Según se conoce, los planteamientos teóricos del Psiquiatra y Psicoanálisis Canadiense Eric Berne, dio lugar al establecimiento de un enfoque racional del funcionamiento de la personalidad humana, conocido como Análisis Transaccional (AT).

Como tal, el AT se constituyó en teoría con un cuerpo teórico y conceptual robusto, al analizar, interpretar y abordar mediante psicoterapia conductual funcional, las conductas y los trastornos psicoemocionales conocidos por la Psicología, la Psiquiatría y la Neuropsicología.

Por su estructura y dinámica, el AT sirve de marco de referencia para el análisis y aplicación de todas las técnicas de abordaje de la conducta humana, como es el caso de la Gestalt, la bioenergética, la psicocibernértica,  el reflejo de sentimientos, la relación interpersonal y todos los métodos de meditación conocidos.

Además, los esquemas, lenguajes y modelos del AT tienen una aplicación valiosa en la organización  y trabajo con grupos humanos, tanto en el campo laboral, organizacional, la educación y el entrenamiento continuo.

Como se sabe, el universo científico de la psicología lo constituye el análisis y la descripción de la estructura y el funcionamiento de la personalidad humana, incluyendo los factores somáticos (genéticos, fisiológicos y morfológicos).

También, el universo científico de la psicología analiza los factores psicológicos (inteligencia, emociones, validación y motivación), así como los factores sociales relacionados con los aprendizajes y las experiencias vivenciales, aspectos que conforman la unidad biopsicosocial del ser humano.

Por su parte, Jean Claude Filloux planteó que cada estructura humana es única, indicando que la personalidad encierra los rasgos biológicos, cognoscitivos, sociales, culturales y afectivos que caracterizan al sujeto como tal.

Asimismo, para Jean Claude Filloux, la dimensión espacial o geográfica de la personalidad, está asociada con los factores exógenos y endógenos de desarrollo orgánico y psíquico que facilitan el perfeccionamiento neurofisiológico, la motricidad y el lenguaje gestual y oral.

En ese contexto, el AT considera que los niños nacen sanos y que sus padres y/o sus tutores los enseñan, cómo éstos deben pensar, sentir y percibir las cosas, según las costumbres, las tradiciones y el ambiente sociocultural en el que ellos nacen, crecen, se desarrollan y se insertan en la sociedad.

Vistas las complejidades descriptas en los párrafos anteriores, el AT les proporciona a las personas, las herramientas necesarias para que éstas desarrollen su autoestima, su autoconfianza y su autonomía y, a su vez, superen por su propia cuenta sus desórdenes y desequilibrios conductuales y psicoemocionales.

Como estrategia, el AT les proporciona a las personas los métodos y las técnicas para que éstas aprendan a manejar el estrés, la angustia y la ansiedad, el miedo, el pánico y la temible depresión,  sin escudriñar sus conflictos neuróticos, sus psicosis, sus desordenes de carácter o cualesquier otras categorías psicopatológicas conocidas por la Psicología, la Psiquiatría y la Neuropsicología.

En tal sentido, el AT trabaja las áreas cognitivas del organismo humano afectadas, estimulando las conexiones y la neuroplasticidad cerebral del sujeto, cuyos resultados son asombrosos, según los datos a los que nosotros tuvimos acceso en la revisión y análisis de los artículos científicos producidos y publicados por Eric Bernes y sus alumnos.

Según los especialistas en higiene y salud mental conocedores del AT, el método utiliza un lenguaje simple y directo, en vez de realizar un análisis extrapsíquico, neopsíquico y arqueopsíquico complejo, cuyos resultados son difíciles de entender y asimilar por las personas con trastornos conductuales y psicoemocionales.

Como tal, el AT les proporciona a las personas técnicas creativas e innovadoras, para que éstas se liberaren de sus ataduras, de sus guiones y sus argumentos de vidas programados e impuestos, entrenándolas para que las mismas aprendan a ser autónomas, auténticas y a busquen su equilibrio psicológico y emocional, sin la intervención de terceros y el uso psicóticos y psicofármacos.

Asimismo, el AT les enseña a las personas a optar por una posición existencial digna, optimista, funcional y realista, motivándolas a superar sus trastornos conductuales y psicoemocionales, al asumir una actitud autocrítica, liberadora y de crecimiento personal, familiar, social y cultural integral.

Además, el AT les proporciona a las personas respuestas a una multiplicidad de preguntas que éstas se formulan habitualmente con respecto a sí mismas, sobre las conductas y los hábitos de las personas de su entorno familiar, social, laboral y cultural y, les proporciona a la vez, alternativas para que éstas sean las arquitectas de sus vidas, de su futuro y de su propio bienestar.

Como usted ha podido apreciar en el cuerpo de este artículo, el AT entrena y capacita a las personas, para que éstas se liberen de sus prejuicios impuestos y/o aprendidos y, a su vez,  aprendan a desaprender, para que vuelvan a aprender de nuevo: Hábitos, comportamientos y conductas sanas.

Las personas nacen príncipes y princesas hasta que el proceso de civilización los convierten en sapos” (Eric Berne, médico-psiquiatra canadiense).

Telésforo González Mercado

Psicología Social

Telesforo Gonzalez Mercado es Especialista en Psicología Social, Dr. en Planificación Estratégica, académico e investigador. Profesor y tutor para estudiantes de Maestrías y Doctorados en Ciencia para estudiantes de los USA y Canada. Es Conferencista y articulista sobre temas relacionados con el medio ambiente y el cambio climático, resiliencia, construcción de ciudadanía, planificación estratégica, inteligencia emocional y liderazgo. Es Experto en Cooperación Internacional para el Desarrollo. Fue Rector de la Universidad Agroforestal Fernando Arturo de Meriño (UAFAM).

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