Yo no existo. Y, conmigo, otros once o doce periodistas de los que conozco (talvez quince o, a lo sumo, diecisiete) confiesan orgullosamente que tampoco existen. Somos seres absolutamente ficticios. Somos una mentira más de la prensa nacional, de la que generalmente nos burlamos por lo bajo, porque conocemos al dedillo sus inconfesados pecados. Nos llaman "los jodones", "los tercos", "los rosca izquierda", "los difíciles". Somos seres terriblemente chocantes e inconformes…pero felices. (Dedicado con inmenso cariño a mis colegas que nunca se han quebrado. Ni por dinero. Ni por promesas. Ni por halagos).

Ramón Colombo

Periodista

Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.

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