Según nos consta, la mayoría de los padres tenemos problemas a la hora de educar, corregir, guiar y acompañar a nuestros hijos, ya que los valores con los que nosotros fuimos educados son antivalores para la mayoría de nuestros vástagos.

Como se sabe, entre los 14 y los 18 años las hormonas sexuales masculinas y femeninas (testosterona, estrógeno y la progesterona) están por las nubes, lo que influye en el comportamiento de nuestros hijos.

En tal sentido, educar a pre-adolescentes, adolescentes y jóvenes en la sociedad actual es un desafío extraordinario para lo que la mayoría de los padres y/o tutores no estamos preparados en la sociedad actual.

Como tales, los padres no fuimos a una Escuela de Padres para aprender a cómo ser padres, sino que aprendimos a criar y a educar a nuestros hijos a través del método ensayo-error. El método de ensayo-error, es un método utilizado por la ciencia pura, pero en el caso de la crianza y la educación de nuestros hijos, este método la mayoría de las veces resulta fallecido o catastrófico.

Según sabemos los padres y/o tutores, nuestros hijos están siendo bombardeados y presionados, a través de los grupos a los que éstos pertenecen, las redes sociales, los canales de YouTube, la radio, la tv, los videos juegos, las películas y otros medios e instrumentos tecnológicos a los que nuestros vástagos tienen acceso.

De nuestro lado, los especialistas en higiene y salud mental sabemos, que la mayoría de los padres reaccionamos de dos maneras frente a nuestros hijos, por un lado, de forma positiva y creativa; mientras que, por el otro, reaccionamos con ira, angustia, impotencia y desesperación, actitud que nos descalifica frente a éstos.

También sabemos que, cuando los padres reaccionamos con ira frente a nuestros hijos, éstos nos tildan de agresivos, inmaduros, inseguros e incompetentes; mientras que, cuando reaccionamos de forma positiva y creativa, la mayoría de nuestros vástagos reflexionan, se acercan a nosotros, se arrepienten y, la mayoría de las veces, nos piden perdón.

Por su parte, los tratados de Psicología Social y Neuropsicología de la Universidad LAVAL, Quebec, Canadá, refieren que cuando los padres estamos molestos y enojados, no debemos corregir a nuestros hijos, ya que en tales condiciones anímicas, la mayoría de nosotros, exacerbamos los hábitos y los comportamientos negativos; mientras minimizamos los hábitos y los comportamientos positivos de éstos.

En tal sentido, los padres debemos establecer Normas Claras con su Régimen de Consecuencias que los hijos deben de respetar. Como se sabe, nuestros hijos son video-cámaras, micrófonos, grabadoras y esponjas que registran y procesan todas las informaciones que ven y escuchan.

No obstante, si nuestros hijos cumplen con las normas establecidas en el hogar, los padres debemos flexibilizar algunas de las restricciones contenidas en dichas normas, siempre cuando dicha flexibilización no afecte su rendimiento escolar y los horarios para irse a dormir y levantarse, vigilando de cerca el uso que éstos les dan a los instrumentos tecnológicos (tabletas, celulares inteligentes, laptop y pc).

Por lo expuesto en el cuerpo de este artículo, los padres y/o tutores debemos descartar los castigos y las críticas que dañen la autoestima de nuestros hijos, corrigiéndolos con madurez, prudencia, tolerancia y compasión, actitud   nuestra que desactiva la mayoría de sus comportamientos, actitudes y hábitos que riñen con las normas establecidas en el seno familiar.

Asimismo, si los padres y/o tutores observamos que nuestros hijos están molestos, tristes, ansiosos y estresados, lo correcto es acercarnos a ellos y, dejar que sean éstos quienes nos expresen la(s) causa(s) de su malestar o tristeza, lo que nos permitirá entenderlos y apoyarlos para que éstos superen su malestar por su propia cuenta.

En tal sentido, los padres debemos enseñar a nuestros hijos a que piensen por sí mismos, que aprendan a autocontrolarse y a respetar las normas establecidas, lo que les permitirá autoaprender, crecer y desarrollar una buena autoestima.

Según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, cuando nuestros hijos logran desarrollar una buena autoestima, éstos están en capacidad de vencer la mayoría de los obstáculos que se les presenten, asumiendo una actitud de aprendizaje y de resiliencia asombrosa.

Padres y/o tutores amorosos, comprensivos, tolerantes, prudentes y respetuosos con nuestros hijos, influimos para que éstos se autovaloren, respeten las normas establecidas y, a su vez, nos vean como padres modelos a imitar.

Finalmente, exhorto a los padres y/o tutores que están criando, educando y acompañamiento a pre-adolescentes, adolescentes y jóvenes a sacar tiempo de calidad para compartir, jugar, bailar, disfrutar, leer, ver una película con éstos, entre otras actividades más, ya que en un abrir y cerrar de ojos, éstos logran su mayoría de edad, se nos van y nos dejan los nidos vacío.

“La educación es el arma más poderosa para cambiar el Mundo” (Nelson Mandela).

Telésforo González Mercado

Psicología Social

Telesforo Gonzalez Mercado es Especialista en Psicología Social, Dr. en Planificación Estratégica, académico e investigador. Profesor y tutor para estudiantes de Maestrías y Doctorados en Ciencia para estudiantes de los USA y Canada. Es Conferencista y articulista sobre temas relacionados con el medio ambiente y el cambio climático, resiliencia, construcción de ciudadanía, planificación estratégica, inteligencia emocional y liderazgo. Es Experto en Cooperación Internacional para el Desarrollo. Fue Rector de la Universidad Agroforestal Fernando Arturo de Meriño (UAFAM).

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