Entre el 4 y el 5 de septiembre pasado más de quince presuntos miembros de la banda Gran Grif fueron asesinados en la localidad haitiana de Liancourt, un "éxito" reivindicado por Policía Nacional de Haití en el que habrían jugado un papel determinante las fuerza de autodefensa en la zona.
Liancourt se encuentra a unos 115 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, en el departamento de Artibonite, uno de los tres más poblados del país y que enfrentan una situación de inseguridad insostenible en el marco de la crisis desatada por las pandillas en el país, donde 4.026 personas fueron asesinadas entre enero y junio pasado, un 24 % más respecto al mismo periodo de 2024.
Al menos 20 grupos criminales, entre pandillas y grupos de autodefensa, actúan en el departamento de Artibonite, según la ONU.
Las Naciones Unidas han señalado que los grupos de autodefensa se describen como una respuesta comunitaria a los ataques de las pandillas, pero los hechos demuestran que ambos actores actúan con extrema brutalidad contra la población.
A pesar de todas las críticas que se le hacen a las autodefensas de Liancourt, toda la esperanza de la población de este municipio recae sobre sus hombros, según comentan sus pobladores.
Simbiosis de la Policía y las autodefensas
Es en este contexto que surgió semanas atrás el grupo de autodefensa 'Resistencia', cuyo objetivo es "hacer todo lo posible en colaborar con la Policía Nacional de Haití" para impedir que la temible banda Gran Grif, dirigida por Lucson Elan, "tome el control de la comisaría" de la localidad.
Así lo explica a EFE un hombre de unos 20 años que se identifica como miembro de estas brigadas, mientras se encuentra frente a la comisaría de Liancourt vestido con una camiseta amarilla y un pañuelo negro que le cubre la cabeza, la cara y el cuello, dejando al descubierto solo los ojos.
"Nos falta material de combate, pero con los escasos medios de que disponemos, estamos aguantando hasta ahora. Para poder detener el avance de las bandas armadas, se necesitaría contar con efectivos suficientes y el material necesario", asegura.
Las autodefensas dicen disponer de armas, incluidos rifles recuperados en enfrentamientos con pandillas, además de machetes y cuchillos.
En Liancourt, los jóvenes de la 'Resistencia' están activos todos los días y a cualquier hora del día y de la noche, ocupando todos los cruces que las bandas podrían utilizar para entrar en nuevas zonas.
Según afirman, el mantenimiento de la comisaría de Liancourt corre a cargo de ellos, que incluso dan de comer a los policías, quienes a cambio les permitirían utilizar armamento de la institución.
La Policía Nacional de Haití no reconoce la existencia de estos grupos de autodefensa y mucho menos alguna asociación con ellos. La institución solo afirma que trabaja en colaboración con la población para combatir a las bandas armadas que siembra muerte y destrucción en el país.
En Artibonite las balas sustituyen a los arrozales
Artibonite es una de las principales regiones agrícolas de Haití, conocida por sus arrozales. Pero los agricultores y terratenientes, víctimas de robos de cosechas y ganado, extorsiones y destrucción de canales de riego, huyen en masa de sus pueblos para refugiarse en los centros urbanos de la región, lo que repercute en la producción arrocera del país.
Durante las elecciones legislativas de 2015, surgieron allí nuevos grupos armados impulsados por candidatos que querían ganar las elecciones con su ayuda.
De hecho, según la ONU, fue entre 2015 y 2017 cuando surgieron las bandas como Gran Grif. Para hacer frente a esta violencia armada, emergieron autodefensas en la región. Casi todos los municipios, e incluso todas las localidades, tienen una.
Según un informe publicado en noviembre de 2023 de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) sobre la situación de inseguridad en el Bajo Artibonite, al menos 20 grupos criminales, incluidas bandas y grupos de autodefensa, actúan en esta región.
Entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2025, al menos 1.520 personas murieron y 609 resultaron heridas en el marco de la violencia de las bandas, los grupos de autodefensa y los miembros no organizados de la población, así como de las operaciones de las fuerzas de seguridad, según el último informe de la BINUH.
Al menos el 16 % de estos incidentes se produjeron en el departamento de Artibonite, y el 77 % en la región metropolitana de Puerto Príncipe, controlada en al menos un 85 % por las pandillas.
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