Según vimos el artículo anterior publicado en fecha 30 de Septiembre del presente año, cuando una persona con 60 años o más aprende a tocar un instrumento musical, se activan múltiples estructuras cerebrales simultáneamente, incluyendo la audición, la lectura musical y la coordinación de los movimientos de las manos y los dedos, lo que equivale a un ejercicio completo del cerebro, incluyendo el desarrollo de la reserva cognitiva que posee ésta.

Además, “aprender a tocar un instrumento musical mejora la función ejecutiva y la memoria, ya que dicho aprendizaje involucra a todas las regiones del cerebro que tienen que ver con la memoria y la neuroplasticidad cerebral” (Estudio publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience, 2022).

Asimismo se sabe que, la música reduce el estrés y la ansiedad, ya que mientras aprendemos a tocar un nuevo instrumento se libera serotonina, lo que mejora la concentración y la memoria y se activan además, las áreas cerebrales relacionadas con el placer y la empatía.

Por nuestro lado, los neurólogos y los neuropsicologos sabemos, que cuando las personas con 60 años o más reciben clases de piano durante seis meses, muestran una mejora significativa en la conectividad estructural de los hemisferios izquierdo y derecho, lo que mejora la memoria y el lenguaje.

Por su parte, estudios realizados por expertos en neuropsicología de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren, “que aprender a tocar un instrumento musical en la edad madura mejora la función ejecutiva y el volumen cerebral, lo que estimulada la aparición de nuevas conexiones neuronales que activan la neuroplascticidad cerebral" (Informes de los expertos de la OMS, 2023).

También los expertos de la OMS descubrieron, que los estímulos musicales activan el circuito cerebral subcortical, el cual está ubicado en el sistema límbico. Como se sabe, el sistema límbico está formado por estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales que emiten las conexiones del área pre-frontal del cerebro humano.

En tal sentido, el científico canadiense Robert Zatorre constató en su laboratorio musical que, una vez los mecanismos neuronales de percepción musical se activan, los sonidos impactan en el tímpano del oído y luego se transmiten al tronco cerebral, pasando luego a la corteza auditiva primaria.

Según sabemos los neurólogos y los neuropsicólogos, los impulsos musicales viajan por las redes neurológicas del cerebro, lo que les permite a las personas captar y percibir la música, así como reconocer aquellos sonidos sonoros que éstas habían escuchado desde muy temprana edad.

Además, sabemos que la música contribuye a desarrollar las potencialidades artístico-musicales de las personas de 60 años o más, lo que enriquece su mundo interior, ya que la música ayuda a sincronizar los hemisferios izquierdo y derecho, favoreciendo la creatividad y la improvisación.

Como hemos podido apreciar en el cuerpo de este segundo y último artículo sobre la atrofia cerebral y su impacto en la salud mental, aprender música y cualesquier otro hobbies a partir de los 60 años o más, mejora el estado anímico y la autoestima de las personas con 60 años o más, ya que éstas disfrutan de forma divertida sus nuevos aprendizajes, sin importar su edad.

De nuestra parte, los neurólogos y los neuropsicólogos sabemos, que todavía la Comunidad Científica Internacional no dispone de los conocimientos científicos para detener el reloj biológico de las personas de 60 años o más, pero que se está trabajando para identificar las psicoterapias que nos permitirán en los próximos diez a quince años, ralentizar los efectos de la edad en la salud física y mental de las personas añosas.

En ese contexto, los especialistas en higiene y salud mental confiamos en que, las investigaciones que se están llevando, nos arrojarán las herramientas científicas para estimular la neuroplasticidad cerebral y, a su vez, tratar la demencia y las demás  patologías asociadas con la edad.

Asimismo, estamos esperanzados en que, los resultados de los estudios que están realizando los expertos en neurología y neuropsicología de la OMS con el apoyo de las Universidades de Harvard y Cambridge, recomienden las nuevas psicoterapias para ralentizar los impactos del deterioro cognitivo de las personas con 60 años o más que están activas social y laboralmente.

Como el Cerebro es un órgano moldeable a lo largo de toda la vida de un ser humano, los especialistas en higiene y salud mental estamos llamados a seguir estudiándolo para tratarlo y darles forma a su trayectoria, siguiendo los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos de Salud Mental (DSM-V-2018).

Finalmente, las ciencias de la salud están en permanente cambio, por lo que las nuevas investigaciones y las experiencias clínicas, nos permitirán ampliar los conocimientos que necesitamos los neurólogos y los neuropsicólogos, para incorporar las nuevas modalidades terapéuticas para el tratamiento de las enfermedades asociadas con la edad.

“La música es la aritmética de los sonidos, como la óptica es la geometría de la luz”. Claude Debussy (1862-1918).

Telésforo González Mercado

Psicología Social

Telesforo Gonzalez Mercado es Especialista en Psicología Social, Dr. en Planificación Estratégica, académico e investigador. Profesor y tutor para estudiantes de Maestrías y Doctorados en Ciencia para estudiantes de los USA y Canada. Es Conferencista y articulista sobre temas relacionados con el medio ambiente y el cambio climático, resiliencia, construcción de ciudadanía, planificación estratégica, inteligencia emocional y liderazgo. Es Experto en Cooperación Internacional para el Desarrollo. Fue Rector de la Universidad Agroforestal Fernando Arturo de Meriño (UAFAM).

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