La Junta Monetaria autorizó el 13 de junio una amplia liberación de encaje legal por un total de RD$81,000 millones, como parte de un paquete de estímulo monetario destinado a reactivar la economía dominicana. Esta medida, tal como lo establece el Banco Central, busca revertir la desaceleración observada en la actividad económica durante el primer cuatrimestre del año, incentivando el crédito, el consumo y la inversión productiva.

Este paquete fue estructurado en tres componentes principales:

  1. RD$50,000 millones en nueva liberación de encaje legal.
  2. RD$14,000 millones correspondientes a recursos liberados en medidas anteriores (noviembre 2023).
  3. RD$17,000 millones de Facilidades de Liquidez Rápida (FLR), cuyo vencimiento fue extendido por 6 meses.

La vía es canalizar dichos fondos por medio de los intermediarios financieros en favor de los sectores productivos como MIPYMES, construcción de viviendas, manufactura, agroexportación y comercio, a través del sistema financiero, con una tasa máxima de interés del 9 % anual y un plazo de hasta 2 años.

Al cierre del año 2024, la economía dominicana mostró un crecimiento real del PIB de 5.0 %, acompañado de una inflación interanual moderada de 3.4 %. La política monetaria mantuvo un sesgo expansivo, con una tasa de referencia descendente situada en 7.0 %, mientras que el tipo de cambio promedio se ubicó en RD$58.8 por dólar estadounidense. Las reservas internacionales alcanzaron los US$13,388 millones, lo que refleja una posición externa relativamente sólida, aunque la cuenta corriente cerró con un déficit de −3.3 % del PIB.

En el ámbito monetario y financiero, se observó una expansión del crédito privado de 13.4 % interanual, con un crecimiento de 10.4 % en moneda nacional. El medio circulante (M1) aumentó en 5.6 % (equivalente a RD$46,000 millones), mientras que los agregados monetarios más amplios también crecieron significativamente: M2 en 10.5 % y M3 en 11.3 %. El encaje legal se mantuvo en niveles normativos regulares, sin medidas extraordinarias de liberación o restricción durante el período.

Al primer cuatrimestre del año 2025 la economía dominicana mostró una desaceleración de su ritmo de crecimiento comparado con el mismo período del año 2024, desde un ritmo de 5.5% a una tasa de a penas 2.5%, destacando el débil crecimiento interanual del mes de abril en 1.7% frente a un abril 2024 que fue de 8.5%. La inflación interanual en mayo se situó en 3.84 %, con una subyacente de 4.22 %, manteniéndose dentro del rango meta. El Banco Central mantiene desde enero 2025 la tasa de política monetaria en 5.75 % en junio, con un tipo de cambio relativamente estable: RD$58.86 para la compra y RD$59.54 para la venta al 17 de junio.

En cuanto al entorno monetario y financiero, las reservas internacionales alcanzaron los US$14,643.6 millones en mayo (netas: US$14,638.7 millones), reflejando fortaleza externa. El crédito privado mostró un crecimiento interanual de 9.8 % en total y 8.0 % en moneda nacional. La liquidez bancaria se mantuvo elevada, con niveles diarios promedio-superiores a RD$74,000 millones en operaciones overnight. Finalmente, la Junta Monetaria aplicó una reducción efectiva del 2.4 % del pasivo sujeto a encaje legal, como parte del estímulo monetario aprobado.

Las medidas se toman en un contexto en el que la economía global continúa bajo presiones:

  • Altas tasas de interés en economías desarrolladas (EE.UU., Europa).
  • Inestabilidad geopolítica persistente (Ucrania, Gaza, Asia-Pacífico).
  • Crecimiento global moderado: 2.3 % para 2025 (Banco Mundial).
  • Menores flujos de capital hacia economías emergentes.

Pese a ello, la República Dominicana mantiene fundamentos estables: inflación contenida, reservas robustas y tipo de cambio bien gestionado.

Los efectos esperados de la medida tomada por el Banco Central son:

  1. Estimular el crédito bancario en sectores productivos.
  2. Dinamizar el consumo interno y la inversión privada.
  3. Sostener el crecimiento económico en torno al 3.5 %.
  4. Evitar deterioro en empleo y recaudación tributaria.
  5. Expansión del crédito proyectada entre 12 % y 14 % para 2025.
  6. Fortalecimiento de la demanda agregada.
  7. Preservación de la estabilidad cambiaria.
  8. Apoyo a MiPymes y construcción de viviendas sociales.

Toda medida macroeconómica busca efecto deseados de manera positiva, pero no se puede olvidar que las mismas consustancialmente tiene sus riesgos asociados. En este caso se destacan los siguientes:

  1. Presión cambiaria si hay sobredemanda de divisas.
  2. Reorientación de recursos hacia consumo no esencial.
  3. Retraso en la respuesta del aparato productivo.
  4. Volatilidad externa persistente.

Hasta mayo de 2025, la política fiscal dominicana ha mantenido un enfoque prudente, aunque con señales de expansión moderada en el gasto público orientado a estimular la actividad económica. El comportamiento de los ingresos fiscales ha sido favorable, impulsado por una recuperación sostenida del consumo interno y una mejoría en la recaudación del ITBIS y el impuesto sobre la renta. En contraste con el mismo período de 2024, se ha observado una mayor ejecución del gasto de capital, especialmente en infraestructura y programas sociales, como parte de las medidas para dinamizar el crecimiento económico, que había mostrado señales de moderación en los primeros meses del año.

En términos comparativos, el déficit fiscal acumulado hasta mayo de 2025 es levemente superior al del mismo período en 2024, reflejando el efecto de la expansión del gasto sobre los ingresos. No obstante, la sostenibilidad de las finanzas públicas no se ha visto comprometida, dado el control del endeudamiento neto y una mejor gestión del servicio de la deuda. Las autoridades han mantenido una política fiscal coherente con la orientación monetaria expansiva del primer semestre de 2025, contribuyendo conjuntamente a sostener el crecimiento económico, contener la inflación dentro del rango meta y preservar la estabilidad macroeconómica.

Finalmente, la liberación de RD$81,000 millones de encaje legal constituye una de las acciones monetarias más importantes en lo que va del 2025. En un entorno global complejo, esta medida refuerza la capacidad del sistema financiero de apoyar el crecimiento sin poner en riesgo los logros en estabilidad de precios ni la salud externa del país. Es relevante la correcta canalización de estos recursos hacia sectores verdaderamente productivos, pero, además, seguir fortaleciendo la vigilancia sobre el entorno internacional y evaluar la forma en como la política fiscal podría ser utilizada para continuar reforzando la búsqueda de los objetivos propuestos.

Ramón Nicolás Jiménez Díaz

Ramón Nicolás Jiménez Díaz. Doctorado en Negocios Internacionales.. Maestría en Política Económica, con énfasis en Relaciones Internacionales. Maestría en Cumplimiento y Regulación Financiera. Economista, Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Profesor Titular y Director de la Escuela de Economía. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales – UASD. Conductor del programa de televisión: Retos y Desafíos, día a día con Nicolás Jiménez (Cine Visión Canal 19). Conferencista y consultor en temas de política económica, prevención del crimen financiero, integridad institucional y desarrollo. Áreas de Especialización: Negocios internacionales y comercio exterior. Cumplimiento normativo, gobernanza y prevención del lavado de activos. Macroeconomía aplicada y análisis de políticas públicas. Geoeconomía, riesgos globales y relaciones internacionales. rnjimenezdiaz55@Gmail.com

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