Este fue el nombre elegido para este Camino, pero luego de la experiencia pudiera ser el Camino del desapego, de la desconexión, del reconocimiento de la sombra, de la profundidad interior.

Hacer el Camino era una de las cosas que tenía en mi lista de pendientes, es algo que solemos hacer a medida que vamos cumpliendo años, revisar sueños, anhelos, deseos no cumplidos vinculados a la vida en general, pero debo reconocer que a pesar de tenerlo ahí, el que fuera en este momento un poco me tomó de sorpresa, pero me dejé llevar, María Luisa Martínez, la maestra de yoga hizo la invitación y yo solo dije Sí. A partir de ahí todo fue fluyendo sin inconvenientes y entendí claramente el mensaje de la vida de que este era el momento, la verdad es que le he tomado el gustito a dejarme sorprender por la vida.

Se armó el grupo, la ruta, los alojamientos, el equipo necesario, en fin, toda la logística, que es mucha y nos embarcamos en la aventura. Un grupo diverso de 6 mujeres maduras, fuertes, independientes y con determinación. Un grupo multicultural con 3 dominicanas que vivimos en la isla; una en el Cairo; una española que vive en Canarias y una francesa que vive en Bonao, RD.

En el plano descriptivo hicimos la ruta Portuguesa por la Costa, llegamos a 17 destinos, entre ellos ciudades grandes como Porto en Portugal o Pontevedra en España; pueblitos pequeños como Briallos y hasta aldeas. Estuvimos alojadas en 7 casas rentadas; 4 hostales; 2 pensiones residenciales; 1 casa rural y 1 albergue. Hicimos un recorrido de 280 Kms. según consigna nuestra certificación oficial.

Solo decir que, tomado como experiencia espiritual, es único y poderoso

Esta variedad de destinos implicó tener que andar con lo necesario sobre las espaldas ya que la mayoría de las veces no fue posible llevar el maletín de viaje al próximo destino y teníamos que arreglárnosla para cargar a veces con lo necesario para 3 o 4 días; así que el ejercicio de soltar inició rápido en la ruta, lo que lleváramos de más, pesaba, de manera que había que dejarlo en ese destino y así nos lo propusimos algunas. Yo fui dejando sandalias, accesorios, equipos y hasta medicinas. Perdí prendas, con lo cual entendí que ya tenía que despedirlas, en fin, este fue un gran ejercicio que me hizo ver que tengo más de lo que necesito y todo me carga, me pesa, no solo en el plano físico sino en el emocional y mental.

La increíble resistencia del cuerpo humano fue para mí una certeza reconfirmada, los tramos más largos, 23 Kms. o más me hacían dudar de que mis rodillas, mis empeines, mis piernas podrían lograrlo y siempre lo hacían, increíble esta experiencia. Se ha despertado en mi un gran agradecimiento y respeto a este cuerpo que me sostiene y me permitió llegar. Este reconocimiento nos llevó a amigarnos con él, a hacernos cómplices de su esfuerzo y cuidarlo al llegar a cada estancia. A pesar de las aguas frías del Atlántico, siempre buscábamos playas para restaurarlo, el mar introducido y disfrutado como un proceso de adaptación lo aliviaba, lo calmaba y lo restauraba. Cuando no teníamos playas, hicimos baños de  tina  con sal si nos tocaban y las compartíamos con las demás; cuando ni eso,  una cubeta de lavar o trapear servían para reestablecerles y poder continuar a la mañana siguiente. De igual modo hidratar los pies y las piernas constantemente, usar sandalias para que respiraran luego de tantas horas apretados en los zapatos. Además haciendo yoga, meditación, estiramientos, yoga nidra, una rica comida, un buen vino, una salida en humor, alegría o travesuras, nos restauró el cuerpo y el alma muchas veces. El cuerpo ganó protagonismo y hoy me he quedado con un mayor compromiso de priorizarlo, cuidarlo y escucharlo siempre.

Las respuestas descontroladas y la irritabilidad producto del cansancio, el dolor, el miedo a no poder logarlo y enfrentarnos a nuestra propia vulnerabilidad, fue también un gran aprendizaje. Cada una en su momento lo vivió en si misma o en alguna otra. Eso de ser espejo unas de las otras fue un gran contexto clínico ineludible para mí y para cada una. Conversar, reflexionar, calmar, pedir disculpas, comprender, mirarnos unas en las otras fue genial y de mucho crecimiento.

Caminar en silencio la mayor parte del tiempo fue mi meta desde el principio, recibí el gran regalo de amor de ser aceptado por el grupo.  Poner distancia adelantando o atrasando el paso, para hacer silencio primero verbal y luego mental, dejarme llevar por el sonido hipnótico de mis propios pasos en la arena me alejaban del contexto y me permitió entrar al camino interior. El cariño y el respeto de mi hermana, quien fue mi compañera de habitación y que el azar nos confirmó todas las veces que el propósito era estar juntas, pero cada una con su sello personal. Ella me permitió el acto “egoísta” de no tener wifi para lograr desconectarme del mundo. En un ejercicio continuo de modulación de nuestras esencias logramos estar en una hermosa intimidad e individualidad en cada uno de los alojamientos.

Tiempo antes de irnos preparé con cariño y esmero mi cuaderno para ir llevando la bitácora de esta gran experiencia. Escribir me ayuda a pensarme y cada noche escribí pues cada día tenía la intensidad suficiente para hacer que el anterior se olvidara. Hoy tengo conmigo cada tramo, cada experiencia y cada aprendizaje para el resto de mis días.

Cada Camino es particular y seguro que hubo muchos más aprendizajes, pero estos son los que este espacio de los artículos me permite compartir. Solo decir que, tomado como experiencia espiritual, es único y poderoso este Camino que al llegar a Santiago y luego a Finisterre ya te ha roto, te ha levantado y te permite celebrar todas las batallas libradas personales y colectivas.

Solange Alvarado Espaillat

18/octubre/2025

Solange Inmaculada Alvarado Espaillat

Psicóloga y Terapeuta Familiar

Psicóloga y Terapeuta Familiar en su consultorio privado desde 1999. Directora del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia de la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional. Autora de dos libros para la Procuraduria Fiscal del Distrito Nacional y una publicación personal: “Violencia contra la Mujer, Modelo de Intervención Integral” “Heroínas en Lienzos, Palabras y Sueños” "Guía Práctica para la Familia Actual, de mi consulta y mis vivencias"

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