La expresión nietzscheana “filosofar a martillazos” ha sido motivo de múltiples interpretaciones. Su origen está en el prólogo de El crepúsculo de los ídolos (1889), subtitulado justamente Cómo se filosofa a martillazos.

No se trata de una violencia destructora sin más, sino de una operación crítica: el martillo como instrumento de diagnóstico, semejante al diapasón médico que se hace sonar para auscultar. Golpear los ídolos de la cultura significa revelar cuán huecos están.

Estas líneas analizan el sentido filosófico de dicha metáfora en Nietzsche y lo contrastan con el reciente discurso del presidente Donald Trump en la Asamblea General de las Naciones Unidas (septiembre de 2025), preguntando si puede considerarse una manifestación de ese filosofar a martillazos.

Nietzsche y el filosofar a martillazos

En el prólogo de El crepúsculo de los ídolos, Nietzsche afirma: “No en vano está subtitulado: Cómo se filosofa a martillazos. Se lo entenderá casi como si se tratara de un martillo de destructor: con mayor exactitud, como de un martillo de quien hace sonar —más que demoler—. Se hacen sonar ídolos: no hay ídolos más antiguos, más convencidos, más hinchados…” El martillo no destruye sin más, sino que prueba la solidez de las creencias y revela su vacío.

En “La razón en la filosofía” de la misma obra, Nietzsche denuncia el platonismo y la metafísica occidental: “Los filósofos no se han librado de la superstición popular de creer en la oposición de los valores. […] Han desvalorizado el mundo sensible, negando su realidad. Y detrás de eso hay un odio al devenir, a la vida misma”. Aquí, el martillazo se dirige contra los fundamentos (filosóficos) que niegan la vida.

Todavía en otro de sus escritos, El Anticristo (1888), Nietzsche radicaliza la crítica: “¿Qué es lo bueno? —Todo lo que eleva en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo. ¿Qué es lo malo? —Todo lo que procede de la debilidad”. Aquí, la filosofía a martillazos consiste en desmantelar la moral cristiana como negación de la vida.

Por último, en Más allá del bien y del mal (1886), aunque no aparezca la expresión, se anticipa la actitud: “Suponiendo que la verdad sea una mujer —¿y si estuviese fundada la sospecha de que todos los filósofos, en cuanto dogmáticos, han sido torpes y poco diestros con las mujeres?” El golpe irónico del martillo busca liberar de la solemnidad dogmática, abriendo espacio para una filosofía más libre.

El discurso de Trump en la ONU (2025)

En su discurso, el presidente Donald Trump pronunció un discurso fuertemente crítico ante la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2025. Allí afirmó con un tono calculadamente pausado y una fuerte carga de teatralidad:

The United Nations is funding an assault on Western countries and their borders” (Las Naciones Unidas están financiando un ataque a los países occidentales y sus fronteras) (Times of Israel).

También denunció que la ONU se ha convertido en un lugar de “empty words that produce no results”. (Palabras vacías que no producen resultados).  (Casa Blanca)

Sobre el cambio climático, dijo: “Climate change is the greatest con job ever perpetrated on the world” (El cambio climático es la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo.) (Reuters)

A varios países europeos les advirtió: “Your countries are going to hell” (Tus países se van al infierno.) (CBS News).

Finalmente, defendió la soberanía nacional frente al globalismo: “We must restore sovereignty to nations, reject destructive globalism, and put our people first” (Debemos restaurar la soberanía a las naciones, rechazar el globalismo destructivo y poner a nuestra gente primero). (Casa Blanca)

Espejismos Nietzsche – Trump

La comparación permite ver puntos de contacto y diferencias significativas:

1. Ataque a ídolos e iconos. Nietzsche desmantela ídolos metafísicos y morales; Trump denuncia instituciones globales.

En ambos casos, se trata de señalar lo hueco en aquello que se admira y venera.

2. Crítica a palabras vacías. Para Nietzsche, los conceptos son metáforas petrificadas que han perdido su fuerza originaria y ya no dicen nada nuevo a propósito de ‘la verdad y la mentira en sentido extramoral’. Para Trump, la ONU genera ruido y hueca retórica sin acción.

En ambos hay un martillazo contra el sinsentido y el vacío.

3. Denuncia de dogmas. Nietzsche desenmascara la moral cristiana; Trump desnuda el consenso global sobre migración y clima.

Coinciden en el gesto iconoclasta, divergen en la profundidad filosófica, al igual que en la coherencia de la exposición.

4. Estilo provocador. Ambos utilizan frases cortas, irónicas, desafiantes. El objetivo es sacudir a la audiencia.

5. Propósito radical y transformador. Nietzsche busca una transvaloración de los valores; Trump la restauración de la soberanía nacional.

El primero persigue una finalidad filosófica y cultural; el segundo, política, empresarial y estratégica.

Apología de los martillos

El “filosofar a martillazos” en Nietzsche es una crítica radical de los ídolos de la filosofía y la moral occidental, con el fin de abrir paso a una transvaloración de los valores y a una afirmación de la vida. El discurso de Trump en la ONU, sin embargo, aunque comparte el tono iconoclasta y la voluntad de romper con consensos establecidos, se limita a un martillazo político-retórico.

No alcanza la profundidad expositiva ni la creatividad transformadora de Nietzsche, pues confunde la crítica radical con la simple sustitución de intereses políticos, sin cuestionar la raíz de los valores ni la de sus propios intereses. En consecuencia, puede considerarse una expresión política de retórica irritada y provocadora. Esta no deja de rozar el desorden del status quo diseñado por Estados Unidos y que hoy es transgredido y vulnerado desde el Poder Ejecutivo estadounidense por medio de palabras y decretos que, lejos de cuestionar los fundamentos del sistema vigente, se limitan a reforzar intereses políticos y económicos, tan inmediatos, como particulares.

Fernando Ferran

Educador

Profesor Investigador Programa de Estudios del Desarrollo Dominicano, PUCMM

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