En días recientes el cyber espacio de Republica Dominicana ha hospedado una reunión histórica. Han participado en ella políticos, diplomáticos, científicos, instituciones internacionales y los directores de numerosos sincrotrones de Europa, Norte América y Asia y, naturalmente, Harry Westfahl, director del único sincrotrón de América Latina, el de Campinas, Brasil. La reunión ha sido seguida directamente, o en youtube, donde está disponible, por centenares de asistentes.

¿Por qué cyber espacio de Republica Dominicana, si el alcance de esa conferencia es mundial? Porque el tema principal de la reunión fue ampliar un debate acerca de la perspectiva de tener en nuestra región más sincrotrones, para el cual República Dominicana y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología han jugado un rol importante ya que siendo dos las propuestas, no alternativas, actualmente sobre la mesa, una en Puerto Rico, parte del sistema norte americano, y otra en algún país del Gran Caribe, esta segunda propuesta tiene acta de nacimiento dominicana.

Las primeras ideas ([2109.11979] A Synchrotron as Accelerator of Science Development in Central America and the Caribbean). tienen raíces en el Simposio del MESCyT sobre qué hacer en América Latina después de la pandemia. El terreno era fértil. Proyectos análogos habían sido considerados, pero no realizados, a nivel nacional, en México, Cuba y Colombia. Esto permitió que surgiera, de manera natural, una sinergia regional, elemento, éste, que caracteriza la propuesta.

En tres años, lo que era una propuesta de un grupo internacional de académicos ha logrado, gracias también a dos otros simposios del MESCyT, en 2022 y 2023, y a un artículo aparecido en la prestigiosa revista Nature (https://www.nature.com/articles/d41586-024-00598-4 ) volverse un proyecto internacional de gran impacto económico, social y político, despertando un creciente interés y consiguiendo apoyos y respaldo internacional, hasta ser indicado por la TV del gobierno ruso como uno de los tres proyectos de desarrollo científico potencialmente más importantes de América Latina  (https://actualidad.rt.com/video/508984-diferencias-gastos-ciencia-paises-latinoamerica).

La necesidad de tener grandes infraestructuras científicas es apremiante en el continente. Mucho se ha hecho en astronomía y astrofísica, por el carácter único de sus condiciones geográficas, pero no es suficiente. La formación de científicos, si no se acompaña por oportunidades concretas de realizar investigación de frontera, lleva a la pérdida de muchos de los mejores. Un poeta como Pablo Neruda puede alabar a América Latina como tierra de poteros, pero en el Siglo XXI se necesita más y sobre todo lo necesitan los países de dimensiones medio-pequeñas como la mayoría de los del Gran Caribe, que, por otro lado, por sus dimensiones, y economías, solamente lo pueden lograr a través de grandes programas regionales.

Es cierto que la matriz económica prevaleciente permite en muchos de esos países un nivel de vida bueno para una razonable fracción de la población, pero mientras, sobre el largo plazo, los crecimientos económicos han sido capaces de reducir la pobreza, el progreso en los últimos veinte-treinta años se ha estancado y ha sido limitado y desigual entre sector urbano y rural, dejando que siga habiendo grandes desigualdades.

¿A qué viene esta consideración hablando de sincrotrones? ¿Qué es un sincrotrón y cuál es su utilidad? Es un acelerador de electrones, que, obligados a recorrer, con una velocidad cercana a la de la luz, una trayectoria circular en un anillo cuyo diámetro es del orden del centenar de metros, emiten una radiación que tiene múltiples usos. Éste es el punto central, la multiplicidad de los posibles usos de esa luz. La física es fundamental para explicar qué ocurre, cómo se produce la luz, cómo se pueden mejorar sus prestaciones, de la misma manera que lo hace para que los aviones vuelen o se pueda ver televisión o usar teléfonos móviles, pero el uso de sincrotrones en física es marginal. De los premios Nobel otorgados por investigaciones que han utilizado el sincrotrón, son mucho más los de Química, entre ellos el de este año a Baker, que los de Física. Y típicamente en un sincrotrón se llevan a cabo muchos más proyectos de biología que de física.

¿Qué investigaciones pueden hacerse utilizando sincrotrones? El lector puede quedar sorprendido al enterarse de la versatilidad de ese instrumento. No es un caso que 13 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible puedan beneficiarse de investigaciones hechas por un sincrotrón. Muchas tienen un impacto social importante, estudio de aguas, seguridad alimentaria, medicina (imágenes, tratamientos de tumores, producción de radioisótopos), otras un elevado valor cultural (arqueología, patrimonio cultural). Un ejemplo espectacular la posibilidad de leer sin destruirlos los papiros de la Villa de los papiros de Herculano, la ciudad hermana de Pompeya, afectada por la erupción del Vesubio del 79 d.C.

