Si estamos y permanecemos unidos y organizados, necesariamente tenemos que aceptar el estar dispuestos/as a cambiar para mantener nuestra estabilidad en las nuevas situaciones que se nos vayan presentando. No podemos permitir que el tiempo se nos vaya delante… El crecimiento en las asociaciones se manifiesta en esa actitud, en el comportamiento de cambio tanto a nivel personal como a nivel comunitario.
Digo esto, porque a nivel político solemos decir “yo siempre he pertenecido a este partido”. “yo le agradezco tal favor a tal candidato”. “Yo nací y muero en este partido”, “soy aguilucho desde chiquitico”… La permanencia da una cierta identidad. Pero, sepamos que existe: permanencia, capricho, tozudez, terquedad y discernimiento, que es lo mejor para todos.
Tenemos que aprender que la política no es “hacer favores personales”, ni política es “casarse con un partido”… Tampoco, La política es resolver mis problemas; la política es resolver los problemas de la “polis”, que viene del griego y significa “ciudad”; o sea, resolver las necesidades y problemas de la comunidad. Eso es lo que tenemos que exigir a los políticos.
La Asociación nos enseña y nos facilita el cambio. Si nos fijamos, una fuente de conflicto, a nivel personal en la vida, es cuando no somos capaces de aceptar el cambio. Nuestro cuerpo crece porque acepta el cambio… Nadie permanece en la niñez, ni en la juventud, ni en la madurez, por bonita que sean esas etapas de la vida…; nuestro cuerpo y conciencia van creciendo y con los años cambian. Si permanecemos aislados nos enrarecemos. Hasta llegamos a tenerle miedo a la gente… Es por eso, que la asociación nos enriquece porque nos ayuda a permanecer abiertos al encuentro con el otro y a los acontecimientos nuevos que se presenten.
Fijémonos que al pasar los años nos vamos distanciando de los jóvenes porque nos quedamos fijos en las relaciones, nos aislamos y nos resulta más difícil asumir el cambio y entender a la juventud…
Muchos cambios son deliberados ya sean planificados o no. Muchos otros cambios no son buscados, sino que emergen para sorpresa nuestra. Muchos cambios sorprendentes son efectos no visibles de acciones nuestras, mientras otros son efectos lejanos de múltiples interacciones en nuestro entorno y nos llegan para retarnos, desafiarnos y en los mejores casos para aprender. Los cambios nos enseñan…:
- Participación RESPONSABLE. Estar “con y como” la gente y no contra la gente o a pesar de la gente, promover la participación de forma que todas/os se sientan tomadas/os en cuenta desde la información, la consulta o la decisión. No podemos “ningunear” a nadie. “De cualquier yagua sale un grillo”…
- El auténtico líder o lideresa es quien “enseña a hacer” haciendo, no mandando… Así es como se enseña: “las palabras mueven. El ejemplo arrastra”… La asociación se convierte en un semillero de líderes.
- Cambiar el modelo exige un cambio mental porque tenemos que re-estructurar o re-enmarcar la forma de percibir e interpretar los procesos, estructuras y actividades. A nivel de fe, en la Vida Eclesial y Consagrada, llamamos a este cambio: “conversión”, “recuperar el Valor Originario, el Carisma, la semilla de Dios…” …de ahí su poder para actuar en el presente con la “Visión” del fundador o fundadores de la asociación… Esto nos exige “fidelidad creativa”..,.. , que no es “hacer como hizo”, sino “hacer como haría ahora”.
- A nivel político y organizativo, el cambio se llama DEMOCRACIA… Cuando una persona o partido se hacen dueños del poder se convierten en DICTADURA…
- Un cambio de estructuras y cargos implica, obliga y facilita el cambio de actividades y programas. En este nivel de cambio es fácil de identificar y programar el qué cambiar y el hacia qué cambiar; pero el cómo cambiar es más difícil planear y mucho más difícil de ejecutar; pero no es imposible de realizar por el hecho de ser difícil…
- Como recordación, hacemos presente los cinco sentidos, las raíces del trabajo social: 1. Sentido de humanidad, al otro como a mí… 2. Sentido de fe, continuar la misión de Jesús…3. Sentido gratuidad/ solidaria, el trabajo social no se vende … 4. Sentido de servicio profesionalizado, lo mejor para el empobrecido… 5. Sentido de Poder Popular/unidos y organizados es la fuerza de Dios porque beneficia a todos en la sociedad…
- Si seguimos estas líneas de pensamiento, que hemos venido reflexionando necesariamente vamos a llegar al “empoderamiento”. Sólo así, generamos un poder que defienda los intereses de los empobrecidos y empobrecidas obtendremos la auténtica “democracia” porque haremos que los políticos dejen de manipularnos y comiencen a tenernos en cuenta como sujeto de diálogo y discernimiento en la toma de decisiones que nos beneficien como Pueblo Unido y Organizado. La democracia sin participación del Pueblo es pura “demagogia”… Es decir, vivir amarrados por políticos que nos entretienen y engañan con falsas promesas…
- En los siguientes artículos vamos a dar un paso más en este proceso de reflexión, vamos a aprender cómo: “EMPODERAR LA COMUNIDAD A TRAVÉS DE LA PARTICIPACIÓN CÍVICA”.
La integración cívica de la ciudadanía en las Asociaciones Comunitarias de Base es la que puede lograr la “democracia participativa”. Nuestra participación en la vida de la comunidad es un deber, es una misión privilegiada que no podemos delegar en nadie y menos en políticos que lo que buscan es entretenernos con boronitas…
Compartir esta nota