo que hemos hecho para impulsar el desarrollo de Santiago es correcto. Más considerado aún, hemos aprendido mucho de las certezas de otras provincias y municipios de esta isla.
La pasión e identidad de Baní y toda la provincia Peravia por su cultura, historias urbanas y religiosas, también por sus mangos, playas, dunas y su reconocida capacidad agroindustrial. La potente vocación agropecuaria y preservadora de la democracia y el municipalismo de Moca y Espaillat donde la concentración de la población, todavía es rural. Asimismo, la identidad mágico religiosa, turística e inmobiliaria de Higuey, Punta Cana, Cap Cana, Miches y La Romana.
También, el peso de la gestión hidráulica e hidroeléctrica sujetada a la cuenca Nizao y la Presa de Valdesia en San Cristóbal y su identidad con la Constitución dominicana, en una provincia donde nació y creció, el político más violador de la carta magna del país, Rafael Trujillo; que a su vez acumula miles de historias turísticamente atractivas, tal como todavía hace Galicia con el dictador Francisco Franco.
Igualmente, la beneficiosa, pero asimismo riesgosa concurrencia entre la presa Hatillo y todo el capital minero de los yacimientos de oro y su explotación en Sánchez Ramírez-Cotuí. Son identidades históricas que facilitan que en esos territorios, la planificación estratégica pueda abrir ampliamente sus alas con sello propio.
Espacios territoriales de esta isla, como mucho otros, donde el sentido de identidad y pertenencia afianzará la planificación y el ordenamiento territorial como herramientas de desarrollo.
Nos mantenemos en colaboración con senadores, gobernadores y alcaldes, empresarios y líderes de la sociedad civil, que señalan a Santiago como el modelo a seguir. Se impone entonces, trasbordar herramientas a las provincias y municipios, no como enlatados consumibles, formulas mágicas o elaboraciones aceleradas, si no para que se apliquen de forma innovadora, añadiéndole valor a sus planes estratégicos en proceso de formulación o implementación.
Guardando la distancia por la magnitud universal de la revolución francesa, pero destacamos que así como aconteció con la transformación de la economía y los derechos humanos, impulsados por este cambio democrático en Europa a finales del siglo XVIII, también sucede con la planificación estratégica territorial.
En Europa, las transformaciones institucionales no fueron tales, hasta que las monarquías y principados de Europa, se rindieron ante las estrategias militares de Napoleón, los versos de la Marsellesa y la música insurrecta de Beethoven. Por ejemplificar tres íconos culturales y científicos-militares de este proceso.
Recordamos, que hasta que las burguesías y los comerciantes europeos no conquistaron el poder, y asimismo suprimieron los privilegios de la nobleza que imperaban desde la Edad Media, la revolución francesa no echó raíces. Igualmente, hasta que no se derrumbaron las monarquías para hacer desaparecer el peso político de la aristocracia rancia en la población, el cambio revolucionario francés no maduró.
Santiago tiene que profundizar sus cambios para que sean irreversibles. Asimismo, diversas provincias y municipios, teniendo una guía general, debieran articular territorios y sociedades para que sus planes estratégicos, puedan concretar proyectos de impacto.
No hay plan estratégico que sirva, si no hay al menos, un proyecto emblemático que lo exprese. Siempre tiene que existir una práctica exitosa que valide la teoría que se defiende y divulga como evangelio.
No es hacer planes estratégicos por hacerlos, sino conquistar los auténticos representantes de las comunidades privadas y organizaciones de la sociedad civil, para que ellos juntos a sus ayuntamientos, senadores, legisladores y gobernadores, impulsen la movilización de recursos para su desarrollo.
STRATEGIUS como colectivo de investigadores y consultores, prepara una Guía General de Planificación Estratégica y Desarrollo Territorial (Guía-PEDT), basada en los éxitos notables, pero también en los errores de los planes estratégicos de desarrollo de Santiago 1990-2030, e Iberoamérica.
Importa, hacer avanzar el empoderamiento de la sociedad civil y el empresariado santiaguero en el contexto de sus proyectos en implantación concreta. El exitoso rescate del río Gurabo en proceso, impone la formación de un consejo ciudadano de gestión, cuidado y protección.
Asimismo, los avances del Jardín Botánico, el Parque Central, del sistema de movilidad y transporte del monorriel y teleférico, la efectiva gestión de residuos sólidos y programas de protección de grupos excluidos y vulnerables, los nuevos centros de cultura, educación y salud reconstruidos, son algunos de los proyectos exitosos que requieren órganos ciudadanos de protección.
Más de 10 leyes, desde la 66-97 de educación, 41-00 de cultura, la 64-00 de medio ambiente, la 42-01 de salud, la 368-22 de ordenamiento entre otras, establecen herramientas de participación que son utilizadas en Santiago. Aspiramos a cimentar por ley, un sistema de participación social en planificación estratégica territorial y proyectos de desarrollo.
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