Escribe ese discurso.
Nos hará bien leer tus reflexiones
sobre el puente que representas entre el pueblo originario
y la ciudad
donde nos encontramos para tomar un jugo
y ver a los transeúntes en el parque de enfrente
mientras tú explicas su alfabeto
y su manera de honrar a sus muertos
y cómo expresan sus deseos para el bien del otro
y la vida compartida, el amor a Dios
y cómo resuelven conflictos,
juzgan crímenes.
El pueblo unido como jueces
para considerar el acuerdo previo de recompensa
y una condena y un perdón comunitario.
La sangre derramada reconciliada
para que el pueblo pueda continuar
con sus labores en la tierra y el hogar
criando hijos y cuidando su bosque:
el orden orgánico.
¿Es posible recuperarlo?
¿Existió alguna vez en un pueblo escondido
en la selva que entró en vías de extinción?
¿Cómo convertirnos en aquel pueblo
aquí en medio centro enfrente del parque?
¿Cómo salvarnos de las vías?
Compartir esta nota