¿Quién iba a imaginar en aquella ya remota infancia que en cosa de medio siglo sería copropietario de la ciudad más grande y alta del Caribe y Centroamérica, una de las más desarrolladas de América Latina? ¿Quién iba a suponer que aquella pequeña villa propiedad de Trujillo llegaría a ser tan amplia (1,200 kilómetros cuadrados y edificios de más de cien metros de altura, con más de 200 barrios, amplias avenidas, puentes y túneles y miles de motoristas?). ¿Quién iba a suponer que Santo Domingo ex de un tal Guzmán desconocido iba a acoger a más de cuatro millones de dominicanos de todos los colores y pertenencias sociales y políticas?…(Pero así es).
Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.
