El orden económico liberal global, surgido tras la Segunda Guerra Mundial con los acuerdos de Bretton Woods en 1944, vive uno de sus momentos más frágiles. Durante más de siete décadas, este modelo promovió el libre comercio, el multilateralismo y una arquitectura financiera liderada por instituciones como el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Fue el marco que permitió la expansión de la globalización. Pero hoy, las grietas son evidentes.

El auge del proteccionismo, las guerras comerciales, el debilitamiento de las instituciones multilaterales y la rivalidad entre potencias han puesto sobre la mesa una pregunta que parecía impensable hace apenas una década: ¿Estamos ante el final del consenso económico liberal?

¿Qué queda de Bretton Woods?

Bretton Woods no fue solo una conferencia en New Hampshire. Fue el punto de partida de un nuevo orden internacional. De ahí nacieron:

  • El FMI, para garantizar estabilidad financiera global.
  • El Banco Mundial, para promover el desarrollo económico.
  • El GATT (hoy OMC), para regir las reglas del comercio multilateral.

Pero hoy, ese mismo orden está siendo desplazado:

  • El FMI ha perdido protagonismo ante bancos alternativos liderados por China.
  • La OMC está prácticamente bloqueada desde 2019, cuando EE.UU. detuvo el funcionamiento de su órgano de apelación.
  • El dólar sigue siendo la moneda hegemónica, pero ya no está solo: China, Rusia y otros actores están empujando el comercio en monedas locales.

¿Significa esto su colapso? No del todo. Pero sí es claro que el sistema ya no es incuestionable. El consenso se ha roto.

El regreso del mercantilismo

El libre comercio está siendo reemplazado, en la práctica, por una lógica más proteccionista, más nacionalista. Estados Unidos marca la pauta desde 2018 con aranceles contra China, y lo refuerza con subsidios masivos a sectores estratégicos (como los semiconductores y la energía limpia) mediante leyes como la Chips Act y la Inflation Reduction Act.

Europa no se queda atrás: ha lanzado su estrategia de “autonomía estratégica” para reducir la dependencia tecnológica y energética de potencias como China. Pekín, por su parte, responde con restricciones a las exportaciones de tierras raras y otros bienes sensibles.

Esto ya tiene consecuencias visibles:

  • Las cadenas globales de suministro se están reorganizando: nearshoring, friendshoring y regionalización.
  • Se disparan los costos logísticos (como vimos en la crisis de contenedores de 2021-2022).
  • Aparecen bloques económicos con lógicas rivales: Occidente, por un lado; BRICS+ por el otro.

EE.UU.: ¿líder o actor pragmático?

Durante décadas, Estados Unidos no solo lideró el sistema: lo defendió. Hoy lo acomoda a sus intereses.

  • Bloquea a la OMC, pero exige respeto a sus decisiones.
  • Aplica sanciones económicas sin respaldo multilateral.
  • Abandona acuerdos regionales como el TPP y opta por otros bilaterales, como el USMCA.

Mientras tanto, China gana terreno con el Banco Asiático de Inversiones. Rusia impulsa su propio sistema financiero para evadir sanciones. Y el Sur Global exige más voz en instituciones como el FMI.

El tablero está cambiando. La multipolaridad ya no es un concepto teórico: es una realidad en construcción.

¿Qué sigue?

El orden liberal no ha muerto, pero ya no es hegemónico. Lo que vivimos es una transición. Una fase de ajuste hacia un sistema más fragmentado, menos multilateral, más político.

  • El poder económico se regionaliza.
  • El mercantilismo gana terreno.
  • Las instituciones creadas en 1944 deben reformarse o se volverán irrelevantes.

Queda una gran interrogante:
¿Viviremos una nueva ola de integración basada en reglas o entraremos en una era de competencia permanente entre bloques?

El debate está abierto. El silencio ya no es opción.

Guelmi Brea Baldera

Máster en Negocios y Relaciones Económicas Internacionales por Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), RD. Máster en Dirección Estratégica con especialidad en Gerencia por Universidad Internacional Iberoamericana - UNINI, Puerto Rico. Máster en Dirección Estratégica por Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), España. Licenciatura en Economía por Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), RC. Desde el año 2017 es profesor a nivel de grado en asignaturas de las líneas de Introducción a la Economía, Economía Dominicana, Economía Agrícola, Economía Industrial, Formulación y Evaluación de Proyectos, Introducción a la Economía Internacional y Teoría de Desarrollo Económico. Cuenta con varias publicaciones en revistas no indexadas de industrias y economía. Ponente en talleres nacionales sobre Formulación de Proyectos para Asociaciones sin fines de lucro. Es miembro del Colegio Dominicano de Economistas (CODECO).

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