Pero hay también aplicaciones relevantes para temas prioritarios para el desarrollo económico de Republica Dominicana. Dos prioridades que han ido adquiriendo importancia son el desarrollo de una industria de semiconductores y las investigaciones sobre un posible desarrollo minero referente al litio. Ambos temas pueden beneficiarse de la disponibilidad de una infraestructura de esta naturaleza. Dos observaciones: la industrialización en semiconductores a través de la atracción de industrias extranjeras tiene los elementos de fragilidad intrínsecos en operaciones de esta naturaleza si su sustento es simplemente la disponibilidad de una mano de obra barata. Pero si se la acompaña con una capacidad de investigación de alto nivel el panorama cambia. El sincrotrón ALBA en España ha atraído alrededor de un centenar de industrias. Y además puede surgir una demanda de industria de alta tecnología. En lo referente al litio, el estudio de suelos en apoyo a la investigación minera es otra de las líneas de investigación que se pueden promover utilizando sincrotrones.

¿Es factible, es rentable tal operación? Hay estudios que lo comprueban abundantemente. Lo que es necesario es que sea asumido por la agenda política de los países de la región. Esto requiere que algún país asuma un rol de catalizador para una política científica regional siempre más necesaria. Hace unas semanas, en el Foro Mundial de ciencias, en Budapest, se nos informó que Hungría tiene 19 agregados científicos en sus embajadas. Es necesaria una política científica regional de parte del SICA, que afronte los problemas estructurales del desarrollo científico, y menos los relacionales entre los países.

República Dominicana puede tener un papel de liderazgo en este aspecto, en el propio SICA, en las agencias internacionales, en los Bancos de desarrollo que tienen acciones de esta naturaleza en su misión. Una señal de buen auspicio la da una nota aparecida ayer en el sitio de la Presidencia (https://presidencia.gob.do/noticias/rd-impulsa-una-avanzada-instalacion-cientifica-para-estudiar-cambio-climatico-en-el-caribe), que hizo referencia a la intervención en la Conferencia del Vicepresidente Ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, Dr. Max Puig, ya que en la nota no solamente se enfatizan otras posibles aplicaciones de los sincrotrones de específico interés para el cambio climático, sino también se ponen en evidencia algunos de los beneficios intangibles que hemos indicado en nuestras reflexiones.

Quién sabe si el Dr Puig no ha visto en este proyecto la posibilidad de realizar un proyecto olvidado, pero no por eso menos importante, que podría realizarse en su ciudad natal, el que el presidente Abinader anunció hace unos cuatro años, la creación de una ciudad del conocimiento, una Silicon Beach (Se construirá en el país el “DR Silicon Beach” en Puerto Plata | Presidencia de la República Dominicana). Es un proyecto cuya importancia quien escribe ha tenido oportunidad de recordar en dos circunstancias (Silicon Beach no es utopía | Acento, Silicon Beach y el futuro de la economía dominicana | Acento). Eran los primeros días del proyecto de sincrotrón del Gran Caribe, así que este proyecto no se mencionó en relación al proyecto de Silicon Beach. Pero la idea de crear hubs de ciencia se está difundiendo. Colombia lo hizo en Medellìn, Panamà, además de la Ciudad del Conocimiento creada después de la devolución del Canal, está desarrollando David Chiriquí.

Hoy este proyecto ofrece una oportunidad para una nueva reflexión sobre la propuesta visionaria dele presidente Abinader. Se puede ir mucho más allá que pensar en un desarrollo regional que utilice las atracciones de Puerto Plata. Se podría empezar con un proyecto de alcance menor, aunque hay que tener presente la importancia política de que sea regional. En la Conferencia, este tema ha sido objeto de amplio debate. Las llamadas fuentes de luz compactas son ideales para realizar algunas de las actividades que se pueden realizar con un sincrotrón, y permitirían crear alrededor centros de investigación avanzados, y los resultados de estas estructuras reforzarían el apoyo de la sociedad por los compromisos necesarios para proyectos de tal envergadura.

Esto requiere planeación regional y a nivel nacional un gran plan políticamente compartido de ciencia para el desarrollo. Ojalá sea posible. Cualquier demora no hará sino aumentar la brecha entre la región y los países que más invierten en ciencia.