El nuevo modelo de distribución humanitaria en la Franja de Gaza arrancó con sus operaciones, semanas después de que Israel anunciara su creación con el objetivo de, supuestamente, evitar que la asistencia cayera en manos de Hamás. La Fundación Humanitaria de Gaza, pilar del esquema israelí, inició sus actividades en medio del caos y las críticas internacionales. ¿Qué es y por qué se le critica?
Respaldada por Israel, liderada por exmilitares estadounidenses, protegida por mercenarios y con fondos confusos… Así es la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), la protagonista del intento israelí por reemplazar a las Naciones Unidas en la distribución de ayuda humanitaria dentro del enclave palestino.
El pasado 26 de mayo, comenzaron las actividades de la GHF, tras tres meses de bloqueo israelí a la asistencia humanitaria en Gaza. A través de un comunicado, la nueva organización – apoyada por Israel y Estados Unidos – confirmó el movimiento de camiones con comida a sus puntos de distribución, revelando que comenzarían a repartir el alimento, aunque sin ofrecer datos concretos sobre la cantidad distribuida.
Según la GHF, el objetivo es que, para la primera semana de actividades, el apoyo de la organización llegue a un millón de palestinos, dentro de un enclave con 2.3 millones de personas. Empero, la suma entre el extremo control militar en los puntos de distribución y la desesperación de los civiles hambrientos ha resultado en el caos durante los primeros días de actividades.
El martes, durante el primer día completo de actividades en dos puntos de distribución de la GHF, cientos de palestinos se aglutinaron en las inmediaciones de los centros, formando una suerte de carambola humana inspirada en la desesperación y la necesidad de llevar un bocado de pan a su hogar, lastrado por la guerra y la negligencia de las autoridades israelíes.
Como está delineado en el plan, los centros de la GHF están protegidos por fuerzas de seguridad privadas y militares israelíes, quienes dispararon en el momento en que la gente logró derribar una de las rejas que rodeaba el centro. La versión israelí dice que los disparos fueron al aire, mientras que las autoridades en Gaza señalan que los soldados dispararon contra la gente.
La Oficina de Medios de Comunicación del Gobierno de Gaza reveló este 28 de mayo que, durante los últimos dos días, al menos 10 palestinos han muerto intentando llegar a uno de los puntos de distribución de la GHF en Rafah, en el sur del enclave, mientras que otros 62 han resultado heridos.
"Ayer vimos las impactantes imágenes de personas hambrientas empujando contra las vallas, desesperadas por conseguir comida. Era caótico, indigno e inseguro", dijo Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), para medios japoneses este 28 de mayo.
Por su parte, la GHF no ha reconocido las víctimas mortales, ni los heridos, durante sus primeros días de operaciones, mencionando que, a pesar de las escenas caóticas del día anterior, este 28 de mayo consiguieron distribuir alimentos sin sobresaltos mayores.
¿Quién está detrás de la GHF?
Lanzada a principios del 2025, la GHF nació desde la propuesta israelí por rediseñar el modelo de ayuda humanitaria internacional dentro de la Franja de Gaza, después de meses señalando a Naciones Unidas por presuntamente desviar los paquetes de asistencia internacional en rumbo a las filas de Hamás; señalamientos negados rotundamente por la ONU, organizaciones humanitarias y hasta por la misma milicia palestina.
Aunque en el papel la organización se hace llamar "neutral", la GHF ha sido apoyada públicamente por Israel y Estados Unidos, además de que, hasta el pasado 26 de mayo, su director era Jack Wood, veterano del Ejército estadounidense y cofundador del grupo 'Team Rubicon', que actúa en la ayuda a los damnificados por desastres naturales en el mundo.
Sin embargo, Wood dimitió horas antes de que comenzaran los esfuerzos de la GHF en suelo gazatí. ¿La razón? La imposibilidad de aplicar "principios humanitarios" en la operación.
"Es claro que no es posible implementar este plan y a su vez ceñirnos a los principios humanitarios de humanidad, neutralidad e independencia", expresó el antiguo director de la organización en un comunicado compartido en sus redes sociales. Aún no está claro quién lo reemplazará en sus funciones dentro de GHF.
