Santiago se vistió de gala hace días al ser anfitrión del esplendido ceremonial que montó el Banco BHD para premiar, en el marco de su programa “Mujeres que cambian el mundo”, a once mujeres de destacada responsabilidad social. Ahí se rebeló que un 64% de los titulares de cuentas en el banco son mujeres, lo cual sugiere pertinencia estratégica al mezclar responsabilidad social con atención a un importante segmento del mercado bancario. La ocasión recordó el infame olvido de los merecimientos de Chepita Perez, una figura de enorme dimensión histórica en las luchas por nuestra independencia. Con su accionar las premiadas del BHD cambian el mundo actual, mientras Chepita cambió valerosamente nuestra historia.

Representación de la firma del Juramento Trinitario en la vivienda de Chepita Perez.

Sería controversial encumbrar a Chepita como la figura femenina más trascendente de nuestra historia republicana. Para disputarle la presea ahí están, por ejemplo, Maria Trinidad Sánchez, Concepción Bona y Juana Saltitopa. Pero Josefa Pérez de la Paz, alias Chepita, sobrepasa los aportes de las mencionadas heroínas porque, corriendo el riesgo de perder la vida, proveyó la vivienda donde Juan Pablo Duarte y sus otros ocho compañeros firmaron con sangre el Juramento Trinitario, el acta de nacimiento de nuestra independencia. Ese lunes 16 de julio de 1838 quedó también creada la Sociedad Patriótica La Trinitaria.

Fachada-actual-de-la-vivienda-de-Chepita-Perez-con-busto-de-Duarte-en-la-misma
Fachada actual de la vivienda de Chepita Perez, con busto de Duarte en la misma.

Juan Pablo Duarte había escogido ese día por ser día de la Virgen del Carmen y, a sabiendas de que habría una concurrida procesión, consideró que esa vivienda sería más conveniente para guardar el secreto que hacer la reunión en un lugar apartado o en horas de la madrugada. Con una activa vigilancia, Chepita, madre de Juan Isidro Perez, uno de los convidados, protegió la clandestinidad de la reunión evitando que fuera descubierta por los soldados haitianos que deambulaban por los alrededores. La vivienda ha sido bautizada como la Casa de la Trinitaria y “en la práctica ha funcionado como biblioteca y/o pequeña sede museográfica dedicada a la memoria trinitaria (en listados turísticos aparece como Biblioteca La Trinitaria).”

Ese acto de valentía por parte de Chepita le ha ganado ciertos reconocimientos. Su busto aparece, por ejemplo, en la galería de los personajes más importantes que ayudaron a crear la república, la cual esta ubicados en el Parque Independencia.

Busto-de-Chepita-Perez-en-el-Parque-Independencia-de-Santo-Domingo-600x728
Busto de Chepita Perez en el Parque Independencia de Santo Domingo.

En marzo del cursante año el Tribunal Constitucional también rindió homenaje a la excelsa figura en el marco del Día Internacional de la Mujer, declarándola un “fiel retrato del patriotismo, pues fue una mujer aguerrida y comprometida con los valores y principios del derecho fundamental a la libertad y la soberanía de la nación.” Sin embargo, la que fue su vivienda y cuna de nuestra nacionalidad es en la actualidad un lugar vandalizado a quien nadie le presta atención y mucho menos acude en socorro de su conservación. La calle Arzobispo Nouel No.255 del Centro Histórico de Santo Domingo constituye hoy día una indecorosa afrenta a lo que califica como la principal reliquia histórica de nuestra época republicana.

¿Quiénes son los responsables de tan desgarradora desidia frente a la excelsa dignidad del lugar donde nació nuestra república? Una indagación preliminar arrojó el dato de que la Iglesia del Carmen ha tenido la custodia de ese sacrosanto lugar y que el vandalizado interior, con libros y muebles tirados en el suelo, se originó en tiempos de la pandemia. Pero ni la Iglesia ni ningún organismo del Estado ha reparado en la necesidad de rescatar y poner en valor el sitio. La desconcertante inercia acusa tanto a la Academia Dominicana de la Historia, la Comisión de Efemérides Patrias, la Direccion Nacional de Patrimonio Monumental, así como el Archivo General de la Nación y a la misma Direccion General de Bienes Nacionales. Hay reportes de que el Instituto Duartiano intentó hace años tomar el control para ocuparse de su conservación, pero eso no se materializó por sucesos impredecibles acaecidos a los personajes eclesiásticos de entonces.

Entre las entidades estatales mencionadas sería el Instituto Duartiano la que más incumbencia ofrece. La Ley No.127-01 que lo creó asigna a la entidad la potestad de evaluar y aprobar o desaprobar todo lo concerniente a los buscos, estatuas, pinturas, iconos y otras representaciones que reproduzcan la imagen del Padre de la Patria. De ahí que lo primero seria que el Instituto lograra que la custodia y conservación de la vivienda de Chepita le fuera asignada de manera oficial por decreto presidencial, una vez se haya convenido con la Iglesia Católica que debe traspasar su rol al Instituto. Para eso se requiere que la Iglesia reconozca que la Constitución nuestra establece que el Estado Dominicano es laico y, en consecuencia, una reliquia tan medular para nuestra historia republicana debe descansar en manos del Estado.

En caso de que el Instituto Duartiano no acometa el proyecto la otra alternativa es que un grupo cívico lo haga, asumiendo que por diligencias amigables consiga la aprobación de la Iglesia. Una organización adecuada sería el Movimiento Feminista Hermanas Mirabal (MFHM), en alianza estratégica con los ministerios de la Cultura y de la Mujer, incluyendo también un apoyo técnico de ICOMOS. De esa manera vincularíamos el coraje virginal de Chepita en su lucha por la independencia con la pureza y valentía de las Hermanas Mirabal, quienes ofrendaron sus vidas en la lucha por la libertad. Tal vinculación demostraría que las grandes hazanas históricas son dignas de un reconocimiento especial. Y estas figuras son de mujeres que cambiaron la historia.

Es muy posible que la razón del actual abandono de la vivienda en cuestión se deba a que ninguna entidad, ya sea estatal o cívica, dispone de los fondos necesarios para la intervención requerida del inmueble. (Un estimado informal seria RD$3 millones, dependiendo de la concepción de la obra de rescate y puesta en valor.) A pesar de la honrosa practica del Banco BHD de reconocer los valores femeninos en materia de responsabilidad social, no parece apropiado solicitar que esa entidad asuma el patrocinio. Una reliquia de esa naturaleza y significación no debe mezclarse, a través del patrocinio, con ninguna entidad comercial. Lo ideal es que grandes entidades comerciales contribuyan con sus donaciones al fondo que debe crearse, pero sus contribuciones solo se reconocerían en una tarja de merecimientos.

La entidad FlorHisto, un proyecto que originalmente pretendía masificar la presencia de las flores en el Centro Histórico, esta dispuesta a donar RD$287,000 al proyecto de Chepita. Ojalá y algunos lectores calificados nos contacten para estos fines.

Juan Llado

Consultor económico

Con entrenamiento universitario en los campos de la psicología, las ciencias políticas, la educación y la economía, obtuvo títulos universitarios en EEUU y se desempeña actualmente como consultor económico y articulista. Su experiencia de trabajo ha sido diversa, incluyendo misiones de organismos multilaterales y gerencia de proyectos internacionales. El principal hobby es la investigación y las tertulias vespertinas en el Centro Histórico de Santo Domingo. Aunque no partidarista y un libre pensador, ha abrazado últimamente la causa de la alternancia en el poder como requisito cumbre para fortalecer la democracia dominicana.

Ver más