En memoria de Charlemagne Peralte, Jacques Viaux, Daniel Sancsaric y Gerard Brisson.
Han puesto a circular en las redes un artículo titulado: "El Imperialismo Haitiano", cuyo autor es Joaquín Balaguer, publicado en "La Información", de Santiago, en el año 1927. Cargado de un profundo odio, cataloga al pueblo haitiano de "imperialismo". "Superior al imperialismo de los Estados Unidos. El autor exhibe un mordaz sentimiento anti negroide con las palabras: *"funesto mar de carbón que ruge, como león encadenado…" propio del *"África tenebrosa de la conciencia nacional haitiana."
Escrito en el año 1927, se adelanta una década a la Masacre del 37, lo que demuestra, el odio racial del autor y de otros que como él, darían sustancia a las bases ideológicas justificativas del denominado "Corte", bajo el argumento de "Dominicanizacion de la Frontera".
Ese "imperialismo" que sentía el Dr. Balaguer, no le impidió, tanto a Trujillo como a él, utilizar la mano de obra haitiana de los enclaves o bateyes en la que gran parte de esa supuesta "masa imperialista" era víctima de la explotación y pauperizacion en esclavitud asalariada de la industria azucarera. Ahí, el "mar de carbón" y el "África tenebrosa", no daban miedo ni afectaban a la burguesía trujillista (burguesía compuesta por Trujillo y su reducido círculo).
El empuje trabajador de esa clase obrera, semi esclava, logró tocar "La Danza de los Millones", en la que bailaron los poderosos gobernantes de la república y del gran capital yanqui, que antes de Trujillo era el dueño de los ingenios azucareros y de la república.
Lo que el Dr. Joaquín Balaguer no vio, o no creyó ver, en el 27, sí lo sintió y lo vio un gran ejecutor de las acciones del verdadero imperialismo quien lo señaló con estas palabras:
Ayudé a hacer de Haití y Cuba un lugar decente para que los chicos del National City Bank recaudaran ingresos. Ayudé en la violación de media docena de repúblicas centroamericanas para el beneficio de Wall Street.* *El historial del crimen organizado es largo. Ayudé a purificar Nicaragua para la casa bancaria internacional de Brown Brothers en 1909-1912 (¿dónde escuché ese nombre antes?). Llevé luz a la República Dominicana para los intereses azucareros estadounidenses en 1916.
(Extracto de un discurso pronunciado en 1933 por el mayor general Smedley Butler, USMC.)
Ese año 1927, mientras la pluma del honorable abogado arremetía contra el "imperialismo haitiano", ese hermano pueblo se encontraba desde 1915 ocupado por los U.S Marines Corp, la fuerza imperialista que dirigía el mayor general Smedley Butler. Pero ese imperialismo que nos ocupó -del 16 al 24 – no era, o no fue, un imperialismo tan peligroso como el haitiano. Y sin embargo desde el 1915, Haití se encontraba ocupado por el "imperialismo menos peligroso"; y ¿cuánto duró ese Imperialismo, sobre el yugo del "funesto mar de carbón"?
¡ Hasta el 34 ! Durante 19 años, el "mar de carbón", era mantenido encendido por el Imperialismo yanquis, pero ese fuego no llegó "rugiendo como león" a nuestro país. Llegaron seres humanos de una hermana república a regalar su fuerza de trabajo a las élites del poder de turno en acción y protección de los intereses azucareros. La novela "Over", de Marrero Aristy, describe con detalles aspectos de ese imperialismo. Con razón Juan Bosch, encaró a Marrero a Demorizi y a Héctor Incháustegui, las ideas racistas de las que ellos y otros se hicieron partícipe en consonancia con las directrices del dictador. Por tal razón en carta fechada en el año 43, le escribe:
“Nuestro deber es, ahora, luchar por la libertad de nuestro pueblo y luchar por la libertad del pueblo haitiano. Cuando de aquel y de este lado de la frontera, los hombres tengan casa, libros, medicinas, ropa, alimentos en abundancia; cuando seamos todos, haitianos y dominicanos, ricos y cultos y sanos, no habrá pugnas entre los hijos de Duarte y de Toussaint, porque ni estos irán a buscar, acosados por el hambre, tierras dominicanas en qué cosechar un mísero plátano necesario a su sustento, ni aquellos tendrán que volver los ojos a un país de origen, idioma y cultura diferentes, a menos que lo hagan con ánimo de aumentar sus conocimientos de la tierra y los hombres que la viven”.
Contrario a este sentido humano y de convivencia entre las naciones, un individuo que duraría medio siglo en en el círculo de poder y del poder mismo, atizaba la hoguera con el carbón de su odio racial :
“Hay, para la vida de nuestra entidad republicana, un peligro más grave, que es la vecindad del imperialismo…"
Así, con ese desparpajo, acusa a un país ocupado por el imperialismo yanquis como un peligro para nuestro país. Nunca se vió mejor defensa de un abogado patriotero a sus amos. Décadas después lo escuchamos decir, siendo presidente de la República : "Si Nixon me lo pide, yo renuncio."
El Dr.Balaguer trazó el camino del Corte con estas ideas :
"Es menos alarmante para la salud de la República el soplo imperialista que nos llega de Estados Unidos, que el oleaje arrollador del funesto mar de carbón que ruge, como león encadenado, en el circuito que opone a sus sueños de expansión la inmutabilidad legal de las fronteras."
Así exponía la necesidad del genocidio, y el dictador consciente del empuje comercial de haitianos que se movían en las zonas fronterizas, lanzó la política de limpieza para despojar de sus bienes a todo aquel que acumuló riqueza en la frontera. Hasta dominicanos fueron víctimas del genocidio.
Los casi 20 años de ocupación de Haití por los yanquis, el Dr.Balaguer lo sentía como ese "… imperialismo de Haití, irritante y ridículo, tenaz y pretencioso, conspira con mayor terquedad contra la subsistencia de nuestro edificio nacional, digno, sin duda, de más sólida y firme arquitectura."
En sus doce años, utilizó la Alianza con Duvalier para mantener negocios con tratados y contratos de los llamados braseros haitianos. Ganaron tanto dinero con la cuota azucarera que esto le permitió obtener cuantiosos fondos para sus reelecciones fraudulentas. Se armó un escándalo, porque el dinero era tanto que el director del CEA de ese entonces, decidió cambiar millones de pesos a dólares y guardarlo para sí. El profesor Juan Bosch, sometió un expediente contra ese director; pero en un gobierno de injusticias y privilegios era imposible que ese expediente se conociera.
Para terminar, tomemos tres ideas fundamentales del escrito del Cortesano :
1-"Somos pueblos vecinos pero no pueblos hermanos."
2-"De ahí que no creamos en la mentirosa confraternidad dominico-haitiana."
3-" por la grandeza del derecho armado”
Por tanto, de acuerdo a su consideración: no hay hermandad, ni puede haber confraternidad : la solución reside en las armas. En la guerra fratricida del derecho del más fuerte contra el débil. El mismo argumento aplicado por el imperialismo cuando ocuparon la isla en el 15 y el 16. A nosotros nos dejaron en el 24, a Haití 10 años después.
Es el discurso sostenido hoy por los racistas vinchistas y miembros de la banda pogromista de la limpieza étnica.
¡ Qué imperialismo, el haitiano !