“La historia la escriben letrados, dejando a los ‘iletrados' sin voz…”
SOPORTE HISTÓRICO
“Gran parte de la historia de nuestros aborígenes, ARAUACOS INSULARES que llamamos taínos, ha sido narrada por impresiones del primer momento, y luego han permanecido en el tiempo como dogmas; además, la historia la escriben letrados, dejando a los ‘iletrados' sin voz. Esta obra, aún ficticia en parte, trata de poner hechos y opiniones en otra visión, cambiando la perspectiva a la que estamos habituados a ver”.
FICHA TÉCNICA:
SINOPSIS}
“El primer nombre femenino de la isla que emerge con gran fuerza en las crónicas antiguas es el de ANACAONA, originalmente ANAKA-O-NA o ANNAKA-IOUNA, cacica de Jaragua y Maguana.
Esta obra teatral, basada en datos e investigaciones históricas profundas, y que por razones de teatralidad y escénicas, tiene partes dramáticamente creadas con el fin de dar una secuencia lógica a la trama. Trata de la vida de la primera heroína ancestral de Quisqueya, desde su nacimiento entre las aguas de Jimenoa hasta su muerte en “La fuerza”, “Fortaleza Ozama”.
AUTORÍA Y DISEÑO DE IMÁGENES:
Cristian Martínez – CRISMAR
DIRECTOR ESCÉNICO:
Fausto Rojas.
ACTUACIÓN DRAMATURGIA:
Nileny Dippton.
ACTRIZ:
Nefer Galaxia Helene Mourou.
PRODUCTORA EJECUTIVA:
Nolandia Estévez de Javier.
ASISTENTE DE PRODUCCIÓN:
Johanny García Ramos.
MUSICALIZACIÓN Y VOCALIZACIÓN:
José Ismael Valdez Castillo.
CONFECCIÓN DE VESTUARIO:
Bautista Sierra.
MEDIOS DIGITALES:
Felipe Blonda.
ASISTENCIA Y UTILERÍA:
Saúl Molina.
ANAKA-O-NA y los vericuetos de la dramaturgia.
La dramaturgia escrita de ANAKA-O-NA se cimenta en una narrativa descriptiva y didáctica. El texto se nutre del dato histórico y sugiere un montaje ficcionado respecto a la vida de la cacique taína de Quisqueya, ahorcada en la masacre de Jaragua. La investigación expone un entramado cultural a través de la lengua arauco. Los detalles informativos muestran un conocimiento vasto respecto a la cultura amerindia y taína. Aunque lo espectacular y lo dramático usan la “historia” como referente, el libreto teatral es “fábula” y recreación artística.
El libreto escrito por la actriz Nileny Dippton relata las vicisitudes de Anacaona y su pueblo. La narración dramática está organizada por episodios escénicos que se vinculan entre sí. El todo está formalmente bien hilvanado, es creíble y está muy bien representado. El montaje es, ante todo y sobre todo, una hermosa propuesta visual que integra las actuaciones graciosas, delicadas y eficientes de las actrices Nileny Dippton y su pequeña hija Nefer Galaxia. Nileny en escena no parece una actriz, sino una “máquina” impecable y precisa. Su memoria intelectual y corporal es tan magnífica que defiende un texto largo y complicado sin titubear ni equivocarse.
La dirección escénica de ANAKA-O-NA es un deleite. Su atmósfera visual es onírica, conceptual y simbólica. El montaje es “escandalosamente” limpio. El más mínimo detalle escénico está tan estrictamente bien cuidado, que de momento no parecen escenas del teatro, sino del cine. Lo visual es tan sublimemente fantástico que logra transgredir las fronteras de ambos géneros.
El magnífico diseño de imágenes que propone Cristian Martínez es escenario y proyección. Las imágenes ilustran y significan el texto narrado por las actrices. El espacio escénico creado como cine no solamente reemplaza la escenografía como objeto y construcción, también insinúa y exhibe un universo virtual que es texto y contexto de la mitología taína. Lo escenográfico se edifica sobre la base de tecnología virtual y un exquisito diseño de iluminación, dirigido por el veterano Ernesto López. Y para rematar, la banda sonora y el cántico sumergen al espectador en una sicodelia auditiva que recrea como símbolo el contexto de naturaleza salvaje de la historia.
Fausto Rojas, el director escénico, sugiere en ANAKA-O-NA una estética visual que funciona como lenguaje para dimensionar los significados de la actuación y del texto escrito. Iluminación, musicalización y proyección visual se conjugan, se fusionan y crean un mundo sensorial para que el espectador disfrute y descifre la trama a su antojo. Fausto usa el texto escrito de ANAKA-O-NA como excusa y/o pretexto para proponer una estética visual-simbólica de la cultura amerindia-Arauco, hasta llegar a los vericuetos de Anacaona y la extinta etnia taína.
ANAKA-O-NA es un moderno espectáculo visual que desborda los límites de la imaginación teatral, y sin caer en el panfleto, su trama es política, denuncia, desmitifica la historia del colonizador y la masacre del gobernador Ovando en el cacicazgo de Jaragua. Es antropológico, porque explora los elementos culturales, hábitos culinarios, danzas, deidades y otros ritos relacionados al convivir de los taínos. ANAKA-O-NA, es también un espectáculo histórico, porque indaga y analiza de manera crítica y minuciosa la historiografía conservadora relacionada a los “ARAUACOS INSULARES que llamamos tainos…”
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