En los registros eclesiásticos de la provincia de San Cristóbal correspondientes a los años 1824-1855 indexados por los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, aparecen registros de una serie de apellidos relacionados a los ingenios y a la población esclavizada. Sorprende que varios años después de haberse abolido la esclavitud, en épocas tan lejanas como 1837 o 1849, todavía existan registros que indiquen como apellido el apelativo a la etnia africana de procedencia y que el lugar de origen de algunos de los ciudadanos registrados se encuentre en África. ¡27 años después de la abolición!

Este es el caso del apellido Parreño. En 1824, Francisco Parreño, venido de Guinea, se casa con María Merced Villaseca, de nación Conga, posteriormente queda en la viudez y vuelve a contraer matrimonio el 6 de octubre de 1848 con Antonia Fuentes, según el acta, hija de africanos.

El 30 de junio del 1839 el sacerdote Juan de Jesús Fabián Ayala se dirige a la residencia de Francisco Parreño, de unos 40 años, quien se encuentra en cama, para confesarlo conforme al ritual católico Según consta en al acta, convivía desde hacía tiempo en público contubernio con Juana Evangelista Campusano, hija de Catalina Campusano.

El 8 de enero del 1840 Andrés Parreño, africano, se casa con Olaya Carmona. Olaya y Andrés tuvieron al menos 7 hijos: Cipriana, Hemeterio, Bruna, Pedro, Ramona, Tiburcia y Carlota El 23 de noviembre 1861 su hija Carlota Parreño se casa con Andrés Parreño.

El 29 de mayo de 1842 Antonio Parreño, procedente de África, de padres desconocidos, se casa con Manuela Parreño, también africana. Fueron sus testigos Juan Oven y Petronila de Peña.

El 30 de mayo de 1842 Juan Pablo Parreño, se casa con Juana Evangelista, ambos africanos. Fueros sus testigos Silvestre Montas y Juan Francisca Campusano.

El 04 de junio de 1842 José Parreño, africano, se casa con Merced Peguero. Declararon como hijo a Eugenio Parreño.

El 16 de junio de 1842 José María Parreño, africano se casa con María Candelaria de Lara, hija natural de Josefa de Lara, fueron sus testigos Juan Eusebio Cariet y Concepción Baldes.

El 16 de junio de 1842, Tomás Parreño, africano, se casa con Agustina Guerra, hija natural de Betania Guerra, fueron sus testigos Pedro Marcial y María de la Paz.

El 17 de junio de 1842 Pedro Parreño, africano, de padres desconocidos, se casa con María Ramona Garabitos, hija de José Garabitos y María Rosa de Lara. Fueron testigos Juan de León y María Altagracia Andújar.

El 25 de junio de 1842, María Parreño, africana, se casa con Francisco Pérez.

Estos ciudadanos portadores del apellido Parreño, se encuentran en actas posteriores, declarando hijos y contrayendo matrimonio. Este grupo inicial, más que familiares parecieran pertenecer a un mismo grupo unidos por su situación social o lugar de procedencia, el caso por ejemplo de Antonio Parreño que se casa sin dispensa con Manuela Parreño permite inferir que no se trata de familiares.

Los portadores del apellido Parreño, con alta presencia todavía en la provincia de San Cristóbal, tienen grandes posibilidades de establecer su línea ascendente hasta llegar a su ancestro esclavizado. Ojalá se motiven.

Duleidys Rodríguez Castro

Duleidys Rodríguez Castro es filósofa egresada del Instituto Filosófico Pedro Francisco Bonó. Posee una maestría en Filosofía en el Mundo Global por la Universidad del País Vasco. Es coleccionista especializada en historia de la educación dominicana. Desde hace 17 años se desempeña como profesora de Literatura.

Ver más