Casi todos los que pasan por la calle, mirando para el suelo o para el cielo, ignoran que hace ya muchos años, desde apenas meses después de la caída de la tiranía trujillista, hubo un hombre que alcanzó la máxima categoría de la condición humana, la de PROFESOR, enseñando, por todos los medios, el significado más profundo de una palabra: “Democracia”, que trazó el rumbo definitivo que asumiría este pueblo, democracia que Juan Bosch ejerció plenamente durante los escasos siete meses que los enemigos de la democracia le permitieron gobernar…(Sin embargo, este 30 de junio, fecha que evocó su muerte en 2001, muy pocos revivimos su recuerdo).
Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.