-Porque: “El servilismo produce amigos, la verdad produce enemigos”.

Trae el desastre a su nación aquel
que nunca siembra, aunque sea una
semilla, pero, que hace de la
política su ocupación. K. Gibran.

Somos un pueblo con una historia, sea reciente o antigua, que parece ser elaborada en base a supuestos, conjeturas o conveniencias del momento, ligadas con algunas piscas de medias verdades y, como todo en la vida, con hechos irrefutables. Pareciese que nada se escribiese para que perdure en el tiempo, para después tratar de justificar la misma con artificiosas argumentaciones y, por qué no, hasta con conceptualizaciones que hasta avergüenzan.

Hoy día, fíjense ustedes como estamos en una adelantada campaña política tendente a crear nuevos o reconstruidos paradigmas hartos conocidos por el manejo que han hecho con la política nuestra. Aspirantes enfrascados a trocha y mocha en ver cual logra gastar más dinero con el fin de descartar a los demás y esto nos hace pensar, que nos acercamos a una o quizás la más cara campaña política partidista de toda nuestra historia, sin que nadie pueda explicar de donde sale y saldrá tanto dinero. Esto último lo digo por decir, ya que hasta los famosos chinos aquellos lo saben muy bien.

Ninguno de estos que se están ofreciendo como nuestros salvadores si llegan a la primera magistratura del Estado, en sus discursos, se refieren a los planes de desarrollo institucional que han concebido o le han pagado -como hacen la mayoría de los “onorables” con sus proyectos de ley o resoluciones-, a abogados para que los elaboren, si no que, todos coinciden en cual hará más operativos cívicos o aumentará las “ayudas” que el gobierno regala, es decir, quién hará más populismo o clientelismo político con el erario. Quizás, hasta más dadivosos con el “cariñito” a las madres, principalmente a las madres solteras.

Cada día, vemos como la procacidad de muchos los ahoga en su propio veneno clientelista y, si por azar del destino se le cuestiona sobre la pertenencia de su actitud, simplemente responden como la actuación de un actor suplente que no se aprendió su papel. Solo prometen bienestar y riquezas, pero sin trabajo, a sabiendas de que por parte alguna esta situación se puede producir, o lo uno o lo otro, pero, ambas a la vez, es simplemente imposible de cumplir. Entonces, la promesa de estos políticos -a menos que sea para sí mismo o sus familiares-, constituye un vil engaño.

Ninguno se ha referido al tema militar y, en ocasiones, me enfrasco en locos monólogos sobre este asunto aún y tenga en frente a algún teórico parlanchín enumerando sus sueños engañosos, que me llevan a conclusiones o decisiones que expreso, pero, que ocultan todo el razonamiento que me llevó a ellas, para mayor decepción del disfuncional teórico que se queda lleno de dudas, ya que la mayoría de los que ejercen esa profesión desconocen el intríngulis de la cuestión militar.

Inclusive, desconocen el gran peso del voto “militar-policial”, que no va personalmente a las urnas, pero, que no es un ser extraterrestre ni vive aislado en un otero cualquiera. Es por eso por lo que estos adelantados de la política y la farandulería llegan a creerse que con una sonrisa maliciosamente sincera pero que, debido al gran esfuerzo para manifestarla, se nota ufana, amoral y que, debido a su infrecuencia, parecen unos payasos con su eterna y fingida sonrisa, solo con eso basta y sobra para granjearse algún tipo de apoyo.

Aun y no sea del todo cierto esto, ya que el daño ha sido grande y la penetración política en estos estamentos aún más, y lo demuestra que desde que los militares y policías se pusieron a disposición personal de estos dirigentes, ya sea como alabarderos, abre puertas, chofer, chopo o alcahuete, con el fin de convertirlos en su Everest, en ese preciso momento se inició la hecatombe institucional hasta llegar a la debacle que hoy vemos, no como muchos pretenden presentar como total responsabilidad en si de los militares y policías, obviando exprofeso, que los instigadores para que se produjese esta situación han sido y son, precisamente, los “onorables” políticos. ¡Sí señor!

Rafael R. Ramírez Ferreira

General retirado

Mayor General ® E. N. Nacido en Sto Dgo, D.N., Estado civil: Soltero Tres Hijos: Ramfis Rafael; Rissel y Ramsés Funciones desempeñadas: Director General de entrenamiento; Director del J-2, Inteligencia de las FF.AA; Rector del Instituto Especializado de estudios superiores; Presidencia de la Comisión Permanente de Reforma de las FF.AA. Presidente de la Junta de Retiro, FF.AA Vice-ministro de las FF.AA. Inspector General de las FF.A.A Presidente del Consejo Académico Superior de Educación Presidente de la Dirección Nacional de Drogas (DNCD) En la actualidad Asesor Sobre operaciones y estrategia.

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