No hay pueblo más fácil de dominar que el reo del empobrecimiento, la ignorancia, la identidad sepultada y la dispersión.
Esas características las tiene Pedernales, provincia dominicana del extremo suroeste fronterizo con Haití, donde existe Cabo Rojo, ahora el epicentro de una miniciudad turística que, según el Gobierno, se levanta desde cero, con apego a los parámetros del turismo sostenible y sin los errores de origen en los polos de Punta Cana, Puerto Plata, Juan Dolio y Boca Chica.
De aquellas debilidades, el hondo conformismo predominante hoy. Pernicioso para el pueblo; “virtud”, para interesados en manipularlo.
Esta comarca a 307 kilómetros del Distrito Nacional vive ajena a la alerta que manda la coyuntura actual sobre el punto de inflexión representado por el vuelco repentino desde la cultura minera (bauxita y caliza) y agrícola hacia el turismo impulsado por el Gobierno mediante alianza público-privada.
APATÍA POR LA INTEGRACIÓN
Hace cuatro años que el proyecto de destino turístico está en ejecución bajo paradisíacas promesas oficialistas de bienestar general que, empero, ya dan señales de disipación dignas de corrección urgente.
No basta con el “derrame” natural del fenómeno social turismo que activa el menudeo, si el aspiracional es turismo sostenible y el desarrollo integral, que no solo crecimiento económico.
En lo local, no obstante, no hay aún señales de formación de una asociación para el desarrollo que integre todos los actores de la provincia con sensibilidad social, sin mediar colores políticos, comenzando por los “ausentes”.
Una organización activa que sea veedora del proceso, reclame al Gobierno la condición de interlocutora válida, participación de representantes en los organismos de decisión y el cumplimiento del objetivo de desarrollo integral de la provincia planteado.
Las quejas sobre la no participación social real en el proyecto y desatención a las prioridades de los dos municipios, Oviedo y Pedernales, crecen cada día más en todos los corrillos locales. Sin canalización de esas inquietudes, temprano o tarde estallará el caos sin retorno (delincuencia, crímenes, drogas, pedofilia, mafias, irrespeto generalizado, desorden en el tránsito, carestía insufrible).
Nada conveniente para el futuro del proyecto y la misma imagen gubernamental; no obstante, hay mucha indiferencia frente a estos reclamos.
En el ambiente resalta el afán del uso del poder para imponer una narrativa mediática sobre la perfección de las acciones oficiales y la salvación de un pueblo que —desde una perspectiva errónea— ha vivido su vida en las cavernas.
El modelo comunicacional asumido es tan estéril como obsoleto y costoso. Siembra incertidumbre e incredulidad allí donde se necesita información veraz y oportuna, nunca manipulación. Es la asunción de un “pretaporté” que se caracteriza por ser vertical, autoritario, subestimador de rol protagónico que debería tener la comunidad, mediante la creación de burbujas.
En la realidad local destaca, sin embargo, un desnivel mayúsculo entre la celeridad de la construcción de obras relacionadas con el proyecto respecto de imperiosas necesidades locales.
Ejemplos: La reconstrucción de la vital carretera Enriquillo-Pedernales (74 km), iniciada en 2021, única vía de acceso a la provincia, va a pasito lento, como si fuera innecesaria, sin que nadie informe sobre la terminación.
A mediados de abril de 2021, el administrador del proyecto que ejecuta la empresa Andalar International, Luis Gómez, dijo que “la orden del presidente ha sido determinante; es para entrarle con todo el pie para allá; las curvas se van todas (más de 60), por orden del mismo presidente. Por fin, tenemos un presidente que se preocupó por esto”.
No han comenzado la construcción de la histórica carretera alternativa e histórica Aceitillar-Puesto Escondido, Duvergé, a través de la Sierra de Baoruco.
No hay plan para edificar proyectos habitacionales para aminorar el déficit de viviendas y desarrabalizar las periferias. Tampoco para sustituir las irrecuperables viviendas hechas por el ingeniero Wascar Tejeda Pimentel durante el gobierno de Trujillo, tras la destrucción causada por el huracán Katie de 1955.
Nada de atender el socorrido reclamo de un nuevo edificio de oficinas públicas; el actual construido por la gestión de Joaquín Balaguer en lugar del arrasado por el huracán Inés (1966). Tampoco halla oídos oficiales la demanda popular de un centro cultural y la academia para bellas artes, ni de la reconstrucción de los estadios (beisbol, softball, pequeñas ligas). Ni para las vías hacia las zonas agrícolas de las montañas, ni para atender la situación desesperante de productores de Los Olivares, que pierden cada año la producción de mangos.
Siguen pendientes el impulso del turismo comunitario, una cultura de prevención y con ella una atención primaria en salud efectiva que alargue la vida de la gente con buen estado biopsicosocial.
No hay un plan maestro de la provincia que describa y explique qué somos, dónde estamos, a dónde queremos llegar y cómo.
UNA MUESTRA
El 26 de mayo de 2022, en un resonante acto en Cabo Rojo, el presidente Luis Abinader formalizó el comienzo del proyecto de desarrollo turístico por un monto de 7,000 millones de pesos.
Ante el director de Autoridad Portuaria Dominicana, Jean Luis Rodríguez, ejecutivos de la empresa responsable de la conversión del muelle, ITM Group, ejecutivos de Taíno Bay, integrantes del gabinete, empresarios del sector, funcionarios y dirigentes del oficial Partido Revolucionario Moderno, el mandatario hizo una advertencia:
“… Estoy convencido de que este gran desarrollo no es solo hotelero o inmobiliario o de cruceros… No puede existir ningún progreso real si no afecta a todos los dominicanos y dominicanas… Por eso me quiero detener en este punto y destacar la importancia que tiene la institución portuaria de que actúe con responsabilidad para trabajar por los sectores que hacen vida en nuestras costas”.
La terminal comenzó a operar el 4 de enero de 2024 con la llegada del Pearl, de la Norwegian Cruise Line, (2, 500 cruceristas a bordo). Desde esa fecha hasta abril de este año, habían llegado 41,642 cruceristas en 14 embarcaciones. Las autoridades estiman que el 2025 totalizará 130,000 viajeros.
Más allá de los números fríos, testimonios de los pueblanos son poco favorables a la dinámica en Port Cabo Rojo. Critican la procedencia de los empleados contratados, la asignación de las tiendas, la falta de información sobre el itinerario de llegadas, de cruceros y el bajo número de cruceristas que llegan a los municipios.
Cecilia Barría, de BBC News Mundo, ha tratado de poner en escena algunos ángulos sobre la realidad del proyecto en el reportaje colgado el 19 de noviembre Cabo Rojo, el polémico megaresort turístico que se construye en una de las zonas más pobres de República Dominicana (y las críticas que genera).
Bien por la visibilización de ese poderoso medio del Reino Unido, pero, aceptada su intención de acercarse a la realidad real del turismo Pedernales, además del énfasis en las fuentes oficiales (funcionarios y técnicos privados), habría ayudado a contextualizar el aterrizaje en el centro del dolor, la comunidad, para vivir la experiencia y documentarla.
Mirar, por ejemplo, si rondan amenazas de gentrificación y turistificación, fenómenos que provocan problemas de convivencia social en otros destinos del mundo. Mirar, por ejemplo, el nivel de influencia del enfoque del turismo solo como industria que produce dólares, no fenómeno social, en contraposición con la aspiración colectiva del turismo sostenible.
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