No sé si corresponde emplear signos de admiración o de interrogación, pues han sido tantas las ocasiones en que se ha anunciado la construcción de un centro de convenciones en Santo Domingo, que prefiero contener el entusiasmo hasta que se anuncie oficialmente su inauguración.

La primera vez que el sector turismo –público y privado– se reunió para abordar la necesidad de un centro de convenciones en la capital fue en el año 2005, hace ya dos décadas. Ese año, se contrató por primera vez a la firma internacional ITB Consulting, la misma que organiza la prestigiosa feria de turismo ITB Berlín, celebrada anualmente en Alemania, para la realización de un primer estudio de factibilidad, el cual fue pagado con fondos mixtos.

Este estudio incluyó, además, un análisis profundo sobre el mercado MICE (Meetings, Incentives, Conferences & Exhibitions) y levantó información sobre los requerimientos básicos para captar este segmento de mercado: infraestructura hotelera, conectividad aérea, servicios complementarios y, sobre todo, un espacio adecuado para celebrar eventos, congresos y convenciones.

Aunque Santo Domingo cuenta con una excelente oferta hotelera, con amplios salones de reuniones, ninguno alcanza la capacidad requerida por las convenciones corporativas internacionales, que suelen superar los 2,000 participantes.

El estudio fue revisado y actualizado, diez años después, en el año 2015, por la misma consultora, identificando como locaciones óptimas para construir el centro: Sans Souci, el Hotel Santo Domingo y la Feria Ganadera. Además, recomendó un modelo de gestión bajo la modalidad de alianza público-privada, que garantizara equilibrio de intereses, viabilidad financiera y mayor involucramiento del sector privado.

El informe incluyó:

  • Estudio de factibilidad económica del proyecto.
  • Recomendaciones de fuentes de financiamiento.
  • Análisis del mercado MICE y tendencias internacionales.
  • Sugerencias de diseños arquitectónicos: salones de exhibiciones, salas de reuniones, áreas de restauración, parqueos, entre otros.
  • Evaluación de la competencia regional: descripción de centros de convenciones en destinos competidores.

Muchas de estas recomendaciones siguen siendo vigentes hoy, requiriéndose, por supuesto, una actualización de costos, estudios de mercado y el análisis de la competencia.

El reto ahora no es solo construir, sino construir bien. Un centro de convenciones para Santo Domingo debe ser:

  1. Impactante en su diseño y ubicación, un ícono de la ciudad.
  2. High tech, con tecnología de punta para organizadores y visitantes.
  3. Sostenible, con certificaciones internacionales como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design).
  4. Con sabor local, donde la gastronomía y la cultura dominicana sean parte de la experiencia

Cabe destacar que, en general, los centros de convenciones no son altamente rentables en términos financieros directos, lo que en el pasado dificultó atraer inversionistas privados. De allí que la figura del fideicomiso hubiese sido el esquema más idóneo, como se ha aplicado en otros proyectos de infraestructuras en el país.

La operación de un centro de convenciones requiere experiencia especializada. Si bien nuestras universidades han avanzado en la formación en turismo MICE y gestión de eventos, sería recomendable recurrir a asesoría internacional durante los primeros años de gestión. Asimismo, se debería considerar enviar personal dominicano a entrenarse en recintos de referencia, como los centros de convenciones de Cancún, Puerto Rico, Miami, o los mundialmente reconocidos de Disney, en Orlando.

Con el anuncio de este nuevo centro, resulta impostergable reactivar el Buró de Convenciones de Santo Domingo, que en su momento llegó a constituirse legalmente, pero que luego quedó inactivo.

Un buró de convenciones es una entidad —generalmente sin fines de lucro— que promueve un destino para atraer eventos de negocios, congresos y convenciones. Actúa como enlace entre organizadores internacionales y proveedores locales, organiza visitas de familiarización y facilita la logística de eventos en el destino. Su existencia es un requisito indispensable para competir en el mercado internacional de reuniones y convenciones. En otras palabras, es el brazo comercial que garantiza que el centro no sea un cascarón vacío, sino un motor real de negocios.}

También es imprescindible reinstaurar dentro del Ministerio de Turismo un departamento especializado en MICE, capaz de articular políticas y coordinar esfuerzos con el sector privado.

Hoy celebramos el anuncio, pero lo hacemos con la prudencia que nos da la memoria. Si el centro de convenciones finalmente se construye, Santo Domingo habrá dado un paso histórico para insertarse en un mercado que mueve miles de millones de dólares y que transforma las ciudades que lo aprovechan.

Pero si no se acompaña de una visión estratégica —un buró activo, un modelo de gestión sólido y un plan de posicionamiento internacional— corremos el riesgo de que este proyecto, tantas veces soñado, se convierta en una nueva promesa incumplida.

Magaly Toribio

Mercadóloga y Hotelera

Magaly Toribio, Hotelera y mercadóloga por convicción, politóloga para intentar entender el mundo, amante de las palabras y la buena lectura. Ex- viceministra de turismo, reconocida en múltiples ocasiones por los principales gremios del sector turístico nacional e internacional. Experta en marketing turístico y gestión sostenible de destinos turísticos. Investigadora, académica y consultora privada de empresas, universidades y destinos turísticos. Presidente de la empresa TARGET Consultores de Mercadeo y creadora de la primera empresa del país suplidora de soluciones de movilidad para turistas con discapacidad, Scooters DR.

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