Criticar la no indexación salarial, posponer el cumplimiento de la ley de capitalización del Banco Central, que al "Nacer cada Enero" se emitan bonos soberanos y que se debe frenar la sangría de DominicanWood al fisco DESPUÉS que como legislador se vota a favor del presupuesto es absurdo.
El proyecto de ley de presupuesto general del Estado se conoce en las cámaras legislativas como se sirve un plato del día dominicano. En un mismo documento se revisan impuestos, gastos, plan de financiamiento y gasto tributario y se vota dando el visto bueno a todo o a nada.
Si no te gusta un ingrediente del presupuesto toca un NO con truño en la pizarra del cotejo, como te sales de la fila de un comedor si lo tuyo es que el arroz, concón, habichuela, carne y ensalada no se sirvan juntos en un plato. Es una necedad entregar el plato sin evidencia forense de lo engullido y venir con que la ensalada pudo estar mejor o se pasaron con la sal en el arroz.
Algo parecido a eso sería que un legislador se encuentre con el Gobernador del Banco Central, por ejemplo, en enero del 2024, y pretenda hacerse el gracioso comentando:
“¡Caramba, don Héctor, que pena ver modificar la Ley de Capitalización del Banco Central en el presupuesto de este año, cosa que no me gusta porque soy un fiel creyente de que nos merecemos una entidad de patrimonio más sólido y que funcione sin un lacerante déficit cuasifiscal…”
Esa conversación dudo que ocurra porque saben que vendría el cortante: “¿Y cómo fue su voto, honorable legislador, cuándo leyeron el Artículo 52, mira aquí el texto para que lo recuerdes: Pago de intereses para la recapitalización del Banco Central. Se autoriza al Poder Ejecutivo a incluir las apropiaciones presupuestarias por concepto de pago de intereses para la Recapitalización del Banco Central de la República Dominicana equivalentes al cero punto seis (0.6%) del Producto Interno Bruto (PIB) nominal, modificándose el párrafo del artículo 6 de la Ley núm. 167-07, del 13 de julio 2007, para la Recapitalización del Banco Central de la República Dominicana”.
Imaginen los sudores fríos del legislador lisonjero cuando tenga que explicar, a quien lo sabe, que el voto es por el cuerpo entero, que “no pueden ponerse como Jack” y que aprovecha para dar un salto a puros como forma salir del apuro:
“Tuve que decir SI a que el Banco Central reciba menos recursos y SI al plan de financiamiento del presupuesto. Quería que se tomarán más recursos con los multilaterales para proyectos de inversión, pero no controlamos esa decisión que corresponde a Crédito Público, son ellos que deciden la fuente con la misma libertad si se el dilema fuera entre un Fuente o Davidoff, por cierto, cuál usted prefiere…”
“No fumo, gracias, Luis Manuel es que está en eso, buenas tardes.”
Es que con la deuda pública tampoco tienen los legisladores atribuciones de cirujanos para sacar lo que no les gusta. En el del 2024, los artículos 15 y 16 establecen los ingresos y gastos que superan los ingresos en un monto que representa el déficit y el financiamiento neto o aumento de la deuda pública. Los legisladores aprueban que se busque los ingresos vía préstamos para compensar el exceso de gasto y, al mismo tiempo, recursos nuevos para pagar deudas ya contratadas.
En el de ese año:
“Articulo 16.- Financiamiento neto del déficit. Se aprueba en el Presupuesto General del Estado para el ejercicio presupuestario del año 2024, el financiamiento neto para cubrir el déficit financiero del Gobierno Central, por un monto de doscientos treinta y un mil trescientos doce millones ciento doce mil quinientos catorce pesos dominicanos (RD$231,312,112,514).”
A continuación detalla el plan de financiamiento que indica buscar ese monto más los pagos de capital de la deuda que vence en el año (RD$88,104.542,825) y otras aplicaciones financieras para un total de RD$344,980,212,118. De las fuentes financieras el 70% se busca en el extranjero y la diferencia localmente utilizando tanto aquí como “allende los mares” las emisiones de bonos.
Todos los que aprueban el presupuesto dan el visto bueno a ese plan de financiamiento y es algo que se le debe recordar a los legisladores que después de dar el SI se ponen de papeleros a criticar aprobaciones puntuales de préstamos o emisiones de bonos.
Con la indexación salarial para el tramo que no paga impuesto sobre la renta pasa lo mismo. Desde el 2013 solo en dos ocasiones hubo ajustes (en 2016 y 2017), de manera que por uso y costumbre se ha convertido la exención en excepción. En el presupuesto del 2004 en algún anexo tiene que estar el importante ajuste de subir de RD$11,550 a RD$20,050 como resultado de la alta inflación por la situación derivada por la crisis bancaria.
En el del 2024, ahí está en los anexos del gasto tributario la tabla con las escalas impositivas que se mantienen inmóviles desde el 2017 y que no ha motivado a ningún legislador a utilizar esta violación para votar en contra del presupuesto general de la nación. “¡Digo que NO al presupuesto por la violación a esa ley que favorece a los trabajadores de menores ingresos!”, por favor, si alguien se ha expresado así y está en los registros del congreso que me lo indique.
En esos mismos anexos del gasto tributario también encuentran como por la Ley de Cine se contempla un gasto tributario de hasta RD$5,806 millones, un monto que pueden dejar de contribuir al fisco el sector corporativo para “apoyar” la producción de cine criollo de manera directa con, técnicamente, “el dinero del pueblo”.
De manera que tenemos ya casi quince años con esta situación donde los ingresos disponibles de los trabajadores de menores salarios no son ajustados por la inflación al mismo tiempo que se combina un discurso de país pobre que necesita dar ayudas sociales con la insensata producción de películas con fondos públicos.
A propósito interesante que el nuevo abanderado ahora por la indexación, de nuevo un legislador con historia de votar a favor del presupuesto, le preocupe más recortar ayudas sociales que los bodrios de DominicanWood. Algo tan curioso como ver a uno de los “mecenas” del cine criollo apoyar a la indexación del salario exento, cuando una de las razones por las que el gobierno no se ajusta es por el sacrificio fiscal de promover una lista de actividades donde, precisamente, está el cine como una de las principales. ¿No van a aprovechar ese gazapo o arrebato de justicia social del empresario para eliminar la ley? Se la pusieron en bandeja de plata,
Insisto que es a la hora de presentar el presupuesto a las cámaras que se deben dar los debates importantes sobre todos los aspectos de las finanzas públicas. Si no es ahí es un absurdo vivir el año entero con un espanto cada vez que se emite un bono, sale el dato mensual del IPC para actualizar la pérdida por no indexación salarial, se estrena un fiambre de comedia o cine-fleto social con dinero se cobraría de impuestos o un analista recuerda los costos de la política monetaria en el balance de un Banco Central se queda todos los años sin el regalo completo para su capitalización.
Compartir esta nota