China estaba muy feliz convirtiéndose en potencia económica sin necesidad de ser una potencia militar, pero vio que los fallidos intentos por derrotarla mediante guerra comercial y tecnológica conllevaban el riesgo de que Estados Unidos optara por la vía militar.
Ni la estrategia de ascenso pacífico y silencioso ni la moderación de los gobiernos anteriores a Xi Jinping impidieron que Estados Unidos recelara del fuerte avance económico, ni que la Administración Obama pusiera en marcha el giro hacia Asia, con fines de contención.
EUA mantiene acuerdos militares con muchos vecinos de China y cientos de bases militares en Japón, Corea, Filipinas, Taiwán, Australia y muchos otros países que bordean China, así como portaaviones apuntándole con sus misiles. Los acuerdos AUKUS con Australia y Reino Unido, así como el fortalecimiento del QUAD, que incluye a Japón, India y Australia, tienen la intención de cercar y contener a China.
Por eso tuvo que acelerar los planes de prepararse a defenderse de lo que se veía avecinar; China no tiene acuerdos ni bases militares en otros países (la excepción es una en África), pero sí política de cooperación y de evitar conflictos. Contrario a lo que piensan algunos, no tiene alianzas militares con Rusia, la India, Irán, Pakistán, etc., pero prefiere tenerlos de amigos en vez de enemigos.
Siempre busca mantener una relación cordial con el resto del mundo, sin imponerles ni quitarles gobiernos. Sabe que Estados Unidos va perdiendo capacidad de presión, pues, como se ha dicho, “mientras a China le preocupa tener pocos amigos, a EUA le preocupa tener pocos enemigos”, por lo que su influencia imperial va decayendo y va construyendo su irrelevancia, en parte gracias al inmenso regalo dado a China por el electorado estadounidense al elegir a Trump y a su apoyo a Netanyahu.
En adición a puertos y aeropuertos, necesita construir nuevas vías terrestres que permitan eludir tales estrangulamientos marinos, como carreteras, ferrocarriles, oleoductos y gasoductos
Comparte y apoya grupos como los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái e impulsa, entre otras, la Iniciativa de Desarrollo Global, congruente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible del sistema de Naciones Unidas, y la Iniciativa de Seguridad Global, que busca resolver definitivamente los conflictos fronterizos en todo el continente euroasiático, particularmente con los vecinos.
Supongo que exhibiciones de fuerza, como la parada militar del mes pasado celebrando el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, procura, además de disuadir a Estados Unidos para que no se le ocurra, mostrarles a sus vecinos, pero que son aliados de los EUA, que no es buena idea ser enemigos de China.
Todo occidental cuando visita a China se sorprende y se molesta por no poder usar WhatsApp, algo tan común en nuestras vidas cotidianas. Sin embargo, se cuenta que, en junio pasado, cuando el Estado de Israel asesinó a gran parte de la jerarquía política y militar de Irán, así como a sus principales científicos nucleares, el gobierno de China le dijo al ayatolá: “Te lo dije, pues, conociendo los peligros a que te enfrentas, ¿cómo vas a permitir que tus dirigentes estén conectados en WhatsApp, Waze o los sistemas de geolocalización de Google?”
¿Saben que cada vez que, en alguna parte del mundo, alguien hace una llamada o envía un mensaje con un teléfono móvil usando las tecnologías de iPhone o Android, eso se recolecta en enormes centros de almacenamiento de los organismos de seguridad e inteligencia de los Estados Unidos, que es lo mismo que decir, de Israel, “por si acaso los necesita”?
Ahora nos enteramos de que en el reciente ataque del ejército israelí al liderazgo de Hamás reunido en Doha, Catar, para discutir los términos del cese al fuego, no logró exterminarlo porque, advertidos o por casualidad, se movieron a otra sala dejando sus teléfonos en el salón de reuniones.
La estrategia de defensa de China pasa por tener una amplia red de comunicaciones terrestres en el gran continente euroasiático, pues sabe que los Estados Unidos son “el rey de los mares”.
Aunque China tiene ya la mayor capacidad de fabricación de barcos y una gran fuerza naval militar, sabe que Estados Unidos cuenta con una flota militar, en conjunto con sus aliados, con capacidad para estrangular el comercio (y eventual movimiento de tropas) por los más importantes pasos del mundo, entiéndase: los mares de China Oriental y Meridional, el Estrecho de Malaca, el Canal de Suez, el Estrecho de Gibraltar y el Canal de Panamá.
Por eso, está claro que, en adición a puertos y aeropuertos, necesita construir nuevas vías terrestres que permitan eludir tales estrangulamientos marinos, como carreteras, ferrocarriles, oleoductos y gasoductos, por los cuales exportar sus productos y abastecerse de alimentos y energía.
Esto motivó La Nueva Ruta de la Seda, obligándole a concentrar su atención en los países de Asia Central y Occidental y en toda Eurasia, pero también a reequilibrar geográficamente su desarrollo, pues toda infraestructura pasa por las provincias del norte y el suroeste.
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