Sobre sus fondos, tampoco está muy claro de que bolsillo provienen. Tanto Tel Aviv como Washington han descartado su participación en la financiación del organismo, mientras que la misma empresa dice tener más de 100 mil millones de dólares en sus arcas, prometidos por un Estado miembro de la Unión Europea, cuya identidad se mantiene en secreto.
GHF vs. ONU
La polémica ha envuelto la participación del GHF desde el anuncio israelí del nuevo plan de distribución alimentaria en Gaza, debido al objetivo último que tiene el involucramiento de una empresa privada en los esfuerzos humanitarios en el enclave: desplazar de sus funciones a las Naciones Unidas.
Empero, tanto la ONU como otras organizaciones internacionales han rechazado la idea, además de criticar duramente la decisión de Israel por intentar reemplazar a los elementos de la ONU en el enclave.
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Organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja señalan que los únicos que pueden distribuir ayuda humanitaria de manera eficiente dentro de Gaza es la ONU, debido a su extensa red de 400 centros de distribución a lo largo y ancho de la Franja; en un principio, la GHF tiene presupuestada abrir solamente ocho
"Nos preocupa el mecanismo de ayuda propuesto para Gaza y nos inquieta profundamente que no permita que la ayuda humanitaria se distribuya de forma coherente con los principios humanitarios fundamentales de imparcialidad, humanidad e independencia", expresó una declaración del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Además, otras voces señalan la peligrosidad que tiene la falta de neutralidad en la repartición de ayuda humanitaria. Expertos e instituciones internacionales han señalado que el apoyo – al menos narrativo – de Israel y Estados Unidos hacia la GHF afecta en la imagen de neutralidad que debe tener una organización humanitaria, cuya responsabilidad es hacer llegar a todo el mundo la asistencia.
"Preocupa la integrad de uno de los principios del concepto de la ayuda humanitaria, que es la neutralidad. Porque además no ha existido una distinción entre quién es combatiente y quién no es combatiente, el castigo en Gaza ha sido un castigo colectivo", remarcó Margarita Cadavid, internacionalista y especialista en Derechos Humanos, en entrevista con France24.
Según un reporte de Naciones Unidas, casi uno de cada cinco gazatíes se enfrentan a la inanición en la actualidad, tras tres meses de bloqueo israelí, mientras que el 93% de la población sufre escasez aguda de comida, agua y medicinas.
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El fantasma del desplazamiento forzado
Aunque la GHF ha declarado en sus primeros días que no apoyarán con sus actividades un eventual desplazamiento forzado de la población palestina, Naciones Unidas ha alertado que la logística en su actuar contribuye a dicha problemática.
Esto debido a que, inicialmente, los primeros ocho centros de distribución que la GHF habilitará en las próximas semanas, estarán estacionados principalmente en el sur y el centro del enclave, lo que podría provocar el desplazamiento forzado del norte de Gaza – intensamente poblado – hacía el sur para buscar alimento.
"Llama la atención de si no es una estrategia de inteligencia militar más que una ayuda humanitaria", expresó Cadavid.
Además, Naciones Unidas señala que la lejanía de los puntos de distribución, además de la presencia militar en las inmediaciones de los centros, fomentará la separación de familias y la obligatoriedad de que los representantes elegidos para ir por alimentos caminen largas distancias en medio de la peligrosidad de la guerra.
Por otro lado, el CICR señala directamente a la GHF por "militarizar" la ayuda humanitaria, mencionando que las organizaciones humanitarias presentes en Gaza, junto con Naciones Unidas, tienen la capacidad necesaria para repartir millones de toneladas de comida, y otros insumos necesarios para el bienestar de la población gazatí. ¿El problema? Israel no permite la entrada.
"La ayuda humanitaria no debe politizarse ni militarizarse. Esto erosiona la neutralidad necesaria para garantizar que la asistencia se presta basándose únicamente en las necesidades, no en agendas políticas o militares", expresó el CICR en un comunicado.
Con AP, EFE, Reuters y medios locales
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