Lejos de hacer intentos por retomar los diálogos de paz suspendidos desde 2024, los rebeldes desafiaron al presidente Gustavo Petro esta semana tras decretar un confinamiento de civiles y amenazar a las fuerzas del orden en regiones bajo su dominio.
Aunque la medida iba del domingo al miércoles, los guerrilleros atacaron la noche del jueves una base militar en Aguachica, un municipio del departamento de Cesar (norte).
Videos que circularon en redes sociales muestran un incendio supuestamente causado por las explosiones en la base militar. El ejército indicó en un chat de periodistas que cuatro de los heridos están graves.
El comandante de la base de Aguachica contó en un video que, además de los drones, los guerrilleros lanzaron cilindros explosivos desde un volquete.
Luego del atentado el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, rechazó el "terrorismo del cartel del ELN". La guerrilla "es una amenaza que debe ser desmantelada totalmente. No hacerlo es poner en grave riesgo a la población", aseguró en la red X.
En medio de frustradas negociaciones de paz con el gobierno, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ya había perpetrado otro ataque el martes en Cali, la tercera ciudad en importancia del país, que dejó dos policías muertos.
La asonada de la guerrilla más antigua de América contra militares y civiles agrava la peor ola de violencia en una década ante la presión de otras organizaciones armadas enfrentadas al Estado.
El ELN suele decretar una tregua de Navidad y Año Nuevo, que en esta ocasión está en duda.
Sin antidrones
Petro aseguró en la red X que emitirá una solicitud de "urgencia" para adquirir un sistemas antidrones al reconocer que el país no está preparado para enfrentar estos ataques.
El mandatario intentó negociar la paz con el ELN tras su llegada al poder en 2022, como parte de una política bautizada como "paz total" para desmovilizar a todos los grupos armados del país mediante el diálogo.
Pero a ocho meses de dejar la presidencia, la mayoría de acercamientos han quedado detenidos sin mayores avances, mientras la oposición denuncia un fortalecimiento de las organizaciones ilegales.
En enero pasado, el ELN asesinó a más de un centenar de personas y desplazó a decenas de miles en una región fronteriza con Venezuela conocida como el Catatumbo, lo que sepultó definitivamente las negociaciones que venían en crisis desde 2024.
Estados Unidos retiró recientemente a Colombia de su lista de aliados en la lucha antinarco porque el presidente Donald Trump considera insuficientes los esfuerzos del país sudamericano, el mayor productor de cocaína en el mundo, en este apartado.
También insinuó recientemente que no descarta una incursión terrestre para destruir laboratorios de droga en Colombia en el marco de los ataques contra lanchas de supuestos narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico.
Petro denuncia que estos ataques, en los que han muerto ciudadanos colombianos, son "ejecuciones extrajudiciales" y considera injustas las sanciones de Trump pues, asegura, durante su gobierno se han hecho incautaciones récord de cocaína.
El ELN, que se financia del narcotráfico, considera que Estados Unidos planea operativos militares en Colombia como parte de lo que llama un "plan neocolonial" de Trump.
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