En medio de la cumbre sobre el programa nuclear iraní, en Beijing, este 14 de marzo, los gobiernos de China, Rusia e Irán pidieron a Estados Unidos que retire las sanciones contra Teherán previamente impuestas por su programa nuclear. La República Islámica advirtió que no es posible un nuevo acuerdo con Washington en esta materia, como actualmente intenta la Administración de Donald Trump, si primero no son levantadas las medidas punitivas.
Levantamiento de todas las sanciones contra Irán y reanudación de conversaciones multinacionales sobre el programa nuclear de la República Islámica. Esta es la exigencia que concluyen Beijing, Moscú y Teherán tras una cumbre tripartita este viernes 14 de marzo en la capital china.
Se trata del último intento de los tres países por abordar el asunto y llega después de que, el pasado 7 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que escribió una carta al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, para plantear una negociación sobre su programa nuclear.
“Espero que Irán, le escribí una carta diciendo que espero que negocien porque si tenemos que ir por la vía militar va a ser algo terrible para ellos (…) Tenemos que hacer algo porque no podemos permitirles tener un arma nuclear”, afirmó ese día el mandatario estadounidense, durante una entrevista con ‘Fox News’, en la que señaló que había enviado la misiva el 6 de marzo.
Pero Teherán y sus aliados remarcaron este viernes que el diálogo solo debe reanudarse sobre la base del "respeto mutuo". Por tanto, las tres naciones “enfatizaron la necesidad de poner fin a todas las sanciones unilaterales ilegales”, señaló el viceministro de Asuntos Exteriores de China, Ma Zhaoxu, mientras leía una declaración conjunta, acompañado por el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Ryabkov, Sergey Alexeevich, y su homólogo iraní, Kazem Gharibabadi.
Rusia, China e Irán “reiteran que el compromiso político y diplomático, basado en el principio del respeto mutuo, sigue siendo la única opción viable y práctica en este sentido”, leyó Ma.
Las tres naciones, además, manifestaron su satisfacción por la reiteración de Irán de que su programa nuclear tiene “fines exclusivamente pacíficos” y que “el derecho de Teherán al uso pacífico de la energía nuclear debería ser plenamente respetado”.
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Rusia, China e Irán se alinean en contraposición a EE. UU.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, se ha burlado de Trump, afirmando que no le interesa dialogar con un "Gobierno abusivo". Sin embargo, funcionarios de ese país han dado señales contradictorias sobre la posibilidad de negociaciones.
Durante su pasado Gobierno, en 2019, Donald Trump envió una carta a Jamenei en 2019 sin ningún efecto aparente en la creciente tensión.
En 2015, Teherán acordó frenar su programa nuclear en el denominado Plan de Acción Integral Conjunto, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, en un pacto liderado por Estados Unidos, entonces bajo el mando de Barack Obama, junto a Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania.
Pero el que fue considerado el mayor acuerdo alcanzado en esa materia se desmoronó en 2018, cuando Trump tras un año de su primer gobierno, retiró a su país del acuerdo de manera unilateral. En retaliación, Teherán respondió con incumplimientos de lo pautado.
Irán insiste en que su programa nuclear es pacífico. Sin embargo, sus funcionarios amenazan cada vez más con desarrollar un arma nuclear. La República Islámica ahora enriquece uranio a niveles cercanos al 60%, lo que lo convierte en el único país del mundo sin un programa de armas nucleares que lo hace.
Bajo el acuerdo nuclear original de 2015, Irán solo podía enriquecer uranio hasta un 3,67% de pureza y mantener una reserva de uranio de 300 kilogramos. El último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica sobre el programa iraní cifra su reserva en 8.294,4 kilogramos, ya que enriquece una fracción al 60% de pureza.
Si bien Irán remarca que no negociará bajo presión, su economía se ha visto gravemente afectada por las sanciones estadounidenses. Las protestas por los derechos de las mujeres, la economía y la teocracia iraní en los últimos años también han sacudido a su gobierno.
Entretanto, China busca cada vez más involucrarse más en los asuntos de Medio Oriente, muestra de ello fueron las conversaciones que organizó hace un año y que condujeron al restablecimiento total de los lazos diplomáticos entre Arabia Saudita e Irán.
China y Rusia mantienen relaciones particularmente estrechas con Teherán a través de acuerdos energéticos, e Irán ha proporcionado a Rusia drones con bombas en su guerra contra Ucrania.
Las tres naciones comparten un interés común en disminuir el papel de Estados Unidos, favor de sus propios sistemas altamente autoritarios, mientras la primera potencia bajo el liderazgo de Donald Trump se aleja de sus aliados occidentales y sacude un orden mundial de más de ocho décadas.
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Con Reuters y AP
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