En un paso significativo hacia el fortalecimiento del sistema de salud preventiva, el Ministerio de Salud Pública de la República Dominicana ha incorporado recientemente tres nuevas vacunas al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI). Esta inclusión ha pasado relativamente desapercibida; representa un avance trascendental en la lucha contra enfermedades infecciosas que afectan a niños, adolescentes y adultos mayores. Esta medida está orientada a mejorar la calidad de vida de la población, reducir la carga de enfermedades prevenibles y acercarse a los estándares de países con sistemas de inmunización más robustos.

Vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). Aplicada a niñas, la vacuna contra el VPH ahora se extiende a los niños varones de 9 a 14 años. Esta decisión está alineada con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que promueve la vacunación universal contra el VPH para reducir los riesgos de varios tipos de cáncer relacionados con este virus.

El VPH es responsable no solo del cáncer de cuello uterino en mujeres, sino también del cáncer de pene, ano y orofaringe (garganta) en hombres. Al vacunar a ambos sexos antes del inicio de la vida sexual, se interrumpe efectivamente la cadena de transmisión y se genera inmunidad colectiva, protegiendo a quienes no han sido vacunados. Su esquema será 2 dosis para niños y niñas de 9 a 14 años y 3 dosis para mayores de 15 años o personas inmunocomprometidas, administradas con un intervalo de 6 a 12 meses.

Vacuna hexavalente acelular. Protege contra seis enfermedades graves con una sola inyección: poliomielitis, difteria, tétanos, tosferina (pertussis), Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y hepatitis B.

Este tipo de vacuna, utilizada ampliamente en países desarrollados, representa un avance en términos de seguridad, eficiencia y comodidad tanto para los pacientes como para el personal de salud.

Ventajas: menor número de inyecciones, lo que reduce el dolor, el llanto en los bebés y el rechazo a futuras vacunas; menores efectos secundarios gracias a su formulación acelular (usa fragmentos purificados del agente infeccioso, en lugar de la célula completa) y facilita la logística sanitaria, al requerir menos almacenamiento, manipulación y administración. Se administra a los 2, 4, 6 y 18 meses.

Vacuna conjugada antineumocócica. La Prevenar 20 es una versión mejorada de la anterior, donde se añaden seis nuevos serotipos, que ahora se suman a los 13 de la versión anterior, Prevenar 13, y proporciona protección contra 20 serotipos de la bacteria Streptococcus pneumoniae, causante de neumonía, meningitis, otitis media y sepsis.

Mejora la respuesta inmunológica, particularmente en niños pequeños y personas mayores, quienes tienen sistemas inmunes más vulnerables.

En personas mayores de 65 años, la neumonía es una de las principales causas de hospitalización y muerte. El neumococo es la bacteria más comúnmente implicada. Por ello, se ha iniciado la vacunación de adultos mayores en hogares de larga estancia; pri, es justo reconocer el compromiso del Presidente Luis Abinader, del Ministro de Salud Pública, Dr. Víctor Atallah, y de la Dra. Lucía Vargas, directora del PAI, por este esfuerzo, priorizando a los más frágiles.

Aplicación pediátrica: Se incorporará al esquema infantil, administrándose a los 2, 4, 6 y 18.

Por ello ha permitido al país colocarse entre los primeros de América Latina en implementar la incorporación de estas tres vacunas. La vacunación no solo salva vidas, sino que reduce los costos del sistema de salud, mejora el rendimiento escolar y laboral, y genera un impacto meses, lo que permitirá reducir de manera significativa la morbilidad por neumonía infantil. Social positivo a largo plazo.

El reto ahora es asegurar una adecuada difusión, concienciación y cobertura, para que estas herramientas lleguen efectivamente a todos los sectores de la población, sin distinción.

Jesús Feris Iglesias

Médico

PEDIATRA INFECTOLOGO, Maestro de la Pediatría por la Sociedad Dominicana de Pediatría; Maestro de la Medicina por el Colegio Médico Dominicano; Profesor Meritísimo de la UASD; Investigador Científico del país, 2020; Investigador Científico de la UASD, 2020; Miembro de número de la Academia de Academia de Ciencias de la República Dominicana. Profesor Meritísimo de la UASD. Premio Nacional de Investigación por el MESCyT y la UASD. Fue Superintendente de Salud y Riesgos Laborales

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