El presidente colombiano, Gustavo Petro, advirtió este lunes a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que "no es rey en Colombia" y que su gobierno no va a hacer concesiones, sino a "exigir", en medio de la escalada de tensiones diplomáticas entre ambos países por la lucha antidrogas.
"Dijo Trump: 'Colombia está fuera de control'. Pues claro que está fuera de control, de él. En una democracia un gobierno está bajo control del pueblo, no de Trump. No es rey en Colombia, aquí no aceptamos reyes, punto", afirmó Petro en una entrevista con el periodista Daniel Coronell de Univision.
El mandatario colombiano dijo, en otro momento, que "en el siglo XXI algunos creen que se pueden volver reyes y virreyes, y en repúblicas no es posible", y agregó: "Aquí se le corta la cabeza a los reyes si llegan con actitud de rey".
El sábado pasado, miles de personas salieron a protestar en Estados Unidos en la mayor manifestación desde el regreso de Trump al poder en enero pasado, bajo el lema de 'No Kings' (No queremos reyes), en alusión a la percepción de que el presidente actúa como un monarca y recuerda que el país norteamericano se fundó en 1776 sobre el rechazo al poder absoluto de un soberano.
Petro se reunió este lunes en Bogotá con el embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña, a quien llamó a consultas para analizar la nueva crisis diplomática entre ambos países y, según adelantó en la entrevista, tiene previsto reunirse también con el encargado de negocios estadounidense en Colombia, John McNamara, quien le traerá "razones oficiales".
Lula en Brasil y Claudia Sheinbaum en México firmes sin romper puentes con EEUU
El jefe de Estado dejó claro, sin embargo, que no está dispuesto a hacer concesiones: "Yo no voy a conceder, voy a exigir. Pero si Colombia ya concedió todo, no tiene que conceder más", afirmó, y añadió que sigue el ejemplo de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de México, Claudia Sheinbaum, quienes han mantenido firmeza sin romper puentes con EE.UU.
"Te paras firme y erguido, no te arrodillas. Jamás te debes arrodillar", sentenció Petro.
El último choque diplomático entre Colombia y EE.UU. estalló el domingo, cuando Trump anunció el fin de la ayuda financiera al país suramericano por su supuesta inacción en la lucha antidrogas, acusó a Petro de ser "un líder del narcotráfico" y advirtió que planeaba imponer represalias comerciales.
Petro, quien ha intensificado sus críticas a Trump desde que este ordenó en agosto un despliegue militar en el Caribe bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, calificó al inquilino de la Casa Blanca de "grosero e ignorante con Colombia" y su Gobierno anunció que acudirá a "todas las instancias internacionales" para defender la soberanía nacional que considera "amenazada".
"Le da rabia al señor Trump que yo no apoye a los norteamericanos con el Ejército colombiano para invadir Venezuela. No señor, ¿a qué estúpido colombiano se le puede ocurrir ayudar a invadir donde están sus primos, sus sobrinos, su gente colombiana que hay cuatro millones? Para que los maten como en Gaza", dijo hoy el mandatario.
Estos cruces se producen un mes después de que Estados Unidos retirara de la lista de países que combaten el narcotráfico a Colombia, el mayor productor mundial de cocaína, y de que la Administración de Trump revocara la visa a Petro por pedir desde Nueva York a los soldados estadounidenses que desobedecieran las órdenes del republicano, en una arenga en favor de Palestina.
Lula presume de que Brasil "no bajó la cabeza" ante Trump
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presumió este lunes de que Brasil "no bajó la cabeza" ante los aranceles y las "ofensas" del mandatario estadounidense, Donald Trump, con quien ensaya una aproximación tras meses de tensión.
"Todo el mundo sabe que cuando Trump puso los aranceles (del 50 %) y ofendió a Brasil, nosotros no bajamos la cabeza porque, aunque no seamos tan grandes como ellos, tenemos un carácter y una dignidad de la que muchas veces no somos conscientes", dijo Lula en un acto oficial en el Palacio de Planalto, en Brasilia.
"Eso es lo que hace que un país se convierta en una nación", completó.
Lula se refirió al líder republicano durante su discurso en el lanzamiento de una línea de crédito de 40.000 millones de reales (7.400 millones de dólares o 6.400 millones de euros) en condiciones ventajosas para que las clases bajas y medias reformen sus viviendas.
El jefe de Estado brasileño hacía un repaso a los programas sociales impulsados desde que regresó al poder, el 1 de enero de 2023, cuando hizo mención a Trump.
Brasil y EE.UU. viven una crisis diplomática inédita después de que el mandatario estadounidense impusiera aranceles del 50 % a buena parte de los productos brasileños en represalia por el juicio contra el expresidente ultra Jair Bolsonaro, su aliado, por golpismo.
La Administración Trump redobló su ofensiva con investigaciones comerciales contra Brasil, sanciones económicas a algunos de los jueces de la Corte Suprema y la revocación de visados a magistrados del alto tribunal y funcionarios del Gobierno de Lula.
Sin embargo, ambos líderes se encontraron en los pasillos de la pasada Asamblea General de la ONU, en Nueva York, e iniciaron un deshielo que, a priori, culminará con un primer encuentro presencial y posibles visitas a sus respectivos países.
En este contexto, el pasado 6 de octubre, mantuvieron una llamada "amistosa" durante 30 minutos y Lula le propuso verse en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), que se celebrará a fines de este mes en Kuala Lumpur (Malasia).
Diez días después, los cancilleres de Brasil y EE.UU., Mauro Vieira y Marco Rubio, se reunieron en Washington, donde retomaron las negociaciones comerciales "en una actitud constructiva".
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