Desde hace varios años el comunicador Vladimir Jáquez, conduce el proyecto “Más allá de las redes”, donde entrevista a hombres y mujeres que han logrado notoriedad en las redes sociales, a figuras del medio de la farándula y a personas que tienen historias de superación que contar.

Jáquez estudió las carreras de Comunicación mención Relaciones Públicas y de Periodismo. Realizó dos maestrías, una en Relaciones Estratégicas y otra en Trabajo Social. Uno de los principales objetivos de su proyecto es mostrarles a los oyentes el origen de los personajes virales de las redes sociales, con el fin de que el público pueda ser más empático. Según sus propias palabras: “Las redes sociales están mal acostumbrado a la gente a comportarse mal, a buscar sonido con cualquier cosa, porque se entiende que esa es la única manera de trascender. Quería que el público conociera a las personas por lo que son realmente y que pudieran abrir su corazón. “[1]

Y lo ha logrado. Su estilo de conducción calmado, su gran capacidad de escucha, su lenguaje facial y corporal tranquilo, sus intervenciones comedidas y sobre todo su gran tacto, crean el escenario adecuado para que sus invitados no se sientan juzgados y para que su auditorio se sienta receptivo a escuchar historias de vida que en muchos casos son descarnadamente tristes.

Por el tipo de contenido y por la forma en que lo ofrece, su plataforma sirve de observatorio que muestra y evalúa a las redes sociales a través de las mismas redes. Brinda una mirada humana, sociológica, crítica y compasiva de las realidades sociales del dominicano de a pie, del dominicano que la sociedad también muestra como exitoso y económicamente afortunado, del dominicano de la diáspora y del extranjero en suelo dominicano.

Escuchando sus entrevistas puede comprenderse la dominicanidad a través de las historias de vida de sus invitados: sus niveles educativos -los que dicen tener y lo que demuestran, como es el caso de la joven emprendedora Isairis Esteves, quien por un breve tiempo se dedicó a la docencia y que afirma tener “dos títulos colgados en su pared”.

Las dinámicas familiares y el papel que juegan en el comportamiento de sus integrantes y en la forma en que estos se insertan en la sociedad, los tipos de familia en la sociedad dominicana, el papel de las abuelas en la crianza y en la trasmisión de valores –véase por ejemplo la entrevista a Carlos Manuel Díaz, alías Milloneta- , los valores que  los jóvenes evalúan como positivos, los valores por los que se mueven, los personajes a los que emulan o admiran, las oportunidades salariales, los espacios reales de inserción laboral, el mundo de los ilícitos, las adicciones, la prostitución y otras miserias humanas como los abusos sexuales y la pedofilia. El sistema de justicia, las cuestiones de género- véase por ejemplo la entrevista a Yary Dotel y a Lola-, y la salud mental- véase la entrevista a Carlos Montesquieu-.

El papel de la religión y de la fe –véase por ejemplo la entrevista a Belén Torres, frente a cuya narración el universo realista mágico de Pedro Páramo se queda corto-.

Vladimir, tal vez sin saberlo comulga con la filosofía de Martha Nussbaum para quien todos nacemos con la capacidad de pensar en cómo es el mundo desde el punto de vista del otro, sin embargo, necesitamos fortalecer esa capacidad a través de las narrativas que nos acerquen a esas otras vivencias que no podemos experimentar en las nuestras.

Razón por la cual otorga especial importancia a la tragedia, a la vida atravesada por la tragedia a la literatura y a las biografías como instrumentos que motorizan la conciencia ética. Para ella es importante apelar a ciertos universales, pero también a las particularidades para que participen en el juicio moral porque entiende que tienen intuiciones éticas muy poderosas.

El punto central de la ética lo encuentra precisamente en la vulnerabilidad humana, cree que debemos vivir de modos que nos hagan vulnerables a otros. En este sentido el amor, la amistad, las vinculaciones políticas, son formas las formas en que debemos relacionarnos con el mundo, en contraposición con las filosofías que promueven el desapego.

Sostiene que hay que cultivar las emociones que nos hagan proclives al reconocimiento y que mantengan a raya las emociones que obstaculicen la democracia. Entiende la vulnerabilidad como un existenciario, como una condición de la existencia.

En este sentido sus diez capacidades también podríamos proponerlas para analizar las experiencias de vida de los entrevistados en “Más allá de las redes” no permite analizar sus biografías a través del lente de la justicia social: Vida: longevidad, calidad. Salud: reproductiva, nutrición adecuada y vivienda digna. Integridad corporal:  desplazarse libremente, estar seguro contra la violencia y tener control sobre el propio cuerpo. Sentidos, imaginación y pensamiento: poder usar los sentidos, imaginar y pensar de manera informada y cultivada por la educación. Emociones: poder tener apegos, amar y experimentar emociones. Razón práctica capacidad para formar juicios sobre el bien y razonar críticamente. Afiliación: poder relacionarse con otros, derecho a la asociación. Interacción con la naturaleza y otras especies. Juego: tiempo de ocio. Control sobre el entorno: tener la capacidad de participar en decisiones políticas y tener un control razonable sobre el propio entorno.

Estas capacidades son fundamentales para evaluar “la vida buena” y medir el progreso de una sociedad por las libertades y oportunidades reales que tienen sus ciudadanos. ¿Cómo quedaría la sociedad dominicana si analizáramos a través de estas diez capacidades, cada una de las entrevistas que nos ofrece Vladimir Jáquez”?

Duleidys Rodríguez Castro

Educadora y Filósofa

Duleidys Rodríguez Castro es filósofa egresada del Instituto Filosófico Pedro Francisco Bonó. Posee una maestría en Filosofía en el Mundo Global por la Universidad del País Vasco. Es coleccionista especializada en historia de la educación dominicana. Desde hace 17 años se desempeña como profesora de Literatura.

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