En el “mes de la patria” resulta pertinente la reflexión sobre lo que significa defender la patria desde los principios sobre los cuales se forjó nuestra nación.

Las referencias continuas a la patria se reducen a la bandera, escudo e himno y como único hecho histórico la Independencia Nacional a pesar del poco tiempo que duró por la posterior Anexión a España, siendo así  la Restauración  la verdadera Independencia  (ausente en las enseñanzas de nuestra historia).

La patria tiene como cimiento nuestro territorio, sus recursos naturales, comunidades y raíces ancestrales identitarias. Estos componentes de la patria están amenazados y afectados por lo siguiente:

  1. Extracción de nuestras riquezas

La visión supuestamente nacionalista que defiende nuestro territorio de lo que le denominan “invasión de Haití” además de ser una distorsión de la realidad de la isla,  ha servido para invisibilizar la presencia extranjera en sectores económicos importantes como son las extracciones de minerales incluyendo el oro que está en manos de compañías extranjeras, así como en muchas otras actividades económicas.

Desde hace varias décadas en el país se han instalado empresas extranjeras para extraer oro y otros minerales de nuestras tierras con impacto en comunidades y en nuestros recursos naturales.

Nuestros recursos naturales son el principal sostén de nuestra patria y de nuestro pueblo. Su protección y preservación debería ser una tarea fundamental en las acciones patrióticas.

  1. Amenaza de destrucción de nuestro patrimonio cultural, caso de las cuevas del Pomier

Las cuevas de Pomier es uno de los pocos lugares donde entramos en contacto con el legado de nuestros pueblos originarios que es parte de nuestro patrimonio cultural e histórico.

  1. Depredación y corte indiscriminado de árboles y áreas verdes

El crecimiento del Gran Santo Domingo en el ámbito urbano está afectando notablemente nuestras áreas verdes. Esto se plasma en la extensión de vías y autopistas que han cobrado la vida de muchos árboles y áreas verdes con el consecuente empeoramiento de la calidad del aire y la agudización del proceso de calentamiento que ya estamos viviendo.

  1. Falso nacionalismo sostenido en la agresión y difamación de periodistas con prestigio y aportes importantes al quehacer social

Lamentablemente muchos grupos que se denominan patrióticos y nacionalistas en vez de defender los valores patrios promovidos por los padres de la patria, por el contrario, distorsionan informaciones con  difamaciones hacia periodistas de renombre en el país que han defendido causas  patrióticas,  sociales y ambientales importantes y mantienen una perspectiva crítica e independiente e igual instituciones como Participación Ciudadana, organización de la sociedad civil que tiene aportes significativos en la transparencia de los procesos electorales así como en el fortalecimiento de procesos comunitarios y sociales en distintas provincias.

  1. Negación de las manifestaciones afrodescendientes que son parte de nuestra identidad.

El patriotismo debe iniciar con el fortalecimiento de nuestras raíces identitarias que tienen componentes tainos, afrocaribeños y europeos. La negación de nuestras raíces y sus distintas manifestaciones en costumbres y expresiones culturales y musicales debilita el sentido de patriotismo y su integralidad.

Hoy más que nunca reflexionar sobre la patria supone retomar el lema de la justicia y la equidad que nos dejaron como legado mujeres y hombres que lucharon por una patria libre, soberana, sostenida en libertad y el bienestar de nuestro pueblo. La responsabilidad social que tenemos de continuar este legado supone revisar nuestra práctica cotidiana de justicia y equidad con todas las personas que residen en nuestro territorio y que sufren hambre, discriminación, violencia, irrespeto a sus derechos y exclusión social. Igualmente, con una práctica continua de maltrato hacia nuestra fauna y flora con el uso indiscriminado del plástico y sustancias que contaminan nuestros ríos, playas y nuestra tierra sin una cultura ciudadana de preservación de nuestra riqueza natural y de nuestro futuro. 

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY.

Tahira Vargas García

Antropóloga social

Doctorado en Antropología Social y Profesora Especializada en Educación Musical. Investigadora en estudios etnográficos y cualitativos en temas como: pobreza- marginación social, movimientos sociales, género, violencia, migración, juventud y parentesco. Ha realizado un total de 66 estudios y evaluaciones en diversos temas en República Dominicana, Africa, México y Cuba.

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