“El afán del día no entra en conflicto con dedicar algunos minutos para mejor comprender dónde estamos y qué somos”.
Sobre el mundo -nuestro mundo- hemos logrado lecturas más allá, pero mucho más allá que las de los famosos 5 sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Se destacan además los límites de esos 5 sentidos incluso de muy reducidos alcances comparados ante otras especies animales.
La gran diferencia está en que no solo se trata de percibir el mundo sino interpretarlo para entenderlo mediante el protagónico cerebro; conduciendo así a la humanidad al gran dominio del entorno y de ahí su real superioridad frente a las demás especies animales.
Lo dicho tiene entre sus propósitos el destacar que si hay una característica que nos eleva como seres humanos es el entender el mundo más allá de lo que nos dicen nuestros sentidos y hasta de la mera percepción de lo que interpretan nuestros cerebros. Es la ciencia que nos da esa extraordinaria facultad, en lo profundo haciéndonos más humanos.
Resaltar a partir de lo dicho el significado en cuanto a elevación humana de la relatividad y la cuántica. Superando no solo la visión a partir de los sentidos, sino hasta -con validez vigente aun con ciertos límites- el resultado del desarrollo de la ciencia por más de 300 años, y específicamente hasta las primeras tres décadas del siglo pasado, 1900-1930.
A partir de la relatividad podemos entender plenamente la gravedad que tanto explica al mundo; así como que el tiempo y el espacio no son absolutos y que dependen de observador en estado de reposo o de movimiento relativo respecto al cual se ha de medir el tiempo o el espacio. Que la materia expresada en una determinada cantidad de masa es equivalente a la energía que en lo más básico equivale a la capacidad para realizar un trabajo. Que de esa equivalente entre la materia y la energía llevó, apoyándose en la cuántica, a conocer profundamente a las partículas elementales y hasta las antipartículas y así el mundo subatómico. Siendo la cuántica una vertiente a partir de la cual se explica que a esos niveles se rompe toda posible continuidad y de ahí que son paquetes de energía -cuantos- de un mundo que en sus espacios más reducidos o amplios responde a los llamados campos cual característica fundamental.
Ese es el mundo. Más allá de los 5 sentidos y también más allá de lo que la propia ciencia pudo haber considerado hasta las tres primeras décadas del siglo pasado.
El mundo, relatividad y cuántica.
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