Difícilmente, una gran parte de los habitantes actuales del siglo XXI en todo el continente americano se hayan enteredo que su presencia en la tierra se hizo posible a partir de un concepto musical que contagió las vecindades de casi todos nuestros países. Sus características no perseguía fines comerciales, pero en la medida en que surgieron voces de poder y sensibilidad, arreglos musicales con exquisito nivel profesional, y una profunda calidad literaria, la Nueva Trova y las canciones de protesta se hicieron cada vez más atractivas para la programación de las estaciones radiales. Provocaron además la asistencia de público a los conciertos que agrupaciones y cantores ofrecían ocasionalmente en diversas latitudes geográficas del continente y el mundo.

Desde Tierra del Fuego en el sur profundo, hasta Tijuana en el norte agreste del continente, se escuchaban y vendían las producciones discográficas realizadas bajo este concepto estético musical.

La Nueva Trova Latinoamericana es un movimiento musical y cultural que como muchos de los integrantes de la generación del siglo XX sabemos, surgió a principios de la década del 60, con fuertes raíces en Cuba. Se consolidó en los años 70, y se hizo casi imprescindible en nuestros hogares y corazones, en los años 80.

Su fundamentacion esencial de trabajo se establece en el centro de experimentación sonora del Instituto Cubano de Artes y Ciencias Cinematográficas (ICAIC), propuesta creativa bajo las orientaciones del reputado músico Leo Brower.

Además de producir las músicas para las bandas sonoras del incipiente cine cubano, institución cultural que es un producto directo de las decisiones políticas del régimen que se instala a partir del triunfo de la revolución socialista que dirigió el joven rebelde Fidel Castro, en 1959. Concomitantemente, el centro también animaba a sus integrantes a producir la música de su particular interés.

De esa propuesta musical institucional, impulsada por Haydee Santamaría (aporta Wikipedia), surgen figuras claves de la Nueva Trova Latinoamericana, que tiene en los músicos y los cantores cubanos sus máximos exponentes.
Destacan en esa primera ola de talentos, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Vicente Feliu y Noel Nicola.

La Nueva Trova surge en un momento difícil para sociedad latinoamericana en su conjunto, con una fuerte polarización de las ideas políticas en dos grandes frentes: Capitalismo Vs Comunismo. La Guerra Fría, iniciada en 1947 luego de concluida la Segunda Guerra Mundial, teniendo a Europa como escenario fundamental de los acontecimientos, había llegado con fuerza al continente y exigía a cada uno de sus habitantes, lealtad a toda prueba.

En ese enrarecido ambiente geopolítico el nuevo régimen cubano tenía que dar a conocer sus proyectos e ideas, y que mejor vehículo de difusión que la excelente vinculación entre dos expresiones artísticas tan influyentes como el cine y la música.

La Nueva Trova Latinoamericana cobró un gran impacto en diversos países del continente, sobre todo en Chile, Ecuador, Puerto Rico, Venezuela, Argentina, la República Dominicana, entre otros.

De grata recordación es el evento Siete Días con el Pueblo, celebrado en el país del 25 de noviembre, al 1 de diciembre del año 1974.

Como señale en el primer párrafo de esta entrega que he perfilado en tres partes, muchos de los hombres y mujeres del continente que con 30, 35, y 40 años son miembros directos de la generación del siglo XXI, no saben que la mayoría de sus padres se enamoraron, llevaron serenatas, y se casaron con las canciones que los máximos exponentes de la Nueva Trova Latinoamericana hicieron populares en todo el continente americano.

No sólo canciones de protesta escribían, arreglaban musicalmente, e interpretaban los talentos de ese movimiento musical y cultural. Sus aportes al amor entre parejas se hizo evidente de manera amplia, y de una indiscutible calidad sensual.

Espero contarles con diversos ejemplos en las dos restantes entregas.

Agustín Cortés

Cineasta

Agustín Cortés Robles, nace en Santo Domingo, Capital de la República Dominicana el 23 de julio de 1957. Se graduó de Cineasta el 28 de octubre de 1983 en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, formando parte de la primera promoción universitaria de cineastas del país. Posee una maestría y una especialidad en Educación Superior (2003-2005) de la misma Alma Mater. Es miembro fundador del Colectivo Cultural ¨Generación 80¨ del país. Ocupó la Dirección de la Escuela de Cine, Televisión y Fotografía de la Facultad de Artes (UASD), durante dos periodos: 2008-2011 y 2011-2014. En esa unidad docente, además de Director, fue coordinador de las cátedras Teoría e Investigación Cinematográfica y Técnica Cinematográfica. Actualmente es profesor jubilado de la indicada Institución de Educación Superior.

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