¿Sabe alguien si alguna vez el Gobierno haitiano ha agradecido lo que hacemos por los haitianos en nuestros hospitales? ¿Alguien sabe si ha agradecido, ayer o más tarde, que sus jóvenes sean acogidos en nuestras universidades? ¿Quién recuerda si los gobernantes haitianos, o cualquier organización no gubernamental, han agradecido lo que hemos hecho para resarcir los daños causados por sus desgracias naturales? Voy más lejos: ¿Han agradecido alguna vez que la República Dominicana sea la más grande fuente de trabajo de su pueblo, a costa de los dominicanos desempleados? (Dudo que alguien lo sepa).
Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.